Por qué esta vitamina C con ferúlico y tocoferol es la mejor aliada para una piel radiante

El hashtag #skincare se ha disparado en búsquedas en los últimos años. Ya nadie busca productos genéricos, como una crema de día o una de noche. Ni siquiera hay fidelidad a todo el catálogo de una marca concreta. Ahora los beauty addicts analizan con lupa cada producto de cuidado y se toman su tiempo para leer las etiquetas de ingredientes, el famoso INCI al que siempre hacen referencia los instagrammers de belleza (o sea, la Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos o International Nomenclature of Cosmetic Ingredients en inglés).

Ese listado lleno de nombres larguísimos de compuestos químicos desglosa todos principios activos que lleva ese cosmético. La industria mezcla con precisión una cantidad inmensa de activos en cada producto para atender las distintas necesidades de la piel. De todos ellos, tres se consideran imprescindibles: el ácido hialurónico, el retinol y la vitamina C. Si nos centramos en esta última, los expertos en cosméticos saben que no todas las vitaminas C son iguales, como tampoco lo son el resto de ingredientes de la fórmula.

En SkinCeuticals llevan tres décadas estudiando los mejores activos y buscando las formulaciones que los hacen más eficientes basándose en la evidencia científica. Así nace C E Ferulic, el sérum de vitamina C superventas de la marca médico estética n.º 1 a nivel mundial, según Euromonitor International Limited.

Un ingrediente imprescindible a diario

Dermatólogos y médicos estéticos coinciden al referirse a la vitamina C como uno de los “activos de cabecera” de un buen cuidado diario de la piel. No es para menos, ya que este antioxidante, además de actuar de barrera frente al envejecimiento prematuro causado por los radicales libres, el sol y la contaminación, tiene un papel imprescindible en la síntesis de colágeno y elastina, las dos proteínas que dan firmeza y elasticidad a la piel. Además, presenta propiedades antiinflamatorias que ayudan a mitigar el enrojecimiento y otros síntomas de irritación. Por eso se aconseja su uso después de procedimientos médico-estéticos que producen cierta inflamación, como los tratamientos con láser.

Si el retinol es el activo ganador en los cuidados de la piel por la noche, la vitamina C es la reina de las rutinas diurnas. De hecho, los estudios científicos avalan que la vitamina C aplicada de forma tópica resulta más efectiva que la ingerida a través de la dieta para lograr mejoras visibles en el rostro.

Una fórmula de máxima eficacia

El primer paso para lograr un cosmético de alta eficacia es elegir los activos más eficientes. La vitamina C se comercializa en distintas formas, desde la más pura a palmitatos, fosfatos y otros formatos que se crean en el laboratorio al añadir derivados químicos. El ácido ascórbico es la forma más pura de vitamina C y, a su vez, puede tener dos formas, la L y la D. De estas dos, la L es la de mayor eficacia como antioxidante.

Pero la dificultad a la hora de formular un buen cosmético no se acaba eligiendo activos excelentes. Los cosmetólogos saben que la excelencia de un cosmético necesita, además, que esos ingredientes se presenten en una fórmula que los ‘vehiculice’ de forma óptima. Tras ese palabro que tanto gusta a los expertos de laboratorio se esconde un concepto fácil de entender cuando se explica con lenguaje de la calle: los principios activos se absorben mejor cuando se formulan de forma que penetren con más facilidad en la piel, duren más y lleguen a las células con todo su potencial. Y esto es vital cuando hablamos de un activo como la vitamina C que, por naturaleza, es inestable y tiende a la oxidación.

La fórmula de C E Ferulic se formula con un pH ácido que maximiza la penetración de la vitamina C a través de la piel y que puede corregir hasta ocho signos de la edad: arrugas, manchas oscuras, aumenta la luminosidad y mejora la apariencia global de la piel, unifica el tono y la textura, además de aportar elasticidad y firmeza al rostro. Pero no va sola. Se acompaña de otros dos potentes antioxidantes: un 1% de alfa-tocoferol, que es una forma de vitamina E, y un 0,5% de ácido ferúlico. Este último viene a ser una especie de hermano mayor responsable que potencia las propiedades antioxidantes de las vitaminas C y E, y favorece la estabilidad de la primera.

Protocolos recomendados por dermatólogos

Los profesionales de la salud de la piel y los farmacéuticos son poco amigos de fiarse de los reclamos publicitarios. Por el contrario, prefieren analizar los avales de cada cosmético antes de prescribirlo a sus pacientes. Cuando recomiendan C E Ferulic de SkinCeuticals, en realidad, están recomendando un potente sérum cuyos tests de laboratorio se han publicado en ocho revistas científicas.

Estas publicaciones reciben cada año cientos de estudios con cosméticos de los laboratorios de todo el mundo, pero solo acceden a publicar aquellos realizados con todo el rigor científico y que suponen un avance para la química aplicada al cuidado no farmacológico de la piel.

Donde los profanos solo ven otro sérum más de vitamina C, los científicos aprecian un cosmético formulado con un pH ácido dentro del intervalo de pH de 2,0-3,5 y una concentración entre el 10 % y el 20%, el rango donde los estudios demuestran que trabaja con mayor eficacia. Valores que, lejos de ser reclamos publicitarios, constan en la Patente Antioxidante de la Universidad de Duke que describe la absorción efectiva de la vitamina C por la piel. En definitiva, un cosmético con mucha ciencia detrás que marca distancias con resultados comprobables sobre otros productos del mercado.