Esta es la crema de lujo que me salva la piel cuando tengo brotes de rosácea

Al lavarte la cara, ¿se te queda la piel enrojecida? Cuando me hicieron esa pregunta, respondí con toda la sinceridad del mundo “claro, es lo normal”. Sorpresa, no lo era y sorpresa, las mejillas rosadas y con granitos resultaron ser una maravillosa rosácea que aparece y desaparece según el descontrol de mi día a día.

“La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica benigna de causa desconocida, con múltiples expresividades clínicas, que afecta predominantemente a la cara, y en concreto, a la región centrofacial”, esa es la definición de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Puede manifestarse como un rubor, pústulas, pápulas, inflamación, o sequedad y a veces tiene un origen genético, otras aparece por una alteración de la barrera cutánea, como reacción a una agresión química o física como una exfoliación muy agresiva, factores emocionales o incluso puede surgir de forma espontánea. Como guinda, se trata de una enfermedad crónica, así que tienes que aprender a vivir con la rosácea.

Por eso, cuando aparece, lo principal es calmar la piel, aliviar el enrojecimiento, lograr que se desinflame y, en el caso de que haya granitos, evitar que haya infección.

Fácil de decir, pero cuando llevas tres días con las mejillas como un tomate y cada día aparece un nuevo bultito que grita ‘ayuda’, la desesperación puede hacerte tomar malas decisiones. Por suerte, cada vez hay más bálsamos que calman, reparan y hacen que la piel se tranquilice.

En mi top de ungüentos que funcionan, este año ha aparecido un tratamiento que, prácticamente, aplico en todo el rostro y hace que en un día -por la noche y por la mañana- el brote desaparezca.

El producto en cuestión es el Peaux Sensibles Soin Apaisant de Sisley, un bálsamo hidratante y calmante que se aplica directamente sobre la piel limpia. Es decir, para que el tratamiento actúe de forma óptima, es preferible que no se apliquen ni tónicos ni sérums antes.

Se aplica de mañana y de noche, de modo que en los primeros días notas que la piel se va calmando y mejora su hidratación. Pero con su uso continuado, poco a poco va fortaleciendo la piel y reduciendo su reactividad, de modo que notas que hay menos brotes. Se absorbe con mucha rapidez, no engrasa, así que en el día a día no es como un tratamiento engorroso. Protector solar encima y listo.

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Isabel Salinas

Además de los productos calmantes, en el día a día con la rosácea o si de normal notas que tu piel se enrojece o irrita, hay prácticas que puedes reconducir. Por ejemplo, límpiala con productos suaves que no resulten agresivos, no frotes al secarla y opta por fibras amables, también evita exfoliaciones fuertes y, por supuesto, nunca olvides la protección solar.

Otras cremas salvavidas

Sin perder de vista algunas de las propiedades recomendadas para el tratamiento de las pieles sensibles, reactivas o con rosácea, como son la calmante, la hidratante y la reparación de la barrera de la piel, en mi neceser anti mejillas enrojecidas de forma involuntaria también se cuelan estos tres productos infalibles.

El bálsamo Cicalfate de Avène es un clásico que siempre tener en el botiquín de skincare ya que además de calmar la piel, tiene una función reparadora. Desde la piel de un bebé irritada por un pañal hasta una piel tratada con un láser.

En el caso de las rojeces o la rosácea, gracias a su combo del agua termal de Avène (de propiedades calmantes), cobre y zinc para evitar la proliferación bacteriana y su activo reparador postbiótico que repara la piel a mayor velocidad, calma la irritación y la va curando. Su textura tipo pasta de agua, deja un tono más blanquecino, yo lo aplico por las noches para despertar con la piel aliviada.

Otro producto histórico es Eucerin Aquaphor Soothing Skin Balm. Su textura es más oleosa, puede recordar incluso a la de las vaselinas tradicionales, lo que hace que con un poquito cunda muchísimo. Sirve para acelerar el proceso de curación de quemaduras, hidratar la piel más reseca y reforzar la barrera de la piel. Con glicerina, pantenol y bisalobol, también tiene las propiedades antiirritantes y antiinflamatorias que la piel irritada agradece.

Junto con el agua termal o el madecasosside (procedente de la centella asiática, de ahí su nombre, 'cica') que calman la rojez, el pantenol que evita que la piel pierda agua y se reseque y la nutritiva manteca de karité, el Cicaplast Baume B5 actúa como un tratamiento intensivo que reequilibra el microbioma y repara la piel. Como guinda, en esta reparación, también entra la reducción de las marcas de los granitos.

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