Evitar enfermedades, controlar la temperatura... Siete cosas que nuestra ropa hará por nosotros en el futuro
¿Qué se llevará la próxima temporada? Es imposible saberlo. Pero sí cómo será y con qué tejidos está confeccionada. ¿Recargará nuestros 'gadgets'? Sí. ¿Controlará la temperatura corporal? También
Hacer predicciones sobre el futuro de la moda es quizás lo más arriesgado del mundo, ya que lo que puede pasar mañana es una auténtica incentidumbre. Sin embargo, predecir cómo será la ropa del mañana, o al menos algunas de sus funciones, es algo que podemos hacer fijándonos en nuestro presente. Y lejos de la estrambótica realidad presentada en las películas futuristas, nuestra ropa se convertirá en una aliada más en nuestro día a día: cuidará de nuestra salud y se convertirá en un 'gadget' en sí misma. A continuación, siete funciones que nuestra ropa tendrá en un futuro y que, aunque parezcan ciencia ficción, ya están comenzado a ser una realidad.
1. Será nuestro ordenador
El todopoderoso Google se encuentra desarrollando el proyecto Jacquard para crear una tela con funciones táctiles. ¿Qué pretenden con ello? Que nuestra ropa sea igual que las pantallas de los móviles y que cuente con un procesador dentro del propio tejido, por lo que no dependerá de ningún aparato anexo, sino que la ropa en sí sería el 'hardware'.
Con ello, podríamos controlar todos nuestros 'gadgets' electrónicos desde, por ejemplo, un abrigo: coger el teléfono, apagarlo, encender la televisión, subir el volumen... Se prevé que el tejido, que se está desarrollando en Japón, esté listo en 2016 y sus posibilidades parecen infinitas.
2. Siempre combinará
Lo cierto es que puede que sea uno de los pasos en los que más se ha avanzado. Por ejemplo, un proyecto de la Universidad de Berkeley consiguió un tejido que cambia su color en determinadas situaciones de temperatura basándose en la manera en que lo hacen los camaleones. Aunque aún está en fase de estudio, sirve para hacernos una idea de cómo puede ser el futuro.
Además, la marca Swarovski en colaboración con un colectivo londinense, expuso en la Semana de la Moda de Londres de febrero una prenda elaborada en cristales de la marca que cambiaba de tono dependiendo del aire y el sonido. No es descabellado pensar que estos intentos más experimentales acaben convertidos en una realidad.
3. Controlará la temperatura
Gracias a la nanotecnología se podría acabar el pasar calor o frío. Siempre que vayamos vestidos claro. El ATTACH (acrónimo en inglés de Tecnología de Textiles Adaptativos con Refrigeración Activa y Calefacción), un proyecto de la Universidad de San Diego financiado por el Gobierno americano, se encuentra desarrollando un tejido que se hace más grueso o más delgado dependiendo de la temperatura a la que está nuestro cuerpo. De esta forma, mantiene a la afortunada persona que la viste a 33 grados, la temperatura ideal. Lo cierto es que el tejido podría suponer toda una revolución no solo en cuanto a la ropa, sino también en cuanto al mercado de la calefacción. Por ejemplo, permitiría no conectar la calefacción o el aire acondicionado en una habitación en la que dos personas tengan una temperatura corporal distinta.
4. Evitará que enfermemos
Aunque los avances han sido tímidos en este campo, las telas con propiedades terapéuticas son ya una realidad. Por ejemplo, el Instituto Tecnológico Textil de España desarrolló hace unos años un tejido para la ropa íntima femenina que previene infecciones como la cistitis y otras enfermedades que afectan a los genitales de las mujeres. Además, ya se han creado telas que actúan como barrera de las radiaciones que nos rodean.
La empresa Soliani EMC ha desarrollado tejidos con capacidad de evitar el paso de ondas electromagnéticas que varios ejércitos ya usan en tiendas de campaña, vehículos o laboratorios. Gracias a este tejido, se puede evitar que alguien acceda a la información que haya en el interior de la zona cubierta con esa tela con ningún tipo de aparato. ¿Cuál sería su aplicación en la salud? Se utilizaría para evitar que nuestro cuerpo sea expuesto a radiaciones electromagnéticas que pueden ser potencialmente dañinas para el organismo.
5. No se manchará
La nanotecnología permitirá también que nuestras prendas estén siempre impecables. De hecho, ya se han lanzado al mercado camisetas como las Silic que están elaboradas en un material hidrofóbico, por lo que cualquier sustancia que contenga agua, básicamente todo lo que puede manchar nuestra ropa, se deliza por su tela.
Aunque aún queda avanzar en su desarrollo -de hecho sus promotores han dejado el proyecto aparcado después de vender unas cuantas piezas prototipo-, es casi seguro que muchas de las prendas del futuro serán así. Con ello, ahorraríamos en agua y en productos de limpieza que pueden ser agresivos con el medio ambiente.
6. Cargará nuestros dispositivos
Los paneles solares son una realidad. Aunque bastante incómoda. Hace unos años, Tommy Hilfiger lanzó un abrigo que incorporaba este tipo de 'gadgets', aunque solo se trató de una edición limitada y tuvo escaso éxito. Pero este mismo año, la diseñadora Pauline Van Dongen ha presentado su Wearable Solar Shirt, una camiseta que incorpora 120 células solares extremadamente finas que forman además parte del diseño de la prenda.
Con ella se puede cargar un móvil o cualquier dispositivo que se enchufe a través de USB en pocas horas a la luz del día. Además, posee una batería en el bolsillo delantero que se recarga cuando no se usa el cargador. Con precedentes como este, que ya se encuentran desarrollados, y otros que podrían utilizar nuestro propio sudor para generar energía, no es difícil pensar que en un futuro lo de cargar móviles sea solo el principio.
7. Cambiará de forma
Aunque este vídeo de la marca Polo en el que la ropa de sus protagonistas parecen artículos propios de un mago sea, hoy en día, un poco exagerado, el futuro podría no ser muy distinto. La compañía Omsignal, que por otro lado está detrás del desarrollo de una camiseta para Ralph Lauren que controla nuestros signos vitales, se encuentra trabajando en ello ya. Además, la tecnología de impresión en 3D (otra de las revoluciones de la moda en un futuro, por cierto) van también por ese camino, intentando fabular tejidos que cambien de forma a merced de nuestros movimientos.
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Hacer predicciones sobre el futuro de la moda es quizás lo más arriesgado del mundo, ya que lo que puede pasar mañana es una auténtica incentidumbre. Sin embargo, predecir cómo será la ropa del mañana, o al menos algunas de sus funciones, es algo que podemos hacer fijándonos en nuestro presente. Y lejos de la estrambótica realidad presentada en las películas futuristas, nuestra ropa se convertirá en una aliada más en nuestro día a día: cuidará de nuestra salud y se convertirá en un 'gadget' en sí misma. A continuación, siete funciones que nuestra ropa tendrá en un futuro y que, aunque parezcan ciencia ficción, ya están comenzado a ser una realidad.