Por qué es bueno beber agua en ayunas y otros momentos en los que deberías hacerlo

Seguro que alguna vez has escuchado lo importante que es tomar agua a lo largo del día. Mantenernos hidratadas no solo es uno de los tips de belleza más habituales, también es fundamental para nuestro cuerpo y nuestra salud.

Estamos formados mayoritariamente por agua y todos los órganos del cuerpo la necesitan para funcionar. Por eso, es importante consumir las cantidades de agua que los expertos recomiendan, que suelen unos dos litros, 8 vasos.

Esta cantidad de agua debemos tomarla a lo largo de todo el día, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Sin embargo, conviene que el primer vaso de agua del día sea en ayunas, es decir antes del desayuno.

Un vaso de agua en ayunas

Un gesto tan sencillo como beber un vaso de agua poco después de despertarnos puede aportarnos numerosos beneficios, eso sí, conviene que nos lo tomemos poco a poco, comenzando por pequeñas cantidades.

Esta sana costumbre nos ayuda a recuperar parte del líquido que perdemos durante la noche porque, aunque estemos dormidos y no seamos conscientes de ello, nuestro cuerpo sigue trabajando.

Todos los sistemas de nuestro cuerpo necesitan agua para funcionar, esto quiere decir que también la consumimos cuando respiramos. Por eso, necesitamos reponer el líquido que hemos perdido durante la noche.

Resulta también una forma muy eficaz de eliminar las toxinas que nuestro cuerpo ha ido produciendo durante la noche, reparando células y limpiando nuestro organismo. Gracias a la orina las eliminamos y evitamos que se acumulen.

Es una buena forma de activar el metabolismo, además puede contribuir a la pérdida de peso, aumentando la sensación de saciedad. Eso sí, nunca debe sustituir al desayuno.

Hace que nuestro cerebro funcione correctamente porque el estar bien hidratadas recibirá sangre oxigenada, necesaria para que permanezca alerta. Es un gran lubricante para músculos y articulaciones que llevan horas sin hacer ejercicio. Ayudará a que funcionen mejor.

Además ayuda a prevenir la aparición de arrugas prematuras manteniendo una correcta hidratación en nuestra piel, gracias a ello estará elástica y tonificada.

Otros momentos clave

Aunque siempre nos acordamos de beber agua cuando tenemos sed, lo cierto es que conviene hacerlo a lo largo de todo el día. De esta forma siempre estaremos hidratadas y cuidando nuestro cuerpo y nuestra mente.

Ya hemos señalado la importancia de tomar uno o dos vasos de agua nada más levantarnos, cuando todavía estamos en ayunas, pero hay otros momentos del día en los que hacerlo tendrá beneficios para nosotras.

Beber un vaso de agua antes de las comidas puede ayudarte a adelgazar, te sentirás más saciada y tendrás mejores digestiones. Si lo tomas también antes de darte un baño te ayudará a sentirte mejor, mantener la presión sanguínea y a evitar problemas por el cambio de temperatura.

En ocasiones confundimos el hambre con sed, aprovecha los descansos a lo largo del día para beber agua y mantenerte siempre hidratada.

No olvides tomar un vaso de agua antes de irte a dormir, recuerda que tu cuerpo sigue en marcha por lo que mantenernos hidratadas es importante. Además nos ayuda a relajarnos y a disfrutar de un sueño más plácido y reparador.