Los beneficios del pranayama o respiración consciente del yoga
El yoga es mucho más que una pose imposible que nos hace ganar likes en Instagram, es una técnica que puede ayudarnos a sumar años de vida y sentirnos mejor
Por desgracia, son muchas las ocasiones en las que se asocia el yoga con las posturas imposibles que vemos en las redes sociales, pero lo cierto es que este ejercicio, esta forma de vida, es mucho más. Sus beneficios son increíbles para quienes llevan ya tiempo practicándolo, pero también puedes ir poco a poco iniciándote en esta disciplina.
Aprender nuevas técnicas, entender mejor nuestro cuerpo, disfrutar de un momento para nosotras, probar nuevas técnicas, porque también hay muchos tipos diferentes de yoga y no siempre descubrimos cuál cuadra mejor con nuestra forma de ser a la primera. Así, además de trabajar con nuestro cuerpo y nuestra mente, no podemos olvidar la importancia que tiene la respiración en esta actividad.
Respirar es importante siempre, nos mantiene con vida, pero en el caso del yoga, esta forma parte del proceso y por eso es tan importante aprender a trabajar con ella. El pranayama o respiración consciente nos ayuda a mejorar y también tiene notables beneficios, por lo que conviene tenerlo en cuenta cuando nos ponemos las mallas, nos recogemos el pelo y nos preparamos para nuestra sesión de entrenamiento.
El pranayama hace referencia a todos los ejercicios de respiración que se hacen en yoga y su objetivo es controlar la energía vital. Son varias las técnicas que se pueden aprender, se complementan entre sí y se aprenden progresivamente. Aunque la respiración es un acto involuntario, trabajarlo desde la consciencia nos ayudará a ganar concentración y calmar nuestra mente.
Beneficios del pranayama
Aunque parezca una cuestión sencilla, aprender a respirar, este pequeño gesto puede traernos grandes beneficios, como ampliar nuestra capacidad pulmonar, lo que permite aumentar el flujo de oxígeno a nuestro cuerpo, contribuyendo a una mayor oxigenación y limpieza de la sangre y del organismo. Esto te ayuda a tener una mayor resistencia a la hora de hacer ejercicio físico.
Una respiración lenta y controlada reduce el esfuerzo que tiene que realizar el corazón, haciendo que este sea más eficiente, pero también que esté más tonificado. Tras realizar un esfuerzo físico mayor, nos ayuda a recuperar el ritmo normal del cuerpo, además elimina residuos de dióxido de carbono, mejora la digestión y es bueno para la piel.
Estas mejoras son a nivel físico, pero no podemos olvidar que una respiración consciente también influye sobre muestra mente. Por ejemplo, ante situaciones de nerviosismo nos ayuda a controlar las emociones, así como a aprender a reducir nuestros niveles de estrés y ansiedad puntual. Genera tranquilidad y paz mental y nos ayuda a prepararnos para la meditación. Además, como calma la mente, puede ayudarnos a relajarnos y así dormir mejor.
Respiración completa: máxima capacidad pulmonar
Existen diferentes tipos de respiración y todas ellas conviene conocerlas para poder realizar el pranayama de forma correcta. Cuando realizamos los tres tipos de respiración a la vez se llama ‘Respiración completa’ y estaremos logrando que los pulmones trabajen a su máxima capacidad.
Tenemos la respiración abdominal, que es la que realizamos habitualmente de forma inconsciente, llenando de aire la parte baja de los pulmones. Esta respiración tiene que ser lenta y, por tanto silenciosa. Con la respiración torácica notaremos el movimiento en nuestras costillas y con la clavicular será esta zona del cuerpo la que se eleve de forma sutil.
Conocer los tipos de respiraciones ayuda para poder poner en práctica los ejercicios para trabajar el pranayama, que son muy variados y diferentes, puesto que cada uno de ellos tiene objetivos diferentes, algunos son relajantes y otros activadores, con algunos favorecemos la digestión y con otros reducimos nuestros niveles de ansiedad.
Practicar este tipo de ejercicios no siempre nos resulta sencillo, por eso es tan importante contar con un buen profesor que pueda iniciarnos en este apasionante mundo. Lo ideal es comenzar poco a poco e ir aumentando el tiempo de práctica, también hacerlo sentada y con la espalda recta, pero si resulta complicado, mejor hacerlo tumbada hasta poder cambiar de postura. Escoge ropa cómoda, que no limite tus movimientos y que sea adecuada para la práctica.
Cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente es importante, sobre todo para poder desconectar de los problemas y encontrar el necesario equilibrio para estar en paz con nosotras mismas. Para esto el ejercicio es una gran ayuda, porque no ayuda a liberar la mente y también a sentirnos mejor, más felices, ligeras y saludables.
Por desgracia, son muchas las ocasiones en las que se asocia el yoga con las posturas imposibles que vemos en las redes sociales, pero lo cierto es que este ejercicio, esta forma de vida, es mucho más. Sus beneficios son increíbles para quienes llevan ya tiempo practicándolo, pero también puedes ir poco a poco iniciándote en esta disciplina.