Hurlé & Martín: un estudio de interiorismo que se disfruta mejor entre cuchillos y tenedores

La unicidad nos hace destacar como seres diferentes al resto. La forma de pensar, de sentir y hasta de percibir el entorno nunca será igual a la de otros, y eso, sin duda, debe ser nuestro estandarte. No obstante, hay elementos que combinados se potencian, como un buen cóctel que destila la esencia de cada uno de sus ingredientes y los fusiona en algo totalmente nuevo y diferente, único también. Hurlé & Martín —antiguo Estudio Cousi— tiene la dosis exacta de Alba Hurlé y Alicia Martín, sus fundadoras, quienes mezcladas —o agitadas— han sido capaces de convertirse en las interioristas más deseadas del mundo gastro.

Llevan juntas desde 2010 y un año después ya diseñaron su primer restaurante, Ten con Ten. A partir de ahí fueron muchos los que han querido contar con ellas para vestir sus deliciosos espacios: Aarde, Le Club Sushita, La Fonda Lironda, Le Macao, Cristina Oria, Barracuda MX, Anna o Bakan. Estos son solo algunos de sus proyectos más reconocidos, aunque también han logrado conquistar más allá de nuestras fronteras, dejando su particular sello de identidad en México, Estados Unidos, Francia, Suiza, Colombia y Bahamas.

No había mejor lugar para hablar con ellas que uno de los restaurantes en los cuales han hecho su magia, donde nos han contado parte de su historia, su forma de trabajar y sus planes, dejándonos claro que esta es una de las 'couple power' más maravillosas que el interiorismo ha dado. ¡Chinchín!

¿Cómo fue vuestra infancia?

ALICIA MARTÍN. Nací en París, mi madre es francesa. Estuve viviendo allí, donde cada rincón es pura inspiración, las casas, las fachadas, los diferentes barrios, el modo de vida, las actividades culturales… Todo lo que veían mis ojos era bonito. Los museos, el teatro, los paseo por los Jardines de Luxemburgo, ir en barca por el Bois de Boulogne, deambular por el barrio de los artistas, ir a merendar con mi abuela al hotel George V y otras maravillas más. ¡Qué recuerdos!

¿Cómo surgió vuestro gusto por el interiorismo?

ALBA HURLÉ. Yo estudié derecho y empresariales, estuve trabajando en Londres y en Madrid, en auditoría financiera y banca. No me había planteado otra cosa y creía que era lo que me gustaba. Increíblemente, no recuerdo cuál fue el día que decidí cambiar radicalmente de rumbo, pero en muy poco tiempo estaba formándome de nuevo para trabajar en el mundo del interiorismo, quería tener todas las herramientas para poder introducirme en este nuevo sector, sabía que tenía una sensibilidad especial y creía firmemente en mi gusto. Alicia, en cambio, se formó en el École de Condé, en Burdeos, para después mudarse a Madrid para continuar sus estudios en la Universidad Politécnica.

Háblanos de vuestra historia juntas. ¿Cómo surgió el estudio?

ALICIA. Nos conocimos en un estudio de arquitectura donde trabajamos juntas —el estudio de Nacho García-Vinuesa—. Es curioso, pero nos acordamos perfectamente del día, hace 13 años que me acerqué a Alba para preguntarle: “¿Eres Alba? Un amigo me ha dicho que trabajabas aquí”. Considero que conectamos desde el primer momento.

Coincidimos en el mismo equipo y, además de divertirnos trabajando juntas, nos dimos cuenta de que nos gustaban las mismas cosas dentro de los proyectos en los que estábamos participando. A mí me atrajo mucho el hecho de que fuese francesa, es un país con el que conecto mucho, y que, posteriormente, hemos descubierto juntas. Alicia acababa llegar de Francia.

¿Qué aporta cada una de vosotras a los proyectos?

ALBA. Cuando nos conocimos, teníamos caracteres muy diferentes. Creo que con la convivencia de tantos años juntas hemos llegado a parecernos más, y a aprender de las cosas buenas de la otra. A nivel diseño, las dos coincidimos muchísimo en gustos, y eso es lo que nos ayuda a la hora de diseñar juntas. Pero siempre una de las dos aporta el detalle que falta en cada proyecto. Alicia siempre ha sido más técnica y dibuja muy bien, yo tengo la imaginación para aportar diferenciación y novedades en cada proyecto.

¿Cómo definiríais vuestro estilo?

ALICIA. Nos gusta hacer proyectos muy diferentes, tratar de ir más allá. Luchamos contra la facilidad de hacer proyectos parecidos. Nos gusta sorprender y, como decimos nosotras, crear el 'efecto wow'. Al diseñar hoteles y restaurantes tenemos la suerte de poder cambiar de estilo muy fácilmente y eso nos divierte muchísimo. Con las casas somos mucho más conservadoras. Entendemos la casa como un refugio en el que encontrar tu espacio.

¿Cómo se crea un espacio gastronómico?

ALBA. La relación y comunicación con el cliente es de lo más importante. Nos gusta conectar con ellos e ir de la mano. Hemos tenido la suerte de tener buenísimos clientes con mucha experiencia, e incluso buen gusto, de los que hemos aprendido mucho y han llegado a convertirse en grandes amigos. Esto se refleja en la cantidad de clientes que repiten con nosotras, cuando nos vuelven a llamar es de las cosas que más nos alegran.

Además de esta conexión con el cliente, hay que estudiar mucho el local sobre el que vamos a diseñar, ir más allá y darle mil vueltas a lo que en un principio podría ser la distribución más acertada. En nuestro caso, al diseñar mucho fuera de España, previamente estudiamos mucho el mercado, la competencia y el público de donde vamos a abrir.

¿Os gustan más este tipo de proyectos que las viviendas?

ALICIA. Sinceramente no, disfrutamos muchísimo haciendo viviendas porque se manejan otros plazos más extensos, no existe el estrés de la apertura con tiempos a veces imposibles. En las casas, con nuestra experiencia en hostelería, aportamos mucho el detalle de un interiorismo exhaustivo, pero una decoración mucho más calmada. Tengo que reconocer que en las viviendas no nos gusta ser tan atrevidas. Por otro lado, tenemos la diversión del diseño de restaurantes y hoteles que, creo, no podríamos vivir sin ella.

¿Alguna anécdota divertida y confesable?

ALBA. A principio de semana no sabemos cómo vamos a acabar, tanto de propuestas de proyectos como de viajes. A la hora de contratarnos nos ha pasado de todo, nuestra publicidad viaja mucho en el boca a boca, clientes que ven nuestros proyectos y quieren que les diseñemos algo. En muy poco tiempo nos organizan visitas para ver proyectos muy urgentes en St. Barth, Bahamas, Miami, Turquía y ahora, incluso, en Riad. En una ocasión vino un cliente mexicano, al que le hemos hecho ya muchos proyectos y que es ya amigo; se plantó en nuestro estudio porque se había confundido con el vuelo de vuelta a México, y al sobrarle unas horas quería conocer a las diseñadoras que habían hecho el restaurante en el que había cenado la noche anterior. En pocos días estábamos volando nosotras a México para conocer sus locales y su nuevo proyecto para diseñar.

¿Cuál es vuestra filosofía a la hora de trabajar?

ALICIA. Esfuerzo y sacrificio siempre tienen recompensa. Hemos pasado muchos años de durísimo trabajo, entendemos cada cliente como una oportunidad nueva de mostrar nuestro talento y hacer equipo con ellos para aportarles valor a su negocio. El buen gusto es lo que nos caracteriza y creo que eso ya lo hemos demostrado.

¿Cuáles son vuestros planes a futuro?

ALBA. Ahora mismo estamos trabajando en muchos países, diseñando restaurantes, hoteles y viviendas. Nos gustaría continuar esta expansión internacional, al mismo tiempo que mantenemos nuestro trabajo en España. Queremos usar nuestros viajes para poder desarrollar un poco más la conexión con diferentes artesanos y proveedores con los que nos gusta trabajar mano a mano, al igual que hacemos dentro de España.

Si en tu mente dibujas un restaurante tan perfecto como elegante, la solución se llama Hurlé & Martín.