Todo sobre la boda de Gallardo y Valls: los Gipsy Kings, la ensaimada gigante y el novio en albornoz
Unos 150 invitados fueron testigos del enlace, cuyos festejos empezaron el viernes anterior con una cita informal en las bodegas Binifadet
De blanco total, eufóricos, bailando y casi saltando. Los novios Susana Gallardo y Manuel Valls entraron a la carpa del fincón en el que se celebraba el convite de su boda al ritmo de ‘Volare’ interpretado por los Gipsy Kings. Ella, con un pequeño bouquet en la mano izquierda, vestida con un traje inspirado en los años dorados de Hollywood y formado por el cada día más deseado Zé García. Él, con una guayabera blanca casi transparente, un sombrero Panamá y sin soltar de la mano a una novia inundada de felicidad.
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Unos 150 invitados fueron testigos del enlace, cuyos festejos empezaron el viernes anterior con una cita informal en las bodegas Binifadet, culminaron con la boda civil y posterior fiesta en la finca de Gallardo en Binidalí. Y se cerraban en el Club Náutico de Binisafúa con una comida de despedida y agradecimiento, una cita esta última que empezó tarde porque la fiesta de la noche anterior se alargó hasta entrada la madrugada.
Hubo música en directo, con baile alrededor de una piscina llena de globos dorados, color que combinaba con las luces rosáceas que decoraban el jardín. La fiesta la abrieron los novios, de subidón, con la citada ‘Volare’. La mayoría de los invitados se pusieron en pie, servilleta al viento, para dar la bienvenida a los recién casados, que bailaron delante de sus amigos y familiares.
Uno de los momentos más divertidos de la tarde se produjo antes de la celebración, cuando los fotógrafos vieron a Manuel Valls aparecer en el lugar para dar su último visto bueno. Y lo hizo en albornoz, lo que provocó las risas de todos, incluido el ex primer ministro francés, tal y como informa el periódico local ‘Mira Menorca’.
Nadie vio a Gallardo en albornoz, no se preocupen. El vestido de la novia era blanco nuclear, con cuello halter, una cintura drapeada y una gran abertura lateral pespunteada de plumas, un homenaje al famoso vestido de plumas de Ginger Rogers en ‘Sombrero de copa’. Con un peinado ‘despeinado’, la novia recordaba a las estrellas del cine de los 50.
Siempre arropada, Gallardo contó con la presencia de sus tres hijos y tres de los cuatro de Valls. Todos de blanco. Las dos hijas Palatchi Gallardo cumplieron con el protocolo a rajatabla y la mayor incluso aprovechó para rendir homenaje a su madre: Gabriela lució el mismo look que en su fiesta preboda, que fue una celebración flamenca. El vestido fue largo con pequeños detalles floreados y unas rosas rojas en forma de diadema que recordaban al look de Frida Kahlo.
Marta, la segunda, iba en su línea más discreta con un tocado beis muy claro, con un traje del mismo color con pailletes y un afilado escote. Sus parejas lucían sendas camisas blancas de hilo. El día antes, el viernes por la noche, los invitados iban mucho más informales, como pudimos comprobar con el look de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, los dos invitados más famosos.
Entre los asistentes al convite había otros nombres ilustres: Javier Godó y su mujer, Marisa Falcó, condes de Godó; José Crehueras y Columna Martí; Marian Puig, María Guasch y Marc Puig (Grupo Puig); Félix y Naty Revuelta (NaturHouse); Pedro J. Ramírez (ex director de 'El Mundo'); Paco Caro (Equipo Singular). Además de la madre del novio, Luisa Galfetti, viuda del pintor Xavier Valls, y su hermana, Giovanna Valls. Y los padres de la novia, Antonio Gallardo y María Teresa Torrededía. El hijo de ella, Alberto, acudió de negro total el viernes con unas cajitas de regalo para su madre.
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Tal y como publicó Mariángel Alcázar en 'La Vanguardia', se sirvió una crema fría de tomate, rape con butifarra, sorbete de mojito y una gran ensaimada de Menorca de más de dos metros de diámetro con nata fresca y chocolate caliente como tarta nupcial. Se ‘regó’ con el vino blanco de DO Alella IN-VITA, y el tinto Digma, de Bodegas Castillo de Sajazarra, de la DOCa Rioja, y champán rosé.
De blanco total, eufóricos, bailando y casi saltando. Los novios Susana Gallardo y Manuel Valls entraron a la carpa del fincón en el que se celebraba el convite de su boda al ritmo de ‘Volare’ interpretado por los Gipsy Kings. Ella, con un pequeño bouquet en la mano izquierda, vestida con un traje inspirado en los años dorados de Hollywood y formado por el cada día más deseado Zé García. Él, con una guayabera blanca casi transparente, un sombrero Panamá y sin soltar de la mano a una novia inundada de felicidad.
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