Antonia Dell'Atte y Obregón, historia de una enemistad con duelo final en 'MasterChef'

"Ha venido aquí pensando que esto es una pasarela, que viene a lucirse. No sabe ni freír un huevo porque es una niña mimada". Con una frase así cuesta creer que la reconciliación entre Antonia Dell'Atte y Ana Obregón sea real. Otro ejemplo: "Ella es Antoñita la fantástica, vive en una realidad diferente a la de todo el mundo. Además, tiene que aprender a servir a los demás. A ser más humilde. Tenemos una manera de ver la vida muy diferente. No comparto su manera de tratar de estar siempre en el candelero".

La temperamental italiana no se andó con chiquitas en su primera reunión en un plató, en 'MasterChef', con la que fuera su eterna rival durante décadas, desde que la que fuera modelo de Armani y Alessandro Lequio pusieron un pie en España porque él era un ejecutivo de Fiat. Su separación fue de todo menos pacífica y durante estos años los cuchillos han volado en forma de titulares de revista o declaraciones televisivas.

En esa segunda categoría de puñaladas debemos incluir la participación de Antonia el 13 de octubre de 1993 en 'La máquina de la verdad', en la que se llegó a emitir una grabación de una conversación telefónica entre la modelo y Lequio en la que el aristócrata italiano no dejaba muy bien parada a la que entonces era su compañera sentimental y madre de su único hijo, Álex.

Las declaraciones de Ana fueron tan explosivas y el contenido del programa presentado por el recordado Julián Lago tan cuestionable que el propio Ministerio de Educación y Ciencia emitió tres días más tarde un comunicado señalando que el espacio vulneraba el código deontológico de protección de la infancia al que se había adherido Tele 5.

Fueron muchos los desencuentros durantes estas décadas, pero en 2015 parecía que se había llegado a una paz definitiva cuando ambas mujeres coincidieron en la cena de gala del Salón Internacional del Caballo y escenificaron de manera pública su reconciliación, que llegaba tras una sucesión de acontecimientos propios de una telenovela caribeña (o turca) o de una novela del siglo XIX. Posteriormente, cuando Álex Lequio enfermó, las declaraciones de la primera mujer de su padre daban a entender que todo el pasado estaba olvidado y que además entre los dos hermanos, Clemente, hijo de Antonia, y Álex, había una buena y fluida relación.

Un enorme flashback

A tenor de lo sucedido ante las cámaras de TVE (las afirmaciones negativas sobre Ana las hizo cuando ella no estaba delante), parece que no es así y es un buen momento para echar la vista atrás.

Antonia llegaba a España inaugurando la década de los 90, pero las imágenes de Ana Obregón con Lequio, primero en Madrid y después en Mallorca, hacían saltar por los aires la vida de la modelo, aunque la actriz española declaraba en 'Tiempo' que "no he roto nada que no estuviera roto".

Comenzaban entonces las descalificaciones de la visceral italiana, a las que Ana iba contestando también a través de los medios de comunicación, pero, quizás, la primera gran victoria para la italiana fue la separación de Lequio. Sin embargo, esto no significa que Antonia se diera por satisfecha, porque no bajó jamás el nivel de sus diatribas y el hecho de que fichara por '¿Qué apostamos?' fue interpretado también como un nuevo dardo contra su némesis.

Posteriormente, llegarían las insinuaciones de Antonia sobre Lequio que podrían interpretarse como que la habría maltratado, Ana responde con contundencia asegurando que estaba cansada de 'personajillos que frivolizan con los malos tratos', a lo que la exmodelo contesta que "todo se debe a su incapacidad y su falta de talento para trabajar".

En 2010, aparecían en un reportaje de 'Vanity Fair', aunque no compartían plano en ninguna fotografía. Cinco años má tarde llegaba el citado encuentro en el Sicab de Sevilla y en 2016 ya posaron juntas en '¡Hola!' para sellar una paz que parece más formal que real: "Lo hemos hecho por nosotras y especialmente por nuestros hijos".

Habrá que estar pendientes de si lo ocurrido en 'MasterChef' es solo una anécdota o vuelven a estar las espadas en alto...