Lara Álvarez pasea su nuevo amor por las playas de Cádiz

El corazón de Lara Álvarez tiene un nuevo ocupante. Eso al menos se desprende de las cariñosas imágenes de la presentadora de 'Supervivientes' en la playa junto a un atractivo joven que publica la revista '¡Hola!' en su edición de esta semana.

"Cogidos de la mano y derrochando besos, risas y complicidad por las playas de Cádiz". Así describe la publicación la actitud de la asturiana con el afortunado caballero, un artista gaditano llamado Adrián Torres, de 38 años, famoso por sus retratos y murales, que tiene estudio propio en Conil y, además de dedicarse a la pintura, es fundador de un proyecto solidario llamado Riding Colors para ayudar a los más desfavorecidos a través del arte.

Amante del sol, de la tierra y de los animales, según reza su perfil en Instagram, tras comenzar pintando en la calle ha llegado incluso a exponer fuera de nuestras fronteras. "Desde niño ha sentido una gran pasión por el arte y la pintura, ya que sus recuerdos de niño le llegan viéndose pintar cómics todo el tiempo", se asegura en la parte biográfica de su página web.

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En las últimas semanas, ambos se han intercambiado likes y comentarios en las redes sociales, y ahora han llevado su relación al siguiente nivel, disfrutando juntos de las vacaciones de verano después de que Lara hiciera escala en Formentera y en las islas Canarias.

Hasta ahora, la última relación conocida, desvelada y enterrada en el plazo de unos meses también por la revista '¡Hola!', fue la que mantuvo el año pasado con Andrés Velencoso. El noviazgo del modelo y actor catalán y la periodista se dio a conocer en verano y no llegó a comerse las uvas, pese a los recientes rumores de reconciliación entre ambos.

Un año de grandes cambios pues para la asturiana, tras la edición más difícil de 'Supervivientes', en la que se vio obligada a pasar la cuarentena lejos de sus familiares, pues no solo ha cambiado de pareja, también de vivienda. Si el año pasado se compró una casa, este verano ha invertido en otro piso también en Madrid –concretamente un dúplex de 100 m2 en Boadilla del Monte–, así que puede elegir dónde descansar tras sus ajetreados meses bajo el sol caribeño.