El primer sermón del hijo de Tejero en el puesto de párroco del hermano de Villarejo

Ramón Tejero, el hijo del teniente coronel Antonio Tejero, artífice del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, ya oficia misa como párroco en la iglesia Virgen Madre de Nueva Andalucía, en Marbella, donde hasta ahora era su regente Pedro Villarejo, el hermano del comisario José Manuel Villarejo. Tal como les contó Vanitatis este verano en exclusiva, el sacerdote está muy concienciado con esta nueva andadura en la que reparte la eucaristía a 'príncipes' y 'princesas' de este lujoso distrito marbellí.

Hasta este momento, había sido el clérigo Villarejo el que gestionaba el templo andaluz al que acude la jet de la localidad malagueña para escuchar misa. Con la llegada del presbítero Tejero, don Pedro, como le llaman sus feligreses, ha sido destinado al Ángel, uno de los barrios más humildes de casitas sociales blancas y típicamente andaluzas, ubicado entre Puerto Banús y los campos de golf de Nueva Andalucía. Este complejo fue construido por Jesús Gil: “Así compró votos, regalando viviendas a gente desfavorecida, a la que daba como obsequio las casas”, cuentan algunos marbellíes. Según ha sabido este medio, el prelado ha sido muy bien acogido en la pequeña iglesia de esta comunidad, donde este fin de semana se estrenó con las fiestas del Ángel Custodio.

Curas mediáticos en Virgen Madre

Mientras tanto, en su antigua parroquia Virgen Madre, se marcaba su sermón Ramón Tejero, que comenzó mascarilla en boca y pidiendo a sus parroquianos que fueran generosos con la colecta que iba para Cáritas. Este templo andaluz es frecuentado por la jet marbellí para escuchar misa y celebrar sus liturgias religiosas. Al santuario acuden desde la princesa María Luisa de Prusia al conde Rudy o Sophie von Schönburg, ahijada de la reina Sofía. La aristocracia marbellí está encantada con poder oír a partir de ahora los responsos del polémico sacerdote. Su inminente nombramiento por el obispo de Málaga, Jesús Catalá, causó extrañeza, pero fue bien acogido en altas instancias eclesiales. Ambos religiosos se conocieron en Roma y el máximo representante del Vaticano en la provincia malagueña ha considerado “idóneo” este nombramiento en uno de los distritos de Marbella con más población.

El hijo del ex guardia civil ha manifestado su contento con el nuevo destino. Acostumbrado a las portadas de las revistas y periódicos, ya no le extraña que salte un flash en su iglesia. Fue el encargado de oficiar la ceremonia religiosa de la inhumación de Franco en Mingorrubio. También le vimos en el caso Julen y, unos años antes, estuvo bajo el foco de los medios de comunicación cuando apoyó a un transexual al que el obispado de Cádiz había impedido ser el padrino de bautismo de su sobrina. El religioso entonces reprodujo las palabras de la madre Teresa de Calcuta: "Todos somos Cristo vivo en este mundo y no importa ni la raza ni el sexo".

Día de la Hispanidad

Ahora todo el mundo espera el sermón de Ramón Tejero en su nueva parroquia el próximo 12 de octubre, Día de la Hispanidad. En algunos momentos de su dilatada carrera religiosa, las críticas a la labor pastoral de Tejero se han sucedido por su filiación política. Hace un año, la diputada García Sempere llevó al Congreso la denuncia de la presencia "del golpista Tejero" en un acto oficial de la Guardia Civil en los actos del 12 de octubre que el Instituto Armado celebró en Rincón de la Victoria, lugar en el que el prelado desempeñaba su labor eclesiástica. Ramón Tejero salió entonces en defensa de su padre, diciendo que fue él mismo quien le invitó a estar allí: “Y lo invitaré toda la vida”.

Antes de ser sacerdote, Ramón Tejero fue candidato a diputado por Valencia en las listas de Solidaridad Española, el partido liderado por su padre, y también dirigió la campaña electoral que Tejero organizó en 1982. El mismo sacerdote, en su página de Facebook, tiene emotivas palabras para él: “Un padre extraordinario. Un hombre excepcional. Un amigo fiel. Un español honorable y un cristiano sincero y veraz. Mi padre es mi padre. Me duele la falta de información y coherencia. Me duele ver cómo todos aprovechan el 'silencio' de un hombre para intentar destruirle, quizá por miedo a su palabra. Me duelen tantos programas y tan poca veracidad. Quiero a mi padre con locura. Es por ello que ruego y aliento a todos aquellos que creen en la libertad de expresión, para que sean tan audaces y coherentes como para publicar estas pobres palabras que tan solo manifiestan los sentimientos de un hijo por su padre. Un hijo que se siente orgulloso de su padre y de que este se llame Antonio Tejero Molina”. En el tiempo que ocupó la iglesia de Santa Teresa en la Cala de Mijas era muy frecuente ver al ex teniente coronel de la Guardia Civil paseando por esta pequeña pedanía de Fuengirola. En esta parroquia estuvo durante 18 años y su buena andadura le sirvió para que le nombraran hijo adoptivo del municipio. La plaza de la iglesia donde daba la misa lleva hoy su nombre en reconocimiento a su labor ecuménica.

Tejero, al revés Rojete

Como el mismo parafrasea, Ramón Tejero tiene como referentes a dos hombres en su vida: al golpista Antonio Tejero y a Juan Pablo II. Para el papa Francisco también tiene palabras de apoyo como las de la última homilía del domingo en el templo marbelli, donde pidió a los feligreses que fueran “generosos” en la colecta. Desde hace décadas, el vástago del militar reside en Málaga y es muy querido en la Costa del Sol. El sentimiento castrense está fuertemente arraigado en los genes de don Ramón: es hijo y nieto de guardia civil.

De su madre, Carmen Díez Pereira, aprendió toda la disciplina de la docencia, ya que es maestra de profesión. Son cinco hermanos: dos chicos y tres chicas. Sus cuñados también son militares: un general de división y un coronel del Ejército de Tierra. Su hermano Antonio ha seguido los pasos de su padre y es guardia civil. Juan, el último de los hermanos, también optó por la carrera militar y es sargento jefe. El único que se calzó la sotana fue Ramón, que de los cinco hermanos es sin duda el más mediático de los hijos del golpista.

Quienes le conocen en el mundo de la curia afirman que es “socarrón e irónico”. De hecho, se hace llamar en redes sociales Moncho Rojete (invirtiendo las sílabas de su apellido). Moncho estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Toledo, y posteriormente se desplazó a la ciudad peruana de Cuzco, donde permaneció casi dos años. En enero de 1989 se ordenó sacerdote, con 24 años, en el convento de la Visitación de Santa María. Esa fecha es, a día de hoy, aún muy recordada por la extrema derecha de este país: el número 20 de la madrileña calle de Santa Engracia, lugar del ordenamiento, se convirtió en un acto de exaltación de los franquistas. Era la primera vez que al padre del sacerdote, Antonio Tejero, le dejaban salir de la cárcel de Figueras tras ocho años en prisión para presenciar la ordenación de su hijo. Entre los asistentes a la ceremonia se encontraban dirigentes ultraderechistas, como Mariano Sánchez Covisa o el capitán de navío Camilo Menéndez, también juzgado por el 23-F. Fue ordenado sacerdote por monseñor Alcides Mendoza Castro, arzobispo de Cuzco, y por el religioso agustino Giovanni Salerno, fundador del movimiento Siervos de los Pobres del Tercer Mundo, al que el hijo del ex teniente coronel pertenece.

De Villarejo a Tejero

Algunos de los parroquianos de Virgen Madre de Nueva Andalucía significan a este medio que “parece que hacen un casting para elegir la curia de este templo. Ya que todos, por h o por b, tienen tintes mediáticos”. El pasado año, Ramón Tejero volvió al centro de la noticia, esta vez como párroco de Totalán, en Málaga, lugar donde se produjo la muerte accidental del pequeño Julen. Y de esta parroquia humilde de Málaga ha dado el salto a la actual de Marbella, ocupada por el sacerdote Pedro Villarejo Pérez, hermano mayor del excomisario José Manuel Villarejo, actualmente preso y con varias causas pendientes. La presencia del nuevo pastor Villarejo en su nuevo destino, la colonia del Ángel, ya se ha hecho familiar entre los feligreses. Alguno que otro ya le llama páter Pedro.