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Plácido Domingo cumple 80: Marta Ornelas, la mujer que abandonó su carrera para estar a su lado
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SEIS DÉCADAS JUNTOS

Plácido Domingo cumple 80: Marta Ornelas, la mujer que abandonó su carrera para estar a su lado

Ella es la persona en la que confía totalmente. Más aún en este último año en el que los halagadores oficiales dejaron de conectar con el cantante y su esposa

Foto: Plácido Domingo y Marta Ornelas. (Getty)
Plácido Domingo y Marta Ornelas. (Getty)

Plácido Domingo cumple 80 años en unas circunstancias que nunca hubiera imaginado. Atrás dejó 2020 con acusaciones por parte de nueve mujeres de abusos sexuales, revisión de contratos, cancelación en España por el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, de varias de sus intervenciones y su renuncia como director general de la Ópera Nacional de Washington. A todo esto se unió un problema de salud al infectarse por coronavirus que le obligó a tener que ingresar en un hospital de Acapulco, ciudad en la que tiene una villa y pasa las temporadas de descanso.

Foto: El tenor Plácido Domingo. (Reuters)

Los seguidores y detractores se enfrentaron en fuertes guerras dialécticas y, durante un tiempo, ocupó los titulares de la prensa nacional e internacional por los escándalos. Él mismo explicaba al periodista Rubén Amón, en El Confidencial, que no supo gestionar la crisis. “Hasta el verano pasado estuvo plagada de errores que dejaron muchos malentendidos y mucha manipulación”. Así se expresaba, y añadía que su cumpleaños lo celebrará interpretando la ópera de Verdi ‘Nabucco’ en Viena.

placeholder Plácido Domingo, durante una actuación. (EFE)
Plácido Domingo, durante una actuación. (EFE)

Compañera inseparable

Y siempre a su lado Marta Ornelas, su compañera de vida durante los últimos sesenta años. Plácido Domingo se casó a los 16 años y ese primer matrimonio con Ana María Cue (del que nació José, su primogénito) duró doce meses. Martacariño (este es su apodo en el mundo artístico que rodea a su marido, al ser así como siempre se dirige a ella en público) eligió dar un paso atrás y dejar el brillo y las luces del escenario al tenor. Abandonó su carrera de soprano y se dedicó a su marido y a sus hijos. “Era incompatible abarcar todo si quería llegar a ser la mejor en mi profesión. Y me dediqué a ser lo que soy: esposa, madre y, cuando llegaron los nietos, abuela”.

A pesar de esa invisibilidad elegida, los que han tratado al cantante sabían que adorar el santo por la peana era el mejor resultado para llegar a él. En este caso, la peana era Martacariño, a la que si no caías bien, resultaba imposible el acercamiento a Domingo.

placeholder Marta Ornelas. (Cordon Press)
Marta Ornelas. (Cordon Press)

En este sentido hay anécdotas en las que su papel era definitivo a la hora de alargar o reducir, por ejemplo, una entrevista para medios que no fueran estrictamente musicales. Se sentaba cerca del entrevistador con sus agendas y sus cosas, y si las preguntas iban por derroteros que no gustaban, interrumpía con un “hay que terminar”.

Una mujer rigurosa, poco dada a las confidencias y mucho menos a conceder entrevistas. Una de las últimas veces que se la ha escuchado fue con Bertín Osborne, en su programa ‘En la tuya o en la mía’, donde entrevistaba al tenor. Siempre con declaraciones muy medidas y con cuentagotas.

Boda por lo civil

Plácido y Marta se conocieron en México, en el colegio, cuando ambos eran aún muy jóvenes. El tenor había nacido en Madrid, pero sus padres se trasladaron a la capital del aquel país, donde tenían una compañía de zarzuela. Al cabo del tiempo, volvieron a coincidir. Ambos formaban parte del mundo musical y, entre canción y canción, congeniaron. Así lo contaba Marta en una de sus escasísimas conversaciones con periodistas, en la revista ‘Tiempo’ en los años 90: “Al principio, no le hacía mucho caso porque yo cantaba ópera y él zarzuela. Y un cantante de ese género me parecía poco. El caso fue que empezamos a vernos, a quedar nosotros solos hasta que decidimos formalizar nuestra situación y nos casamos. Poco después de conocernos, un profesor le dijo que estaba facultado para la ópera y, al principio, no se lo creía ni él mismo”.

Lo hicieron con una ceremonia por lo civil, aunque los dos eran creyentes. “Yo dejé de cantar porque era incompatible con la educación de los niños. No me arrepiento. Y cuando ya fueron mayores, decidimos que le acompañaría siempre. Soy su crítica más feroz. Hay veces que me rehúye para que no le diga las verdades. Su rasgo más destacado es la generosidad de espíritu y su afán por estar bien con todo el mundo”.

placeholder Marta Ornelas, en las páginas de la revista 'Tiempo'.
Marta Ornelas, en las páginas de la revista 'Tiempo'.

Contaba en aquella entrevista que en ocasiones se tenía que poner fuerte porque en los camerinos de los teatros todo el mundo quería entrar a saludar y pedirle autógrafos: “En esas circunstancias, yo era la mala”. La mujer del tenor relataba una de las aficiones de su marido: “Le encanta el fútbol y lo practica cuando puede para mantenerse en forma. A mí no me gusta por si se lesiona. A veces, hay algún partido importante y se lleva el televisor al camerino y de pronto se oye un grito potentísimo de gol cuando marca su equipo”. Contaba también que, gracias a su salud de hierro, resistía el ritmo de vida y de trabajo.

Marta Ornelas ha sido y es la persona en la que confía totalmente. Más aún en este último año en el que los halagadores oficiales prefirieron dejar de conectarse con el matrimonio Domingo.

Plácido Domingo cumple 80 años en unas circunstancias que nunca hubiera imaginado. Atrás dejó 2020 con acusaciones por parte de nueve mujeres de abusos sexuales, revisión de contratos, cancelación en España por el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, de varias de sus intervenciones y su renuncia como director general de la Ópera Nacional de Washington. A todo esto se unió un problema de salud al infectarse por coronavirus que le obligó a tener que ingresar en un hospital de Acapulco, ciudad en la que tiene una villa y pasa las temporadas de descanso.

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