Xandra Falcó escenifica su salida del sueño de su padre, la bodega Marqués de Griñón

Cuando una tiene un hermano como el brillante Manuel Falcó, uno de los directivos más reconocidos de la banca internacional, o una hermana como Tamara Falcó, el fenómeno televisivo de la temporada, siempre está en desventaja en lo que a fama y laureles se refiere. La de Xandra Falcó es una labor más callada, pero imprescindible. Si alguna vez ha hecho concesiones ha sido para apoyar a su hermana en 'MasterChef' o para promocionar los negocios de vino y aceite de su padre, en los que estaba muy involucrada hasta el año 2018.

Tamara se emocionaba esta semana en 'El hormiguero' al revelar que ya había recibido la Real Carta de Sucesión con la que el rey Felipe certifica todos los títulos nobiliarios. La diseñadora es ya, a todos los efectos, marquesa de Griñón. Para el título que dejó Carlos Falcó al morir tenían mejor derecho tanto su hermano Manuel como su hermana Xandra, pero don Carlos hizo una distribución y dejó estipulado que el título al que más cariño tenía fuera a parar a su hija mediana.

A pesar de este gesto con Tamara, quienes sostuvieron los sueños de este viticultor audaz e innovador que fue Carlos Falcó fueron sus dos hijos mayores. Manuel Falcó con su apoyo y asesoramiento económico, y Xandra Falcó en el engranaje de la empresa. Hasta 2003 tenía una vida laboral al margen de la de su padre, aunque desde pequeña su relación con el campo era habitual gracias a la herencia paterna recibida de su abuela, Hilda Fernández de Córdoba. Xandra estudió marketing, dirección y administración de empresas en las mejores universidades de Madrid, Oxford y París. Este currículum, unido a un carácter fuerte y emprendedor, la hizo idónea.

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Xandra ha contado a Vanitatis alguna vez la fuerte relación y admiración que sentía por su padre: “Ha sido un gran innovador y tuvo la capacidad de colocar en el mundo el vino de calidad. Yo he visto cómo se plantaban los primeros viñedos, cómo funcionaba la bodega y el éxito de los primeros premios. El campo es fundamental en nuestras vidas y mis hijas disfrutan ahora como lo hacía yo de pequeña”.

En 2012, el marqués de Griñón tomó la decisión de ceder la batuta a su hija y la nombró directora general de la empresa familiar. Carlos Falcó, ingeniero agrónomo, ya sabía que su primogénita estaba más que preparada para llevar las riendas de su tesoro más querido, en el que invirtió y reinvirtió su patrimonio. Desde 2003, Xandra colaboraba en la empresa pero sin cargo. Pasaba muchas horas en la finca toledana de Casa de Vacas junto a su padre. El marqués, más dedicado a la producción, y ella como experta en marketing, en prácticamente todo lo demás. Esta relación paternofilial se mantuvo a lo largo de toda una vida.

Por eso es tan simbólico el paso que ha dado la bodega. En el año 2018, por decisión propia, Xandra dejó de trabajar con Griñón en las bodegas y en el campo para centrarse en otros proyectos, pero hasta ahora no se había hecho oficial el relevo. Marqués de Griñón Family Estates S.A., la empresa a través de la que se gestiona la prestigiosa bodega, cesó a finales de febrero oficialmente a Xandra de sus cargos como directora general, responsable de exportación, de marketing y responsable comercial.

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Marqués de Griñón Family Estates es la sociedad que agrupaba buena parte de la actividad vinícola desarrollada por las bodegas de Carlos Falcó. La bodega es propiedad al 50% de dos sociedades, The Haciendas-Company Limited y Cotos del Valle del Pusa SL. En esta segunda empresa el accionista mayoritario es el hijo mayor del marqués, Manuel Falcó Girod, quien apoyó (en toda la extensión de la palabra) siempre el sueño de su padre, sobre todo en sus últimos años. La gran finca de la familia, la Quinta Casa de Vacas, donde los viñedos conviven con campos de lavanda y que Carlos Falcó consideró siempre su refugio, es propiedad de la citada Marqués de Griñón Family Estates. Allí cuentan con casi 300 hectáreas de tierras regadas por el río Tajo, una gran casa palacio, la bodega y la almazara.

"Mi compromiso es continuar con la empresa"

¿Y cuáles son los planes de futuro del hijo mayor de Carlos Falcó para la bodega? "Mi compromiso personal es continuar la empresa", tal y como él mismo escribió en un emotivo mensaje colgado en las redes sociales de la bodega Marqués de Griñón pocos días después de morir don Carlos. "Tras la inesperada muerte de mi padre, Carlos Falcó, que todos hemos vivido con gran tristeza, quiero agradeceros personalmente vuestros mensajes de pésame y las muestras de cariño, en mi nombre y el de mis cuatro hermanos, los accionistas y todos quienes han colaborado en hacer realidad la que ha sido la gran empresa de su vida, Marqués de Griñón Family Estates. Nos sabemos herederos del legado personal de quien ha sido reconocido por todos como un gran innovador, cuyo empeño vital fue lograr merecido reconocimiento para España como referente mundial de los vinos y aceites de calidad. Soy consciente de que será difícil para todos no sentir nostalgia y echarle de menos. Pero tened la más absoluta certeza de que vamos a seguir adelante con su proyecto, como mi padre quería que nosotros hiciéramos. Mi compromiso personal es continuar la empresa que mi querido e irrepetible padre fundó hace ya medio siglo. Seguir haciéndola crecer, manteniendo vivo su espíritu emprendedor y el compromiso con la calidad que nos ha transmitido".

El único vínculo que sigue manteniendo Xandra con la bodega es a través del capital, como ella misma ha confirmado estos días a Vanitatis: "Yo ya no estoy en la gestión desde 2018. El accionariado es de este grupo que han sido socios de mi padre desde el año 95, y de la familia, no solo de mi hermano, aunque él es mayoritario".

Cuando decidió dejar la bodega, en el marco de la nueva relación de su padre con Esther Doña, Xandra, siempre alérgica a las polémicas, explicaba en Vanitatis que quería iniciar sus propios "proyectos individuales". "Tienen que ver con el mundo de la gastronomía, que es el sector que conozco. Por ahora no puedo decir más porque estoy en plena organización”.

A día de hoy, su nombre aparece vinculado a varias empresas, muchas de ellas relacionadas con los proyectos de su padre y con inversiones junto a su marido, el añorado financiero Jaime Carvajal Hoyos, de cuyo repentino fallecimiento se han cumpido estos días seis meses. Su ocupación principal a día de hoy es sacar adelante a sus tres hijas, que no es poco, y presidir el Círculo Fortuny, otra 'herencia' de Carlos Falcó, que fue presidente también hasta su muerte en marzo de 2020.