La última escapada de Tamara Falcó e Iñigo Onieva: cena Michelin y homenaje al marqués
La marquesa de Griñón ha pasado el fin de semana en Valladolid, rodeada de viñedos y disfrutando de la compañía de su novio, Iñigo Onieva
Tamara Falcó e Iñigo Onieva están disfrutando de un verano entre bodas y escapadas. La aristócrata está con el siguiente curso de Le Cordon Bleu y su exigente programa, con clases y prácticas repartidas durante toda la semana, prácticamente no le permite tener ni un minuto libre de lunes a viernes.
Por ello, cuando no tienen compromisos nupciales (ya han tenido varios en lo que va de temporada), la enamorada pareja aprovecha para realizar algún viaje exprés de viernes a domingo y si es con excusa gastronómica, mejor que mejor.
Si hace unas semanas viajaban a Ibiza con amigos y a Ciudad Real a la boda de Felipe Cortina, apenas unos días después, este fin de semana, tal y como han narrado en redes sociales, se han desplazado hasta Valladolid para disfrutar de las instalaciones de lujo de Abadía Retuerta Le Domaine, un hotel ubicado en el corazón del Valle del Duero donde disfrutar de los caldos de la zona y de cualquiera de los tres menús degustación que ofrecen en su restaurante Refectorio.
Galardonado con una estrella Michelin desde 2014, este restaurante, ubicado en el comedor donde comían y cenaban los monjes de la abadía, ofrece una experiencia total: “Apoyándose en los productos y productores de la zona, presenta una propuesta gastronómica que sigue las líneas creativas contemporáneas actuales”, explican en su página web. Además, cuenta con 2 soles Guía Repsol y el año pasado logró su primera estrella Verde, una distinción que Michelin concede a aquellos restaurantes que tienen compromiso con la sostenibilidad y aplican prácticas responsables con el medioambiente.
Una cena para dos donde celebrar su amor -dentro de poco cumplirán un año de noviazgo- que tuvo su particular homenaje a Carlos Falcó, marqués de Griñón. Durante el servicio de más de una decena de platos, hicieron una cata de pan maridado con uno de los aceites comercializados con el título que ahora ostenta Tamara. Un guiño que no dudó en compartir en redes Iñigo Onieva con orgullo.
No obstante, no todo fue la cena. El plan empezó horas antes, tras una siesta en la piscina, continuaron con una visita guiada a los viñedos que rodean la abadía, que se pueden ver tanto en bicicleta acompañado de un pícnic como en 4x4.
Posteriormente, recorrieron la sala de elaboración y sala de barricas; y más tarde, el interior del edificio, fundado a finales del siglo XII, a orillas del río Duero (en el término municipal de Sardón de Duero).
No era para menos, se trata de una de las obras más importantes del románico en la provincia de Valladolid ya que su fundación data del año 1146 por parte de Sancho Ansúrez, primer abad y descendiente del conde Pedro Ansúrez, fundador a su vez de la villa de Valladolid.
Un fin de semana de relax, enología y gastronomía en el que seguro que han cargado las pilas para continuar con este atípico verano en Madrid.
Tamara Falcó e Iñigo Onieva están disfrutando de un verano entre bodas y escapadas. La aristócrata está con el siguiente curso de Le Cordon Bleu y su exigente programa, con clases y prácticas repartidas durante toda la semana, prácticamente no le permite tener ni un minuto libre de lunes a viernes.