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Rafa Tarradas, de la saga Bultó, publica nuevo libro: "Me gusta salir. Nunca fui un ratón de biblioteca"
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'EL VALLE DE LOS ARCÁNGELES'

Rafa Tarradas, de la saga Bultó, publica nuevo libro: "Me gusta salir. Nunca fui un ratón de biblioteca"

Tras el éxito de 'El heredero', que nació con una autopublicación en Amazon, el autor viaja hasta la Cuba de las plantaciones de azúcar para su nueva novela

Foto: Rafael Tarradas Bultó. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)
Rafael Tarradas Bultó. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)

De casta le viene al galgo. Si hay algo que se puede decir de Rafa Tarradas Bultó es que es elocuente, tiene carisma y unas ideas bastante claras. Cuando accedemos a él, vía Skype, no pone freno a ninguna pregunta, no controla el tiempo que hablamos y se sale de cualquier protocolo que implique distancia. Con la humildad del principiante (y ya no lo es), Rafa presenta estos días 'El valle de los arcángeles', su segunda obra; una 'novela río' al estilo de las del siglo XIX. Una gran historia de "pasión, amor y venganza", tal y como reza el reclamo editorial, que también es el retrato de una mujer ambiciosa y fascinante que poco tiene que envidiar a la Escarlata O'Hara creada por Margaret Mitchell. Entre sus páginas hay sitio para el recuerdo de la Cuba decimonónica, llena de plantaciones de azúcar, comercio y la inquietud por la guerra que implicó a la entonces colonia de España; un conflicto que habría de cambiar el país para siempre.

Bultó, tercera generación (su abuelo, Paco Bultó, fue el fundador de las marcas Montesa y Bultaco) de una saga reconocida en el mundo empresarial catalán y miembro de la Junta, ese grupo de amigos en el que se reúnen desde Paula Echevarría a Adriana Carolina Herrera, ha crecido como autor gracias al imparable éxito de 'El Heredero', una novela que autopublicó en Amazon y que después fue un fenómeno de ventas gracias a Espasa. Todavía sigue compaginando su trabajo habitual con el oficio de escribir, ha firmado dos libros más con la editorial y, como muchos de nosotros, evita hacer planes a largo plazo después de una pandemia que aprovechó para escribir y reflejar, a través de unas páginas que se devoran con voracidad, su amor hacia una Cuba soñada y perdida, hacia las mujeres de personalidad fuerte y hacia sus propios amigos, a los que lanza algún guiño que otro.

Foto: Rafa Tarradas y Eugenia Silva. Foto: Gianmarco Panarea

'El heredero' se publicó en enero de 2020. En 'El valle de los arcángeles' también se nota una amplia labor de documentación. ¿Cómo es posible escribir una novela así, de 648 páginas, cuando la anterior aún está reciente?

Piensa que yo empecé a escribir nada más acabar ‘El heredero’, a finales de 2019, y lo entregué mientras vivíamos Filomena. Todo el mundo me decía que bajase a la calle a ver la nieve y yo les decía: "No, no,no, que me he comprometido y lo tengo que entregar". He estado como dos años escribiéndolo y entre medias también hubo una pandemia. Tengo una agencia de eventos y nos quedamos sin eventos, con lo cual tenía muchísimo tiempo. Si tienes la idea clara en la cabeza, que es lo más difícil, escribirlo no es tan complicado.

placeholder Rafa Tarradas. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)
Rafa Tarradas. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)

Este es un libro que retrata temas que ahora son espinosos como la esclavitud o la figura de la 'femme fatale', que utiliza sus encantos femeninos para ascender socialmente. ¿Temías ser políticamente incorrecto?

Creo que ahora puedes fallar en tantas cosas que nunca podríamos hablar de nada. Asumo que todos nos vamos a equivocar alguna vez y durante tiempo seguiremos metiendo la pata. He descrito a una mujer que es un homenaje a la mujer empoderada y a las virtudes femeninas. Pepa tiene dos ases: una es que es muy guapa y otra que no tiene escrúpulos. Su primera motivación es salir de la miseria, la segunda estar en la élite y cuando lo consigue, quiere ser la mejor en su negocio. En un pasaje del libro dice estar harta de que la valoren por su belleza, que está harta del prototipo de la mujer lánguida del plantador. Ella quiere ser la que lleve el ingenio (nombre de las plantaciones cubanas de azúcar). En realidad, el pusilánime en la historia es el marido, Rafael, no ella. No se puede mirar con nuestros ojos del siglo XXI, porque en aquella época era muy difícil ser una mujer así”.

¿Hubo alguna mujer en especial o de la vida real en la que te fijases para crearla?

Yo cuando la describo, voy imaginando en mi cabeza a mujeres de cine o a amigas. Lauren Bacall es un buen ejemplo porque, como mi protagonista, era una mujer especial, una mujer dura que sonríe poco y cuando lo hace se humaniza. Los referentes para mis personajes son dibujos de gente que conozco, una amalgama concentrada en una sola persona que tiene esas características. Un Frankenstein total.

placeholder Portada de 'El valle de los arcángeles'. (Editorial Espasa)
Portada de 'El valle de los arcángeles'. (Editorial Espasa)

También se deja ver un amor importante por Cuba... ¿Qué pensaría un cubano de tu libro?

Yo tengo un enganche importante con Cuba. He ido muchas veces. Estando tan lejos se ve mejor que estéticamente se ha movido poco y desde el castrismo y entiendes muy bien lo que fue en la época de la novela. Vas por la calle que queda algún palacio y elementos de cuando La Habana era la ciudad más rica. Los azucareros cubanos tenían el monopolio mundial de su negocio en la época de la novela. Es un tema poco tratado a nada que empiezas a rascar. En el siglo XIX había un sinfín de haciendas impresionantes. No quedan más que restos de dos en el Valle de los Ingenios, cerca de Trinidad. Ahora mismo Cuba importa azúcar, y entonces era la mayor exportadora. Creo que un cubano leería mi libro con mucha nostalgia.

Tras la buena experiencia del primer libro, ¿temes a las críticas?, ¿sueles leer las de las redes?

En Amazon hay casi 600 críticas de ‘El heredero’ y, entre las malas, hay algunas que son de ‘haters’, de gente que dice: "¡Qué pena que le haya quitado la etiqueta porque lo quiero devolver!" (ríe). Pero en general han sido muy buenas. Prefiero que me digan cosas bonitas, pero la crítica constructiva no solo la acepto, sino que me viene muy bien. Además, mi Instagram está abierto e invito a la gente a que opine. Un día me escribió una persona que dijo que le estaba dando asco mi libro. Le dije: "Déjalo inmediatamente, no tienes por qué sufrir". Cuando lo acabó me comentó que había llorado con el libro, me lo agradeció y me dijo: "Gracias por el libro. Qué malos son los prejuicios".

placeholder Tarradas, con su nuevo libro. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)
Tarradas, con su nuevo libro. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)

¿Sueles contestar a todos los lectores?

Creo que una de las ventajas de las redes sociales es que puedes interactuar con los lectores. Yo pocas veces he podido escribirle al autor de algún libro. Yo siempre dedico un tiempo del día a contestar a todo el mundo. A veces contesto a preguntas que no tienen que ver con el libro, pero pienso que eso crea un vínculo que creo que es importante. No por vender más o menos libros, sino porque me da un pulso de lo que he hecho.

Me cuentan que eres una persona mucho más divertida de lo que parece. ¿Qué hay de cierto en ello?

Tengo 43 años, me encanta salir por la noche, tomarme unas copas. Soy un tipo normal en ese sentido. Nunca fui un empollón ni un ratón de biblioteca. En cuanto a notas, era medio tirando a bajo. El día tiene muchas horas y también tienes tiempo para escribir. Yo espero seguir teniendo ese tiempo, porque una faceta más tranquila como la de leer, investigar o escribir es fundamental. Mi faceta social me la da también mi otro trabajo.

placeholder Rafa Tarradas Bultó. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)
Rafa Tarradas Bultó. (Carlos Ruiz B.k./Contumaz Estudio)

¿Te ves dedicándote exclusivamente a la literatura?

Virgencita, que me quede como estoy. Ahora estoy fenomenal. Tengo esta afición que se ha profesionalizado y me va bien, y por otra tengo mi trabajo. Yo le decía el otro día a un amigo que nunca me imaginaba que habría acabado siendo escritor. La vida cambia de un día para otro con cualquier gesto que haces.

Eres amigo de personajes como Eugenia Silva o Paula Echevarría. ¿Qué opinan tus amigos famosos de la Junta de tu faceta de escritor? ¿Qué cuentan en el grupo?

¡La Junta ahí sigue! Resiste a la pandemia. Cuando hubo un primer desconfinamiento hicimos una ‘junta’ de reencuentro y decíamos: "Oye, ¡qué divertido volver a vernos!". Luego estuvimos otra vez infectados, encerrados. A ellos les he hecho algún pequeño homenaje en el libro que entenderán cuando lo lean. Me han ayudado mucho. Todos mis amigos, famosos o anónimos, me ayudan en la difusión de lo que hago, como yo con ellos, pero desde mis humildes 5,000 seguidores. Paula, por ejemplo, me ayuda desde sus 2 millones y pico, por ejemplo. Pero es pura amistad, no hay ningún interés detrás. Son maravillosos.

Estamos haciendo esta entrevista por videoconferencia. ¿Crees que la pandemia nos impide mirar cosas a largo plazo? ¿Qué piensas que nos ha enseñado esta situación?

La pandemia nos ha dado una torta, ha sido una sacudida. Ahora ves películas con mucha gente, aglomeraciones, y te da angustia, cuando antes era lo normal. Creo que nos ha hecho valorar otras cosas. Te das cuenta de que al final con una cervecita en una terraza con amigos ya eres feliz.

De casta le viene al galgo. Si hay algo que se puede decir de Rafa Tarradas Bultó es que es elocuente, tiene carisma y unas ideas bastante claras. Cuando accedemos a él, vía Skype, no pone freno a ninguna pregunta, no controla el tiempo que hablamos y se sale de cualquier protocolo que implique distancia. Con la humildad del principiante (y ya no lo es), Rafa presenta estos días 'El valle de los arcángeles', su segunda obra; una 'novela río' al estilo de las del siglo XIX. Una gran historia de "pasión, amor y venganza", tal y como reza el reclamo editorial, que también es el retrato de una mujer ambiciosa y fascinante que poco tiene que envidiar a la Escarlata O'Hara creada por Margaret Mitchell. Entre sus páginas hay sitio para el recuerdo de la Cuba decimonónica, llena de plantaciones de azúcar, comercio y la inquietud por la guerra que implicó a la entonces colonia de España; un conflicto que habría de cambiar el país para siempre.

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