Las primeras palabras de Cayetano Rivera tras la confesión de Lucía Rivera sobre su salud mental
Padre orgulloso, Cayetano Rivera no ha dudado en dedicarle unas bonitas palabras a su hija y compartir su publicación, un alegato en pro de la salud mental
Es un padre orgulloso y momentos como estos lo demuestran. No ha sido sencillo para Lucía Rivera abrir su corazón y contarle a todo el mundo sus dudas, sus miedos y su camino contra la ansiedad que la ha acompañado toda la vida, por eso contar con el apoyo de sus padres y su entorno es para ella algo que merece la pena destacar.
Su relación siempre ha sido cuestionada, la distancia no es buena consejera y lo cierto es que sus interacciones en público no son tantas como nos gustaría. Sin embargo, de vez en cuando Cayetano deja un comentario en el Instagram de su hija o ella le deja un ‘me gusta’ en alguna de sus publicaciones, como tras celebrar su cumpleaños con un mes de retraso, dejando claro que para ellos, las muestras de cariño públicas no son ejemplo de su relación.
Esta vez la ocasión lo merecía y por eso el torero ha querido tener un gesto mayor con su hija, que se estrena como escritora en un medio de comunicación y lo hace con el corazón en la mano. La modelo escribirá una columna mensual en ‘La Vanguardia’ y la primera de ellas ya ha visto la luz, centrada en su salud mental. “Enhorabuena por el artículo, Lucía. Por la importancia del tema, por la necesidad que hay de hablarlo y por la seriedad con la que lo has tratado”, decía Cayetano al compartir la publicación. “Os invito a todos a leerlo”.
La respuesta de su hija mayor no se ha hecho esperar, pues entre los muchos rostros conocidos que han querido mostrar su apoyo en la publicación del torero -incluidos unos aplausos por parte de su mujer, Eva González-, Lucía ha querido agradecer este gesto y no solo le ha dado las gracias públicamente, también le ha recordado lo mucho que le quiere. No se ha quedado ahí, pues a través de su cuenta de Instagram ha estado compartiendo las reacciones a sus palabras, entre estos ejemplos el de su padre ha tenido un lugar destacado, acompañándolo de tres corazones.
Las palabras de Lucía son todo un ejemplo, pues aportan visibilidad a un tipo de dolencia que siempre se ha tratado con cierto tabú. La joven reconoce que, en mayor o menor medida, toda su vida ha estado acudiendo a terapia, toda una suerte para ella, pues no todo el mundo cuenta con las mismas facilidades para acceder a profesionales que puedan ayudar. Tal vez gracias a esto pudo reconocer los síntomas que señalaban que algo no iba bien, pues tras pasar toda su vida lidiando con la ansiedad, prácticamente había aprendido a vivir con ella y aceptarla.
Sin embargo, algo en ella cambió, le invadió la apatía y su cerebro le pidió un descanso. “Es importante hacer caso a esas señales, porque si nuestra cabeza no está bien, todo lo demás se vuelve oscuro, gris, difícil…”. Este texto es también una llamada de atención a todos, “aunque la depresión durante la juventud la veamos lejana, puede estar más cerca de lo que creemos si no nos cuidamos”. Sabe de lo que habla pues, además de su propia experiencia, esta enfermedad también la han padecido en su familia, como fue el caso de su abuela, con quien mantiene una relación muy cercana; sus miedos “se apoderaron de ella” llevándola a una gran depresión e incluso impidiéndole salir de casa, como ha revelado en su texto.
"Nos cuesta mucho admitir que nos sentimos vulnerables y reconocer que necesitamos ayuda. Nos creemos invencibles", reconoce Lucía en su primera publicación en ‘La Vanguardia’, unas palabras que ha escrito con la intención de derribar un muro invisible -o por lo menos poner su granito de arena para conseguirlo- y llamar la atención sobre la importancia de cuidar también nuestra salud mental, destacando “que no es nada malo pedir ayuda. Que es bueno prestarla. Que no existen los locos. Que animemos a nuestro entorno a ir a terapia si la necesitan. Que estemos más pendientes de las personas que vemos cada día y que, en definitiva, hagamos un mundo más sano donde vivir”.
Es un padre orgulloso y momentos como estos lo demuestran. No ha sido sencillo para Lucía Rivera abrir su corazón y contarle a todo el mundo sus dudas, sus miedos y su camino contra la ansiedad que la ha acompañado toda la vida, por eso contar con el apoyo de sus padres y su entorno es para ella algo que merece la pena destacar.