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La historia de amor y muerte tras la renuncia de la mujer más poderosa de Facebook
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La historia de amor y muerte tras la renuncia de la mujer más poderosa de Facebook

El aragonés Javier Oliván será el nuevo número dos de Meta tras la dimisión de Sheryl Sandberg, que prepara su boda para el verano tras recuperarse de una tragedia familiar

Foto: Sheryl Sandberg, en Washington. (Reuters/Joshua Roberts)
Sheryl Sandberg, en Washington. (Reuters/Joshua Roberts)

La madre de Javier Oliván atiende a los medios locales siempre que su hijo sube un peldaño más en la escalera del éxito. Desde Sabiñánigo, sus padres, sus amigos y compañeros de la infancia han sido testigos del ascenso de este ejecutivo tecnológico que se ha convertido esta semana en el número dos de Facebook/Meta. Tras el éxito, su familia habla de muchas renuncias. Apenas le ven a él y a sus hijos una vez al año, cuando viajan desde Palo Alto a España, y siempre está "pendiente del portátil o el teléfono".

Oliván procede de una familia de Jaca y Sabiñánigo "de toda la vida". El padre tenía una empresa, Promociones de Montaña, que extinguió a finales de los 90. La madre, María Pilar López, ha tirado de humildad cuando ha hablado con los medios sobre el éxito de su hijo, a ratos parecía la primera sorprendida; "sacaba notas normales y no hacía deberes". "Era inteligente, pero muy normal. Hacía muchas actividades: tocaba el piano y la guitarra, hacía deportes, esquí, caminata, trial, de todo”, contó María Pilar López en 'La Vanguardia'.

Javi, como le llama Mark Zuckerberg, estudió Ingeniería Automática y Electrónica Industrial en la Universidad de Navarra (cum laude) y completó sus estudios en Stanford, donde conoció a "un tal Mark" que le cambiaría la vida. Mar Zuckerberg fue el encargado ayer de anunciar que el oscense —hasta ahora vicepresidente y director de Producto y Crecimiento de Meta (matriz de Facebook)— sería el número dos de la empresa tras la dimisión de la actual responsable de Operaciones, Sheryl Sandberg: "Me entristece que llegue el día en que no pueda trabajar tan de cerca con Sheryl. Pero más que nada, estoy agradecido por todo lo que ha hecho para construir Meta. Ella ha hecho mucho por mí, por nuestra comunidad y por el mundo".

En el lenguaje de la comunicación de crisis, la palabra 'dimisión' suele ser un recurso que esconde un eufemismo. Es 'vox populi' que la ejecutiva había perdido en los últimos años parte de su influencia interna. En su largo y emotivo mensaje de adiós, Sandberg tuvo sin embargo palabras muy cariñosas para Zuckerberg, al que describió como "el mejor amigo que uno puede tener", deteniéndose en su primer encuentro y en cómo han crecido juntos a lo largo de estos 14 años de vida laboral conjunta: "Él tenía solo 23 años y yo ya tenía 38 cuando nos conocimos, pero juntos hemos atravesado los enormes altibajos de dirigir esta empresa, así como su matrimonio con la magnífica Priscilla, el dolor de sus abortos espontáneos y la alegría de sus partos, la repentina pérdida de Dave, mi compromiso con Tom y mucho más. En los momentos críticos de mi vida, en los momentos más altos y en las profundidades de los verdaderos momentos bajos, nunca tuve que recurrir a Mark, porque él ya estaba allí".

Sandberg es probablemente la mujer que más ha hecho por desterrar el machismo en Silicon Valley (empezando por su apellido, que nunca fue el de su marido). Es una de las voces más poderosas en este sentido en la bahía de San Francisco, donde apenas hay líderes, y lo ha demostrado con su propio ejemplo una y otra vez. Su libro, 'Lean in', se ha convertido desde su lanzamiento en 2013 en uno de los manifiestos más importantes del feminismo corporativo.

placeholder Javier Oliván, en una imagen de archivo. (EFE)
Javier Oliván, en una imagen de archivo. (EFE)

Cuando se unió a Facebook, tenía un hijo de dos años y una hija de seis meses. "No sabía si era el momento adecuado para asumir un puesto nuevo y tan exigente. Por todas partes veía mensajes de que las mujeres como yo no podíamos ser líderes y buenas madres, pero quería intentarlo. Una vez que comencé, me di cuenta de que para ver a mis hijos antes de que se fueran a dormir, tenía que salir de la oficina a las 5.30 p.m., que era cuando el trabajo estaba comenzando para muchos de mis nuevos colegas. En mi puesto anterior en Google había mucha gente y no se notaba cuando salías temprano, pero Facebook era entonces una empresa pequeña y no había dónde esconderse. Más por necesidad que por valentía, me armé de valor y salí temprano de todos modos. Luego, con el apoyo de Mark, encontré mi voz para hablar de esto públicamente y de los desafíos que enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo. Mi esperanza es poder ayudar a más mujeres a creer que pueden y deben liderar", escribe en su texto de despedida.

La ejecutiva pasará los próximos meses traspasando los bártulos y dejará definitivamente la empresa en otoño. Después, quién sabe. Su nombre suena a menudo para la política, un lugar que conoce bien porque ya trabajó para la Administración Clinton. Ella solo ha dicho que quiere centrarse en su fundación y en la nueva familia que está a punto de formar junto a un poderoso ejecutivo del mundo del marketing, Tom Bernthal. Será una segunda oportunidad vital en todos los sentidos.

En 2015 Silicon Valley vivió una auténtica conmoción al conocerse el repentino fallecimiento de Dave Goldberg, "uno de los emprendedores tecnológicos más carismáticos", según rezaba su obituario. Tenía 48 años, dos hijos de su matrimonio con Sheryl Sandberg y había muerto tras caerse mientras corría en la cinta en un complejo de vacaciones en Punta Mita (México). Parece que sufrió un infarto.

Su muerte supuso una tragedia para Sandberg, que siempre achacaba parte de su éxito al constante apoyo de su marido tanto en casa como fuera de ella. "Cuando Dave murió, apenas podía imaginarme saliendo de nuevo, y mucho menos casándome", ha reconocido la ejecutiva recientemente. "Recuerdo perfectamente acostar a los niños en la cama y sentarme sola en la mesa de la cocina donde Dave y yo jugamos juntos innumerables partidas de Scrabble. Me imaginaba a mí misma en esa mesa, sola, el resto de mi vida”.

A Sheryl le llevó años retomar su vida personal y se refugió en el trabajo, los detalles de ese viaje vital están descritos en el libro 'Opción B'. "Nuestra historia nunca será la opción A. Cuando te divorciaste y perdí a Dave, la opción A se eliminó de la mesa. Cada Día del Padre será un poco agridulce en nuestra casa, pero ahora, también estará lleno de la felicidad que has traído a la vida de mis hijos. Y probablemente siempre habrá dolor en mi corazón por Dave. Pero lo sabes, lo entiendes y lo respetas, lo que me hace quererte aún más. Gracias a ti he llegado a descubrir que la Opción B también puede llenarse de una profunda felicidad. Hay tanta alegría que sacar de este nuevo plan de juego. Gracias por ayudarme a verlo", escribe.

placeholder Sheryl Sandberg, en un gesto muy espontáneo. (EFE)
Sheryl Sandberg, en un gesto muy espontáneo. (EFE)

Fue precisamente el hermano de su difunto marido quien le presentó a Tom Bernthal, un antiguo periodista ganador de varios Emmy que hoy cuenta con su propia agencia de marketing y consultoría en Los Ángeles. Estaba divorciado y con tres hijos. La pareja tenía tantas cosas en común que Rob, su cuñado, insistió una y otra vez en que se conocieran hasta que tuvieron una cita de paseo por la montaña. Hasta hoy.

Tom es el hermano mayor de Jon Bernthal, conocido por su papel en 'El Castigador' o 'The Walking Dead'. Tiene una agenda exigente pero está menos en el radar que su prometida. Bernthal ha conseguido que Sheryl Sandberg vuelva a sonreír y se les ve de vez en cuando practicando deportes al aire libre o disfrutando de conciertos de música country (ella es fan).

"Cuando tomé este trabajo en 2008, esperaba estar en este puesto durante cinco años. Catorce años después, es hora de que escriba el próximo capítulo de mi vida. No estoy del todo segura de lo que traerá el futuro; he aprendido que nadie lo está nunca. Pero sé que incluirá centrarme más en mi fundación y trabajo filantrópico, que es lo más importante para mí dado el momento crítico que viven las mujeres. Y como Tom y yo nos casamos este verano, tendremos que ocuparnos de nuestra familia ampliada de cinco hijos", se despide en su texto de Facebook. No parece un mal plan.

La madre de Javier Oliván atiende a los medios locales siempre que su hijo sube un peldaño más en la escalera del éxito. Desde Sabiñánigo, sus padres, sus amigos y compañeros de la infancia han sido testigos del ascenso de este ejecutivo tecnológico que se ha convertido esta semana en el número dos de Facebook/Meta. Tras el éxito, su familia habla de muchas renuncias. Apenas le ven a él y a sus hijos una vez al año, cuando viajan desde Palo Alto a España, y siempre está "pendiente del portátil o el teléfono".

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