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Adriana Abenia, a corazón abierto: confesiones, polémicas y cicatrices
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Más de dos décadas con Sergio

Adriana Abenia, a corazón abierto: confesiones, polémicas y cicatrices

Entre nuevos retos profesionales y encendidas controversias virales, la presentadora zaragozana sigue adelante con la sinceridad y el desparpajo por bandera

Foto: La presentadora Adriana Abenia, en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)
La presentadora Adriana Abenia, en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)

Con la naturalidad y franqueza que la caracterizan, tanto en la pequeña pantalla como frente a sus seguidores en las redes sociales, podríamos decir que Adriana Abenia es un libro abierto. Chica de portada de revista, esta diplomada en Turismo por la Universidad de Zaragoza comenzó su vida laboral como modelo en Milán y ha ido evolucionando cual Pokémon hasta plantarse en su penúltimo reto profesional acompañando a Jalis de la Serna, Flipy o Patricia Pérez en el nuevo programa de Roberto Brasero en Antena 3, 'Mundo Brasero'.

Porque pocas sonrisas más identificables que la de Adriana. No solo porque casi siempre esté presente en el rostro de esta aragonesa, sino también porque lleva paseándola por la pequeña pantalla desde hace muchos años. Su carrera comenzó en la televisión de su tierra, pero su carácter y su personalidad fueron suficientes para dar el salto a nivel nacional. Desde entonces hemos podido verla ejercer de reportera o de presentadora, porque ella se atreve a todo.

Hay personas que tienen una luz especial y ese parece ser el caso de Adriana, que siempre ha hecho de la naturalidad su mejor aliado. Así ha sido de toda la vida con ella y sus redes sociales son un fiel reflejo de esto. Ella ha aprendido a poner al mal tiempo buena cara, ha tenido que enfrentarse a algunas situaciones más que complicadas y, sobre todo, lo ha compartido todo con sus seguidores, sin importarle lo vulnerable que esto le haga parecer.

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Protagonista de su propio cuento de hadas, Abenia dejó de buscar el amor verdadero muy pronto. No porque no crea en él, sino porque con 15 años la vida hizo que su camino se cruzara con el de Sergio Abad. Él es el hombre con el que lleva toda la vida, con quien lo comparte todo desde hace 20 años y con quien se casó en su tierra natal tras tener que posponer la boda, convertida en una princesa y una novia poco habitual.

Lo de princesa en realidad es por la voluminosa falda de tul rosa que escogió para darle el ‘sí, quiero’ a Sergio en una ceremonia civil, pero la original forma en que la combinó, con una chupa de cuero, es fiel reflejo de que Adriana no renuncia a su personalidad por nada ni nadie, ni siquiera para encajar en lo que se espera de una novia tradicional. Ella no lo es y lo lleva con orgullo. Dos años después de casarse, se convirtieron en padres por primera vez, una experiencia que, según han declarado, no parece que tengan intención de repetir.

Sergio es su mejor compañero en los buenos momentos, pero también ha demostrado serlo en los malos. Porque aunque las rachas de angustia y tristeza no han conseguido borrar su sonrisa, han existido y le han dejado cicatrices de las que no se ven -aunque algunas de ellas sí lo hacen-, pero se sienten. Una de ellas la relató la propia Adriana, a toro pasado, en una de las entradas de un blog que publicó para ‘20 Minutos’.

Foto: Tania Llasera, en una imagen de archivo. (Getty)

Ella misma se encargó de poner palabras a la angustia que sitió en 2016 cuando tuvo que ser operada de un tumor en el cuello que le oprimía la tráquea. Tras ser intervenida quirúrgicamente -y con éxito-, descubrió que había perdido su voz, lo que hizo que su mundo entero se tambaleara, pensando que todo lo que había conocido hasta la fecha se desvanecía bajo sus pies. Por suerte, la recuperó y ese texto es la prueba de ello.

Como hemos apuntado antes, hay heridas que sanan pero dejan huella, por eso no es raro que de nuevo se le helara la sangre cuando en una revisión ginecológica le detectaron un bulto en el pecho que tuvieron que operar de forma inmediata. Los años habían pasado, esto sucedió en noviembre de 2020, pero el miedo a los quirófanos, a lo desconocido y a que su vida cambiara de nuevo estaba ahí. Una vez más, el resultado fue satisfactorio, tal y como confesó ella misma en sus redes sociales, donde quiso compartir esta experiencia.

“La operación ha ido muy bien, de hecho he aprovechado para corregir el volumen perdido después de convertirme en mamá y aumentarlo un poquito”, escribía junto a una fotografía en la que se podía apreciar el cansancio en su rostro. Aprovechaba también para agradecer el buen hacer del médico que la había tratado: “Gracias por ayudarme a enfrentarme a este momento que tanto miedo me daba y dar color a un quirófano”.

Adriana emplea sus redes sociales para compartir algunas parcelas de su vida con sus seguidores, que no parecen cansarse de mostrarle su apoyo y cariño, pero también para dejar claros sus principios, sobre todo en defensa del feminismo y de la libertad de las mujeres para hacer lo que consideren oportuno con sus vidas y sus cuerpos. A pesar de ello, no se ha librado de las críticas que consideran que en ocasiones enseña de más en sus redes sociales, algo a lo que ella prefiere hacer oídos sordos.

De hecho, consiguió convertir uno de esos momentos ‘tierra, trágame’ en una anécdota que recordar con una sonrisa gracias, de nuevo, a su naturalidad. Durante un photocall, el vestido le jugó una mala pasada y uno de sus pechos quedó a la vista. Pese al shock inicial, ella hizo de la necesidad virtud y no dudó en compartir el momento en sus redes sociales. Al fin y al cabo, el traje de Juana Martí era un vestidazo y ella estaba guapísima.

Otro momento amargo lo vivía hace poco en las redes cuando realizaba una polémica reflexión sobre la obesidad que se encontraba con la airada respuesta de Tania Llasera. La zaragozana compartía una campaña publicitaria de una marca de bañadores con la presencia de varias modelos y terminaba siendo acusada de gordófoba. "Estar obeso no es sano y no debería ser objeto de una campaña publicitaria, al igual que estar en los huesos. Seamos honestos, la obesidad acarrea problemas como diabetes, accidentes cerebrovasculares, cáncer, hipertensión", aseguraba Adriana.

Fue entonces cuando la vasca criticaba de forma contundente su opinión, afirmando que "llevamos décadas viendo modelos de tallas imposibles como lo normal. Por fin la diversidad que vemos en las calles llega a la publicidad y ahora... ¿Resulta que es apología de la obesidad?".

Con la naturalidad y franqueza que la caracterizan, tanto en la pequeña pantalla como frente a sus seguidores en las redes sociales, podríamos decir que Adriana Abenia es un libro abierto. Chica de portada de revista, esta diplomada en Turismo por la Universidad de Zaragoza comenzó su vida laboral como modelo en Milán y ha ido evolucionando cual Pokémon hasta plantarse en su penúltimo reto profesional acompañando a Jalis de la Serna, Flipy o Patricia Pérez en el nuevo programa de Roberto Brasero en Antena 3, 'Mundo Brasero'.

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