Carolina Cerezuela y su declaración de amor a Carlos Moyá durante la cena 'clandestina' de los Reyes

La presencia de los Reyes en Mallorca se convierte en uno de los focos informativos del verano. Más aún si Felipe VI participa en la regata de vela que lleva su nombre y que este año cumple cuarenta años de historia. Cuando era Príncipe de Asturias participó con 16 años por primera vez en esta competición, al igual que en aquellos años también lo hacían el hoy Rey emérito y las infantas Elena y Cristina. Una estancia veraniega que marcaba el cambio de domicilio de la jefatura del estado. El Palacio de la Zarzuela se quedaba vacío. Y el de Marivent se convertía en el centro de operaciones de la primera familia que en aquel tiempo era aparentemente estructurada. Al menos en lo que se refería a la relación de padres e hijos. El tema matrimonial era otro cantar, pero tampoco era visible.

Todo esto cambió con el tiempo. Llegaron los divorcios, el caso Nóos, la abdicación, la proclamación de don Felipe y el cambio en la logística del monarca y su familia. La reina Letizia quería vacaciones privadas y Mallorca no era el marco elegido. Había y hay una semana oficial donde se cumple con el organigrama. El rey Felipe recibe al presidente del Gobierno, a las autoridades de baleares y preside una recepción que engloba a la sociedad civil.

A partir de ese momento, la salidas privadas se convierten en una lotería para la prensa. El departamento de comunicación de Zarzuela asume que son actividades privadas y, si avisa, lo hace solo a la prensa que cubre habitualmente los actos protocolarios y oficiales. El resto tiene que contar con la solidaridad de los colegas que compartan la información.

Y es lo que sucedió la noche en que se entregaba el premio 'Mallorquina del verano' a la actriz y presentadora Carolina Cerezuela en el hotel Valparaíso Palace. Un reconocimiento que se ha convertido a lo largo de estos siete años en uno de los actos sociales más representativos de la ciudad, al margen de la Copa del Rey. Y esta visibilidad la da el hecho de que todos los personajes tienen currículum profesional y una raíces afectivas importantes con la isla. En el listado se encuentran personajes como Diandra Douglas, Kyril de Bulgaria, Joaquín Prat, Norma Duval, James Costos (exembajador de Estados Unidos en España), el fotógrafo Bernardo Paz o Fernando Romay entre otros.

Una idea que nació de la cabeza del relaciones públicas Tommy Ferragut, uno de los profesionales que más hace por publicitar la isla y sus productos. La noche de la cena en Valparaíso, los invitados pudieron catar el vermut Molla, fabricado en la isla. Otros años se presentó la sobrasada y la ensaimada de almendra que tienen cabida en los menús tan estrictos que marca la reina Letizia para ella y su familia mientras permanece en Son Vent.

La cena en Valparaíso transcurrió con la alegría habitual. Incluso no hubo desasosiego entre los periodistas presentes al saber que los Reyes, sus hijas y la reina Sofía estaban cenando (por fin) en el restaurante Ola del Mar en Portixol. Una salida que, como es habitual, no se comunicaba a la prensa, pero que por fortuna los fotógrafos pudieron captar. Esta manera de funcionar en Palma del Jefe del Estado y la reina Letizia de convertir lo que es normal en una situación difícil para los profesionales sigue resultando poco acertado. La visibilidad es importante. Lo que no se ve, no se quiere.

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Retomando el tema central del premio a Carolina Cerezuela, resultó un éxito. Y no solo en el aspecto social sino en el emocional. La 'mocatriz', el término con el que ella misma aúna su faceta profesional -modelo, cantante actriz- reunió en Valparaíso Palace a su gente querida. Su madre, a la que hubo quien la confundió con su hermana mayor, y varias amigas con el mismo perfil físico y encantadoras como la protagonista. Y quien no podía fallar era su marido, Carlos Moyá, que fue número uno en el ranking mundial de la ATP, ganador de Roland Garros y en la actualidad entrenador de Rafa Nadal. En unos días viajará con él a Nueva York para comenzar el circuito de torneos.

El deportista y Carolina llevan juntos desde el 2007 y tienen tres hijos. El tenista no es muy dado a expresar sus sentimientos pero sí contó a Vanitatis que cada vez que tiene que marcharse de viaje echa de menos a sus hijos, pero sobre todo a su pareja: “Cuesta decir hasta la vuelta y más a Carolina”. La premiada de la noche respondía con palabra de amor públicas al recibir su premio como 'mallorquina del verano'. "Es emocionante", decía. "Cuando Tommy me lo comunicó, me llevé una sorpresa. Nací en Elche (Alicante), pero Mallorca es mi referencia. Aquí vivo, aquí nacieron mis hijos”.

Y contó que cuando su relación con Carlos Moyá ya fue en serio, no tuvo ninguna duda en vivir en la isla. Y mucho menos que su primogénita naciera en Mallorca. “Carlos no me pidió nada, fui yo la que decidió que se lo debía. Y después vinieron los otros dos hermanos. Solo tengo palabras de agradecimiento a esta isla que me ha dado todo y a mi marido. Mi casa es donde estén ellos y la gente que quiero. Y dos ellos están hoy aquí en esta cena. Uno es Carlos y el otro es Jaime Anglada”. Con él forma dúo musical. Esa noche no se pudo quedar porque tenía concierto.

La maestra de ceremonias de la fiesta fue la periodista Vanesa Sánchez y no faltó a la cena la empresaria y diseñadora de joyas Mar Aldaguer, una de las preferidas de la reina Letizia.