Anillos de compromiso de la discordia: de Iñigo Onieva a Iñaki Urdangarin

Los anillos de compromiso suelen ser motivo de alegría, pero también todo lo contrario. En unos casos marcan el inicio feliz de un proyecto de vida, pero en otros señalan la fecha de lo que pudo ser y no fue. La última historia de amor con joya incluida que ha tenido un final inesperado ha sido el noviazgo de Tamara Falcó e Iñigo Onieva. La marquesa de Griñón y el relaciones públicas tenían fecha de boda cerrada para el 17 de junio del 2023. Para sellar esa decisión, Onieva le entregó a su chica una sortija muy especial de Repossi, una firma francesa sin tienda física en España.

En un principio se dijo que había sido el propio Iñigo quien la había comprado en París. Más tarde, que el encargo lo había hecho por la página web, donde aparece la pieza bajo el nombre de Toi et Moi. Ninguna de estas dos opciones fue la elegida. Como publicó Vanitatis, el futuro yerno de Isabel Preysler dejó en manos de su padrastro la compra de la pieza. Un anillo abierto con un diseño original de oro blanco y tres diamantes a razón de catorce mil euros.

Con la abrupta ruptura del noviazgo, Tamara no quiso saber nada del novio y menos aún de la joya de la discordia. La dejó en el piso que compartían y la recogió Iñigo hace unos días. Se desconocía si el siguiente paso iba a ser la devolución a los responsables de la firma o guardarla para la siguiente ocasión. Aseguran que quiere recuperar a su novia aunque a día de hoy es bastante difícil.

Lo que sí ha hecho ha sido una puesta en escena donde aparece en un hotel con empleados de la firma junto a la cristalera del local. El encuentro fue documentado y, según la revista '¡Hola!', son ahora los custodios de la joya. La idea del socio de la discoteca Lula es que “transformen el anillo con el fin de hacerlo crecer”. Este presente de compromiso se ha convertido en el hilo argumental de un capítulo en la vida de ambos que parece que aún no está cerrado. Al menos por parte de Onieva. Sí fue, en su momento, la seña de identidad en la vida amorosa de la marquesa de Griñón. Después de varias relaciones, esta parecía que iba a ser la definitiva.

Antes que Tamara, el anillo de compromiso también fue la palabra de casamiento del juez Pedraz a su novia Silvia Córdoba. Una relación estable donde el magistrado de la Audiencia Nacional ratificó esa decisión ante el padre de la abogada penalista. En este caso, no hubo custodia de nadie y, una vez que apareció Esther Doña en su vida, se llevó la joya. Lo único que le quedó fue la sorpresa desagradable.

Y a Pedraz, de su última relación, una desilusión cuando tuvo que romper por cuestiones complicadas con la viuda del marqués de Griñón. A ella también le entregó otra joya en señal de amor antes de la boda que ya nunca se celebrará. En este caso, lo que no se sabe es si Esther Doña se la quedó o finalmente volvió a las manos de Pedraz.

Y hay una tercera variante que tiene como destino el anillo de compromiso de la reina Letizia. Iñaki Urdangarin fue el encargado de comprar la joya por indicación del príncipe Felipe cuando ya su relación con la periodista Letizia Ortiz era una realidad. Pero no era oficial y, por lo tanto, era más fácil que siguiera siendo secreta si quien entraba en la joyería Suárez de Barcelona era Urdangarin, ya que podía ser un regalo para la infanta Cristina. Se trataba de una alianza de oro blanco y diamantes valorada en tres mil euros que, después, el duque de Palma no quiso cobrar al príncipe Felipe. Un detalle de “cuñado a cuñado”, dijo en su día.

La prensa pudo ver la joya en la mano de la prometida Letizia el 1 de noviembre, cuando el heredero anunció por fin su compromiso. Durante varios años, la princesa de Asturias lució la joya hasta que desapareció de su vida, cuando estalló el caso Nóos. En la instrucción del juez Torres apareció esa compra y se señalaba que había sido adquirida con la tarjeta de crédito de la sociedad. Una ilegalidad como otras muchas por las que el aún marido de la Infanta fue condenado. Esta sortija nunca más la volvió a lucir la ahora Reina.