Así era de niña Laura Madrueño, una apasionada del campo, el mar y el vino

Después de casi una década, el rostro de Lara Álvarez era sinónimo del reality 'Supervivientes', pero en esta ocasión la asturiana no acompañará al trío de presentadores que forman Jorge Javier Vázquez, Carlos Sobera e Ion Aramendi. La encargada de sustituirla, no nos cabe duda de que con mucho acierto, será la presentadora del tiempo de Mediaset, Laura Madrueño. Junto a ellos estarán concursando nombres tan variopintos como Bosco Martínez-Bordiú, sobrino de Pocholo, el modelo ucraniano Artùr Dainese o Alma Cortés Bollo, la hija de Raquel Bollo y Chiquetete.

Pero ¿quién es Laura Madrueño para los que aún no la conozcan? Meteoróloga, periodista y presentadora de televisión, esta madrileña pasó gran parte de su infancia junto a sus abuelos en la Sierra de Gredos, donde aprendió a cuidar y amar la naturaleza, una pasión que sigue sintiendo a día de hoy y que se refleja por ejemplo en muchos de sus posts en Instagram.

Licenciada en Comunicación Audiovisual, comenzó su carrera en la redacción de Informativos Telecinco y seguro que su cara te suena de verla ofreciéndonos la información del tiempo tras el informativo de Pedro Piqueras. También ha colaborado en otros espacios emblemáticos de la cadena como 'El programa de Ana Rosa' o 'Sálvame', proyectos que ha dejado en pausa para poner rumbo a las playas de Honduras.

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Allí tendrá ocasión de vivir de primera mano una de sus grandes pasiones: el mar. No en vano es la fundadora de la productora We Are Water Films, que realiza documentales submarinos. Además, dedicó a este tema su primer libro, 'Somos agua'. "El ser humano siempre ha sentido una gran fascinación por los océanos. La conexión es inevitable porque, más allá de ser humanos, somos agua. Sin embargo, hemos explorado más el espacio exterior que los misterios ocultos en las profundidades de nuestro planeta. Este libro nos invita a descubrir la belleza de ese universo onírico y salvaje tan cercano pero tan desconocido para muchos: el mundo submarino", se puede leer en la sinopsis de la obra con la que se ha adentrado en el mundo de la literatura.

Precisamente en una foto cerca del mar es donde podemos asomarnos a cómo era Laura de pequeña. Lo hacemos rastreando un post en su muro de Instagram donde aparece siendo apenas un bebé y que usó para felicitar el cumpleaños a su madre: "Mi mujer favorita: la que me ha dado todo y la que me sigue entregando su alma entera cada vez que me ve, a la que más admiro, la que afortunadamente me ha hecho a su imagen y semejanza".

Además de muy familiar, a la vista está, se definía como "muy sensible, entusiasta, trabajadora, constante, deportista y me ilusiono por las cosas y la vida. En casa me han enseñado a apreciar las pequeñas cosas" en una entrevista para 'Diez Minutos'.

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La naturaleza, los animales (en especial los perros) y el campo son otras de sus grandes pasiones: no hay más que echar un vistazo a sus redes para darse cuenta de que Laura es auténticamente feliz al aire libre. Además, lo campestre fue la temática de su segunda boda junto a la persona con la que comparte su vida, el fotógrafo Álvaro Puerto. Poco después de protagonizar un idílico enlace sobre un barco en alta mar, en aguas de Formentera, la presentadora renovaba su amor en una boda campera, cuyos detalles desvelaba a Vanitatis.

Tras pedir a los invitados que "se rindieran al estilo Balmoral en tonos pardos", la periodista nos explicó que "para la comida colocamos unas mesas largas de madera maciza en las que los invitados se sentaron en fardos de paja, cubiertos con telas. Todo ello decorado con platos de mimbre y servilletas de cuadro vichy rojo. Los centros de mesa se componían con ramas de olivo y laurel, manzanas rojas y frambuesas".

Pero las curiosidades originales sobre la presentadora no terminan aquí, ya que además Laura Madrueño es la heredera de la licorería más antigua de Madrid. Como explicaba en una entrevista con 'El Mundo', "probamos todo lo que pasa por las tiendas y he aprendido mucho de licores, porque es de lo que he mamado. Además, he heredado la nariz". Además, tiene su propio vino, al que ha bautizado con un nombre muy acuático: Apnea. "Es un vino que creé con mi padre en homenaje a todo este trabajo que hago. ¡Está buenísimo! Y la verdad es que a mí me gustaría continuar con el negocio. No me gustaría que Madrid perdiera su licorería más antigua", eran sus palabras sobre una de las muchas facetas que hacen de esta periodista toda una caja de sorpresas.