Desvelamos todos los secretos del traslado de Shakira a Miami
Para la cantante colombiana, irse de Barcelona se había convertido en una necesidad vital y así lo hizo constar durante las largas negociaciones que mantuvo con Piqué
El jueves por la tarde, Shakira recibió el mail que llevaba semanas esperando. El equipo médico de la clínica Teknon de Barcelona le daba el ok: su padre podía irse. Le confirmaban que dentro de su fragilidad, William Mebarak podía volar a Miami. Y admitían, además, que en Estados Unidos están los servicios sanitarios más punteros. Fue entonces, esa misma tarde, cuando la maquinaria se puso en marcha a toda velocidad aunque, lo sabemos todos quienes hemos seguido este caso, incluida su expareja, Gerard Piqué, la colombiana estaba con un pie en Miami desde hace meses.
El mismo jueves por la noche, la casa de la cantante se convirtió en un avispero de movimiento, llamadas y alegría. Por fin, Shakira podía volar libre con sus hijos a la ciudad en la que creció como artista internacional.
Para ella, irse de Barcelona se había convertido en una necesidad vital y así lo hizo constar durante las largas negociaciones que mantuvo con Piqué. Negociaciones que terminaron en un acuerdo pactado y presentado en los juzgados de familia. Por ese motivo, no entiende ahora Shakira que desde el entorno de Piqué se hable de enfado del exfutbolista, ya que asegura que su expareja sabía que era cuestión de tiempo que ella y sus hijos se marcharan.
El viernes por la mañana, los abogados de ambas partes hablaron de la mudanza. Además, la cantante llamó personalmente al exfutbolista para comunicarle el traslado. Pero Piqué ya había leído la noticia, adelantada en exclusiva en Vanitatis, y se mostró molesto. Tenemos que decir desde aquí que este medio publicó una información que costó conseguir pero que era veraz y que sacamos a la luz porque sabíamos que no había vuelta atrás. No fue un movimiento intencionado de Shakira, nada más lejos de la realidad.
La propia cantante nos hacía saber este pasado sábado que no decidió mudarse hasta que tuvo el visto bueno de los médicos que tratan a su padre. Que la mudanza no ha sido algo precipitado ni improvisado. Que desde hace meses estaba todo preparado y toda la familia de Piqué advertida. Y que a pesar de marcharse para siempre, sufre porque alguien piense que ha hecho las cosas por venganza.
La salud de su padre la ató a Barcelona más tiempo del que hubiera deseado. Sus hijos están ilusionados con la partida, nos consta por distintas fuentes, y este último mes ha sido especialmente duro para ellos. La exposición pública de la novia de su padre, Clara Chía, ha sido cada vez más intensa, nos aseguran las fuentes íntimas de la cantante, y además la persecución mediática ha hecho que los niños estuvieran muy estresados. Irse, vivir lejos del foco y estrenar vida se antoja perfecto en este momento.
La cantante también nos ha trasladado que el viernes a primera hora habló con los responsables de los colegios de sus hijos, con quienes se ha reunido muchas veces para preparar el cambio de escuela y de país de los pequeños. El viernes les consultó, de nuevo, su opinión sobre las ventajas e inconvenientes de una mudanza en estos momentos. Faltan sólo dos meses y medio para el fin de curso y Shakira quería saber si eso iba a perjudicar a sus hijos. Desde la dirección escolar le dijeron que era el mejor momento, que había una larga pausa por Semana Santa y que cuanto antes llegaran a Miami, antes se adaptarían a su nueva escuela.
Así pues, la colombiana quiere dejar constancia de que se va con todos los ‘papeles en regla’, que tiene la aprobación absoluta de los ámbitos más frágiles de su vida: el escolar y el sanitario. Y considera que Piqué ya debería de haberse preparado para ese cambio en su vida. Un cambio, insiste, que está pactado, planeado y anunciado desde finales de 2022.
Es más, algunos medios y periodistas, como Lorena Vázquez y Laura Fa, ya hablaron del 1 de abril como día fijados para la mudanza. Todo se frenó, cierto, por los motivos antes expuestos. Los cambios que ha sufrido la salud de los padres de Shakira, tanto la de William como la de Nidia Ripoll, que padeció un trombo hace unas semanas, provocaron las dudas. Se paralizó la ilusión hasta que los médicos no dieran su aprobación. Pero los trabajos de empaquetado, las maletas, las bolsas y los detalles farragosos que implican cualquier mudanza estaban en marcha desde hacía tiempo.
El sábado, Piqué se personó en su antigua vivienda para ver a sus hijos y llevarlos a despedirse de sus abuelos paternos, muy afectados por la partida. Además, en una entrevista en Twitch, en un debate futbolístico de la Kings League, el empresario no pudo contenerse más. “Ahora nos dedicamos a tirar el beef este, que luego la otra ya... Y no quiero entrar porque es un tema personal, pero el tema de tirar beef, que está muy bien y es la moda y el zasca y tal, pero luego no pensamos en las consecuencias que puede tener a nivel mental en la gente a la que le tiras el beef. Queda muy bien a título personal y oh, la puta ama, y no sé qué, pero no pensamos en la otra persona. ¿Qué tiene que pasar? ¿Que alguien se suicide para pensar luego que nos hemos pasado? La gente, tío... Yo estoy muy decepcionado con lo que es la sociedad”.
Con las versiones de ambos sobre la mesa, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la relación está en el peor momento de sus vidas. Acaso una separación física les puede servir de ayuda para recomponer algunos puentes que necesitarán para mantener a sus hijos lejos del conflicto. Eso es lo que quieren ambos y lo dicen, claramente. Veremos si lo consiguen.
El jueves por la tarde, Shakira recibió el mail que llevaba semanas esperando. El equipo médico de la clínica Teknon de Barcelona le daba el ok: su padre podía irse. Le confirmaban que dentro de su fragilidad, William Mebarak podía volar a Miami. Y admitían, además, que en Estados Unidos están los servicios sanitarios más punteros. Fue entonces, esa misma tarde, cuando la maquinaria se puso en marcha a toda velocidad aunque, lo sabemos todos quienes hemos seguido este caso, incluida su expareja, Gerard Piqué, la colombiana estaba con un pie en Miami desde hace meses.