Los nietos de Franco hipotecan su herencia inmobiliaria de Madrid
Tras el pazo de Meirás, el inmueble de Hermanos Bécquer es la joya inmobiliaria de la familia en la capital. Intentaron venderlo por 50 millones de euros
Darse un paseo por las arterias principales del barrio de Salamanca una tarde soleada de abril es encontrarse con un enjambre de turistas (de clase A) de peregrinación por las tiendas de lujo. Cerca de la embajada americana se esquina una calle que es un remanso de paz. Tan solo el trasiego de los coches que la atraviesan parcialmente para enganchar el paseo de la Castellana rompe la paz de esta sobremesa de primavera. También los ruidos que provocan varias obras de edificios de la zona que se están rehabilitando íntegra o parcialmente. Uno de ellos, la joya inmobiliaria de los hermanos Martínez-Bordiú Franco, un edificio de siete plantas que desde hace unas semanas está cubierto íntegramente de andamios y de un telón que resguarda la rehabilitación que se está llevando a cabo.
El edificio de Hermanos Bécquer es, después del pazo de Meirás, la gran joya inmobiliaria de los nietos de Francisco Franco. Es también la sede de las principales empresas familiares que heredaron los hermanos a partes iguales cuando falleció su madre, Carmen Franco, en plenas navidades de 2017. Tras el deceso, los siete hermanos Martínez-Bordiú Franco (Carmen, Mariola, Francis, Arancha, Merry, Cristóbal y Jaime) recibieron principalmente propiedades inmobiliarias y empresas, la mayor parte en régimen de proindiviso (es decir, sin repartir). El grueso de las propiedades se encontraba en Galicia y en Madrid, aunque también había algo en Jaén, Estepona o Granada.
En ese emblemático edificio residió Carmen Franco hasta su muerte y ha sido siempre núcleo y lugar de peregrinación para la familia. Allí se reunieron los nietos días antes de la exhumación de su abuelo y ha sido siempre un punto de referencia para la familia. Sin embargo, ante la imposibilidad de mantenerlo y de costear la rehabilitación necesaria, los hermanos decidieron ponerlo a la venta en 2019 por una cantidad cercana a los 50 millones de euros. Su idea era venderlo en su totalidad, siempre respetando los contratos de alquiler vigentes. Actualmente hay una plaza de garaje a la venta en los portales inmobiliarios por un precio de 19.500 euros.
Se trata de un inmueble cuya superficie total construida es de 5.116 metros cuadrados, en una parcela de 708. Consta de sótano, seis plantas y un ático de más de 660 metros cuadrados con una azotea particular. En el pasado, algunas de sus plantas se han destinado a oficinas, y otras a viviendas particulares (dos vecinos por planta). Si hiciéramos cálculos tomando como referencia el precio medio del metro cuadrado en esa zona de Madrid en 2022, el precio de mercado del edificio podría superar los 45 millones de euros. La rentabilidad respecto al alquiler podría ascender a un millón de euros al año.
Según el Registro de la Propiedad, el edificio es propiedad de la gran empresa patrimonial de la familia, Fiolasa, que recientemente absorbió a Sargo Consulting. Desde enero de 2018, José Cristóbal Martínez-Bordiú es el presidente de la entidad, de la que son consejeros el resto de los hermanos: Carmen, Merry, Francisco, Mariola, Jaime y Arancha. El patrimonio neto declarado por esta entidad en 2021, el último ejercicio del que hay cuentas, es de 15 millones de euros, cuando declaró pérdidas de más de 400.000 euros. También actúa como consejero Álvaro Franco Guisasola, uno de los cuatro hijos de Francis Franco, cuyo nombramiento oficial se ha llevado a cabo hace unos días.
El año pasado, el edificio cumplió un siglo de vida, por lo que necesitaba una buena puesta a punto. Desde enero en que empezaron las labores de demolición, el perímetro luce con telones y andamios para que los obreros puedan trabajar. En el vestíbulo del edificio y en la acera se han instalado contenedores de obra. Los responsables de la rehabilitación han contratado un servicio de seguridad profesional para controlar que vaya todo en orden.
Según los datos que maneja este medio, la familia ha pedido varios préstamos hipotecarios sobre la finca por un total de dos millones de euros, probablemente con la intención de costear la reforma, aunque este extremo no ha podido ser confirmado por este medio. Consultado Luis Felipe Utrera-Molina, el abogado de los nietos de Franco ha preferido no facilitar más información.
Desde que falleciera su madre y sobre todo desde la exhumación de su abuelo, Francisco Franco (que esta semana ha seguido José Antonio Primo de Rivera), la familia ha optado por un perfil bajo en los medios. Incluso su miembro más mediático, Carmen Martínez-Bordiú, ha optado por dejar de salir en la prensa y reside la mayor parte del tiempo en Portugal. Esto no significa que hayan estado parados en lo que respecta a su herencia. El año pasado también vendieron otras propiedades 'menores' de Fiolasa-Sargo Consulting en la avenida Concha Espina, donde estaba la sede oficial de la Fundación Francisco Franco en Madrid.
Darse un paseo por las arterias principales del barrio de Salamanca una tarde soleada de abril es encontrarse con un enjambre de turistas (de clase A) de peregrinación por las tiendas de lujo. Cerca de la embajada americana se esquina una calle que es un remanso de paz. Tan solo el trasiego de los coches que la atraviesan parcialmente para enganchar el paseo de la Castellana rompe la paz de esta sobremesa de primavera. También los ruidos que provocan varias obras de edificios de la zona que se están rehabilitando íntegra o parcialmente. Uno de ellos, la joya inmobiliaria de los hermanos Martínez-Bordiú Franco, un edificio de siete plantas que desde hace unas semanas está cubierto íntegramente de andamios y de un telón que resguarda la rehabilitación que se está llevando a cabo.