La campaña desbloquea la parte más íntima de Pedro Sánchez: sus hijas
En el pódcast de 'La pija y la quinqui', el presidente da detalles por primera vez de la vida de Ainhoa y Carlota, que han conseguido vivir en Moncloa a salvo del ojo público
Cuando un nuevo presidente llega a la Moncloa, su vida familiar cambia irremediablemente. El escrutinio público infecta a sus parejas, pero, en algunos casos, también a sus hijos. Los vástagos de Felipe González, los de José María Aznar o las de Zapatero saltaron a las crónicas al compás de su adolescencia. Mariano Rajoy aprendió la lección y mantuvo a sus dos hijos a salvo del interés mediático, con alguna concesión en los programas deportivos. Aunque si hay alguien que ha conseguido blindar la intimidad de sus hijas, ese ha sido Pedro Sánchez. Las niñas, Ainhoa y Carlota, entraron en Moncloa con 13 y 11 años respectivamente. Hoy son dos chicas de 18 y 16 que llevan una vida completamente anónima.
En aquella precipitada mudanza a la Moncloa tras la moción de censura, Begoña Gómez, aún inexperta en estas lides mediáticas, explicó con cierta ingenuidad cómo se tomaban el cambio de vida. "Aún son muy niñas como para hacer vida social. Como mucho, van a casas de amigas, y siempre con nuestra supervisión o la de los otros padres", explicaba en una entrevista improvisada. Las niñas parecían entenderlo todo: "Al fin y al cabo, para ellas es una experiencia".
Pronto se dieron cuenta de que el viaje personal era mucho más que "una experiencia" y decidieron blindarse. De hecho, en el documental que está preparando Curro Sánchez Varela -el hijo cineasta de Paco de Lucía- sobre Moncloa y sus habitantes, solo ha habido una línea roja: sus hijas. “A lo largo de cuatro episodios se pretende hacer un retrato de la dimensión más personal y humana de la Moncloa, incluyendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El equipo registrará la actividad real del jefe del Ejecutivo, de sus equipos, colaboradores, asesores, empleados, familiares… La única línea roja marcada por el presidente ha sido preservar la intimidad de sus hijas", informaban a Vanitatis no hace mucho desde la productora Secuoya, que participa en el filme junto con The Pool. La producción, por cierto, tenía previsto finalizar su proceso de posproducción en primavera.
Por eso es tan sorprendente que el presidente del Gobierno haya decidido en los últimos días de campaña saltarse sus propias normas y revelar detalles hasta ahora desconocidos de la vida de sus hijas. Desde la música que les gusta a su relación con los bulos de las redes sociales o los estudios que están cursando. Ha sido en el pódcast de 'La pija y la quinqui', donde Sánchez se mostró más relajado que nunca e incluso habló de la princesa Leonor.
Sánchez comenzó el pódcast de Carlos Peguer y Mariang Maturana declarándose más quinqui que pijo: "Nací y crecí en Aluche y Tetuán, barrios populares de Madrid. Pero tampoco me veo quinqui. Quinqui para mi generación tiene una connotación un poco distinta", explicó. En un tono muy coloquial, Sánchez dijo que la política "está sobrevalorada". "Uno como presidente del Gobierno puede hacer y deshacer, pero siempre con límites afortunadamente".
La primera revelación sobre su hija mayor llegó cuando el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno anunció la serie que estaba viendo en ese momento: "Ahora estoy viendo la serie 'No me gusta conducir' por una razón muy sencilla. Tengo una hija que se está sacando el carné de conducir y empezamos a verla y me ha gustado". Sánchez se sacó el carné a la primera, por cierto, y echa "mucho de menos conducir".
La segunda concesión tuvo que ver también con Ainhoa. "Mi hija está estudiando Psicología. Le costó mucho decidirse. Le dije que tampoco pasaba nada, yo estudié Económicas y Empresariales, y fíjate dónde he terminado. Muchas veces estudias cosas que ayudan, pero la vida te lleva por otros lados". Sánchez confesó que cuando era niño no tenía una vocación clara, ni siquiera por la política: "De adolescente quería ser jugador de baloncesto, pero en realidad llevaba las mochilas de los que jugaban de verdad".
"Ser presidente está muy bien, poder hacer cosas por tu país..., pero afortunadamente es temporal. Es lo que le digo a mi familia, a Begoña y a mis hijas, que esto va a ser solo un tiempo determinado de nuestra vida. Hay mucha presión, no nos han tocado unos años fáciles, pero es temporal. Cuando empezó la legislatura, hace cuatro años, a la semana empezó el covid, mi mujer cogió el covid, mis padres, mi suegro... Entonces, además de todo lo que tenía que hacer, estaba pendiente de la salud de mis seres queridos. Pero lo viví todo con mucho orgullo y con honor", explicó.
A la vida familiar de Pedro Sánchez se incorporaron con el tiempo dos perras de agua, algo a lo que Begoña Gómez fue reticente. "Yo siempre he tenido perros, he crecido con ellos en casa. A Begoña, mi mujer, le costó un poco al principio. Me dijo: 'La única condición que te pongo es que no suelten pelo'. Los perros de agua no sueltan pelo, y el carácter que tienen es fantástico. Tienen una pelota de tenis como cerebro, puedes estar con ellos todo el día jugando a tirarles la pelota de tenis. Tuve un chow chow y no quería jugar. Pero estas son un coñazo, quieren jugar todo el rato".
Mientras Sánchez alternaba las respuestas con las preguntas (a ratos parecía él el entrevistador) se iba desvelando su dominio de la música actual. Entre los nombres más 'mainstream' que citó se encontraban Taylor Swift y Rosalía, dos "artistazas". La sorpresa vino cuando hablaron de su lista de canciones de Spotify, filtrada en el pasado por los medios de comunicación. "Hubo una confusión porque en realidad esa playlist estaba compartida con mis hijas. Yo no puedo con el reguetón, es algo en lo que discrepo profundamente con mis hijas", reveló, de lo que deducimos que ellas son más fans de los ritmos latinos. Salió también a relucir el nombre de la banda británica Beach House, que le "encanta" a su "hija pequeña".
Sánchez echa de menos ir a festivales y conciertos. "El otro día, mi mujer fue al Primavera Sound de Arganda para ver a Rosalía. Allí conoció a Aitana. Me dijo Begoña que era una chica estupenda, majísima, se acercó a saludarla. Me hubiera encantado estar ahí viendo a Rosalía, es una pena que tengo, no puedo ir a este tipo de cosas".
El candidato también desveló una conversación recurrente con su hija Carlota. Sánchez estaba muy interesado en saber cómo se informaban Carlos y Mariang, y apareció el tema de los bulos: "Me pasa mucho con mi hija pequeña, que aún está en edad adolescente. Viene y me dice: 'Papá, esto es así', y yo le pregunto de dónde ha sacado la información. Cuando responde que en TikTok o en las redes sociales, se lo rebato. La gente de buena fe no piensa que haya quien quiera engañarles".
Entonces remató con una anécdota personal. "Estábamos un fin de semana confinados y vino mi hija pequeña con un vídeo de un tipo que decía que estábamos en Doñana: 'Papá, pero si esto es mentira, si estamos aquí en Madrid'. Le respondí: 'Bienvenida al mundo real".
Cuando un nuevo presidente llega a la Moncloa, su vida familiar cambia irremediablemente. El escrutinio público infecta a sus parejas, pero, en algunos casos, también a sus hijos. Los vástagos de Felipe González, los de José María Aznar o las de Zapatero saltaron a las crónicas al compás de su adolescencia. Mariano Rajoy aprendió la lección y mantuvo a sus dos hijos a salvo del interés mediático, con alguna concesión en los programas deportivos. Aunque si hay alguien que ha conseguido blindar la intimidad de sus hijas, ese ha sido Pedro Sánchez. Las niñas, Ainhoa y Carlota, entraron en Moncloa con 13 y 11 años respectivamente. Hoy son dos chicas de 18 y 16 que llevan una vida completamente anónima.
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