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El significado del lenguaje corporal de Rubiales: de agarrarse "esa parte del cuerpo" a la rabia contenida de su último discurso
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Sus gestos hablan

El significado del lenguaje corporal de Rubiales: de agarrarse "esa parte del cuerpo" a la rabia contenida de su último discurso

A lo largo de los últimos días, el aún presidente de la Real Federación de Fútbol se ha convertido en protagonista de la actualidad con sus palabras, pero también con sus gestos

Foto: Luis Rubiales, en la rueda de prensa donde anunció su no dimisión. (EFE/RFEF/Eidan Rubio)
Luis Rubiales, en la rueda de prensa donde anunció su no dimisión. (EFE/RFEF/Eidan Rubio)

El domingo 20 de agosto fue un día histórico para el deporte español. Las jugadoras de la selección femenina de fútbol ganaban la Copa del Mundo en Australia, convirtiéndose en un referente mucho más allá de lo deportivo. Contando con el apoyo de las redes sociales, de las audiencias y de todo tipo de público, incluyendo a famosos como Elsa Pataky o Antonio Banderas. Sin embargo, aunque no deba ensombrecer su gesta futbolera, un nombre ha acaparado la mayor parte de los titulares desde entonces: Luis Rubiales.

El beso del presidente de la Real Federación de Fútbol a la futbolista Jenni Hermoso no ha dejado de acaparar noticias desde entonces. Desde la denuncia como agresión de numerosos famosos por este hecho hasta la huelga de hambre que ha llevado a Ángeles Bejar, la madre de Rubiales, al hospital. Un sinfín de declaraciones que nos hacen querer ir más allá del qué se ha dicho, analizando cómo se ha dicho.

placeholder La reina Letizia y la infanta Sofía, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y Luis Rubiales en la final del Mundial de Fútbol Femenino en el Accor Stadium. (EFE)
La reina Letizia y la infanta Sofía, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y Luis Rubiales en la final del Mundial de Fútbol Femenino en el Accor Stadium. (EFE)

Por ello, como ya hemos hecho con el lenguaje corporal de Rosalía y Rauw Alejandro, los gestos de Gabriela Guillén tras anunciar que espera un hijo con Bertín Osborne o la gestualidad en las celebraciones de boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, ahora llega el turno de ver cómo ha cambiado la actitud no verbal de Luis Rubiales en apenas dos semanas.

Comenzando, precisamente, por ese 20 de agosto que marca un antes y un después en su calendario. Durante la celebración del gol de Olga Carmona en el Accor Stadium Australia, el dirigente deportivo celebró el tanto agarrándose los genitales enérgicamente. Un acto por el que días después pidió perdón a la Casa Real. Explicando que al agarrarse "esa parte del cuerpo" quería decir al entrenador Jorge Vilda "ole tus huevos".

"Soy un señor y aquí tengo mi cosa"

Un gesto muy llamativo que analizó Enrique García Huete, psicólogo clínico y profesor de Psicología en la Universidad Complutense, en 'El País' al hablar sobre lenguaje no verbal masculino. Según el experto, tocarse los genitales es señal de exhibicionismo: "Viene a decir: 'Yo soy un señor y tengo aquí mi cosa".

Mientras, el psiquiatra Rob Kominiarek, fundador del Alpha Male Medical Institute, explica que los hombres llegan a tocar sus partes íntimas, ya sea consciente o inconscientemente, para demostrarles a otras personas quién es el líder. Por otra parte, según un estudio realizado por 'Frontiers in Psychology', los hombres tienden a tocar esta zona del cuerpo para liberar oxitocina, hormona que ayuda a calmar los nervios en momentos de estrés o efusividad.

placeholder El momento en el que Luis Rubiales besa a Jenni Hermoso. (RTVE)
El momento en el que Luis Rubiales besa a Jenni Hermoso. (RTVE)

Al hablar de este caso no se puede obviar el beso de Rubiales a la jugadora Jennifer Hermoso durante la entrega de trofeos. Más allá de las declaraciones del granadino explicando que fue "un piquito entre amigos" y de la futbolista asegurando que no fue un beso consentido, por lo que fue una agresión, recogemos el análisis del formador en habilidades comunicativas Antonio José Delgado Lacal, que escribió sobre este hecho en su página web 'El lenguaje corporal'.

Así, el experto destaca cómo Luis Rubiales se muestra alegre y enérgico, abrazando a todas las ganadoras en la entrega de medallas. Destacando que si bien podemos ver el rostro del presidente de la RFEF en todo momento, no se puede ver el de las futbolistas.

Llega entonces el beso. Aquí, Antonio José Delgado Lacal analiza cómo Rubiales da un abrazo de manera más enérgica que la jugadora, ocupando más espacio que ella. Las piernas abiertas y los movimientos amplios con los brazos denotan mucha seguridad y energía. Añadiendo un punto muy interesante al hablar de cómo la RFEF dice que Jenni Hermoso levanta a Rubiales. Aunque, según su opinión, no es así.

"No esperaba el beso"

"La postura anterior de las piernas y cómo las ha colocado Rubiales en la segunda imagen denotan que Luis salta en un movimiento típico de celebración en el fútbol al celebrar un gol con un compañero o compañera. Hermoso reacciona de la manera habitual, soportando el peso de Rubiales para no caer ambos".

Además, sobre el beso y la supuesta conversación previa, el experto en habilidades comunicativas también tiene un veredicto: "Un gesto que me llama la atención es el suave golpe que la jugadora hace en el costado del presidente, justo antes del beso. Este gesto denota señal de despedida. Curiosamente, lo vuelve a realizar tras el beso. Esto denota que no esperaba el beso, pues ya se estaba despidiendo".

placeholder Detalle del saludo entre Jennifer Hermoso y Luis Rubiales en la entrega de medallas. (Reuters/Hannah Mckay)
Detalle del saludo entre Jennifer Hermoso y Luis Rubiales en la entrega de medallas. (Reuters/Hannah Mckay)

Referenciando este mismo beso, el experto en lenguaje corporal y persuasión Jesús Enrique Rosas habla sobre cómo cogió a Jennifer Hermoso la cara con las dos manos. "Agarrar la cabeza de alguien es un gesto muy dominante, es algo que limita los movimientos. Aunque el gesto va más allá, porque aunque Hermoso consintiera el beso, lo habría hecho cuando él ya estaba agarrándole la cabeza así, y no le permite apartar la mirada. Era mucha presión sobre ella", señala este experto en su canal de YouTube.

Una opinión que compartía en su perfil de Twitter la experta Patrycia Centeno: "Aunque nos pueda parecer algo romántico, tomar por la cabeza al dar un beso es imponer un beso. Y aunque a Rubiales le pueda parecer que los golpecitos que le está dando Hermoso en el brazo son de disfrute o consentimiento, lo que significa es 'para ya, suéltame".

Jesús Enrique Rosas también explica a lo largo de su vídeo que es un tema difícil de analizar en vídeo y en imágenes de forma global al tener solo una perspectiva de cámara. Aunque sí reflexiona sobre cómo la actitud de efusividad de Rubiales con el resto de jugadoras también es para comentar. Dado que en un entorno laboral, como es este caso, es difícil creer que haya esa gran confianza con todas ellas para demostrar esa gran afinidad de tu jefe, según su experiencia profesional en este ámbito. Por ello, no piensa que estuvieran todas de acuerdo con su actitud.

"Se nota que es forzado a pedir esta disculpa"

Tras la repercusión mediática por ese beso a Jenni Hermoso, Luis Rubiales hizo una serie de declaraciones, llamando “gilipollas” y “tontos del culo” a quienes criticaron la falta de consentimiento en el beso que dio a la jugadora. Aunque, horas más tarde, sí tuvo que publicar un vídeo a través de las redes sociales pidiendo perdón.

Aunque, de nuevo según las palabras del experto en lenguaje no verbal Jesús Enrique Rosas, "lo suyo no es pedir disculpas". "Mover los ojos a todos lados, encogerse de hombros como si no fuera para tanto. Además, se nota que es forzado a pedir esta disculpa", añade en su vídeo. "Tampoco ayudan los gestos de arrogancia que muestra tras decir esto", reflexiona Rosas. "Es uno de esos casos en los que una disculpa hace más mal que bien a una persona", zanja.

placeholder Imagen del encuentro entre Pedro Sánchez y Luis Rubiales en el palacio de la Moncloa. (Reuteres/Juan Medina)
Imagen del encuentro entre Pedro Sánchez y Luis Rubiales en el palacio de la Moncloa. (Reuteres/Juan Medina)

Tras su llegada a España, con los focos mediáticos sobre este hecho, se produjo un momento también digno de análisis en el lenguaje no verbal. El encuentro entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y Luis Rubiales, junto al resto del equipo técnico y jugadoras de la Selección, estuvo protagonizado por la tensión. El líder del PSOE había criticado públicamente a Rubiales horas antes, aunque parece que su relación va mucho más allá de este Mundial, como desvela Juan Rubiales en El Confidencial.

Regresando a su gestualidad, el experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero destacó entonces el frío saludo entre ambos, poniendo el foco en los pensamientos de Rubiales en ese momento. "Sánchez recibe a la selección española. El saludo de Sánchez a Rubiales: Rubiales muy muy serio, su cerebro no parecía estar celebrando nada", expresó Ovejero en Twitter.

"No está controlando sus emociones"

Finalmente, tras el aluvión de ciudadanos, autoridades y organismos oficiales, como el mencionado Gobierno o el Consejo Superior de Deportes, Luis Rubiales dio una rueda de prensa tras una asamblea extraordinaria de la RFEF. Un largo discurso donde se disculpó con la reina Letizia y la infanta Sofía, explicó algunos de sus gestos, denunció el "falso feminismo" y sorprendió al anunciar que no dimitía.

Casi 40 minutos de monólogo que han sido analizados por numerosos expertos en lenguaje no verbal. Por ejemplo, las cinco veces que insistió en su no dimisión son un síntoma claro para Jesús Enrique Rosas: "Decirlo muchas veces, con ese tipo de efusión, demuestra que no está controlando sus emociones".

placeholder Luis Rubiales, durante su intervención en la Asamblea General de la RFEF. (EFE)
Luis Rubiales, durante su intervención en la Asamblea General de la RFEF. (EFE)

Por su parte, el experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero destacó varios puntos principales en los gestos de este momento en un análisis en su web. Por un lado, la impaciencia por hablar, al frotarse y apretarse las manos sin parar, pero bastante tranquilo. Además, destaca que con quien parece más estresado al disculparse es con la Reina. Su malestar fue tal que utilizó un "gesto manipulador" al hablar de la familia real, notándose en que agarró su chaqueta, añadió Ovejero.

Martín Ovejero también señala en su web que existen dos momentos de "gran asco facial": "Cuando dice que 'no hay deseo' en el beso y al señalar que a las falsas feministas 'no les importan las personas". Revela también en su análisis que le vio "muy tranquilo y seguro, confiando mucho en sus argumentos: mensaje claro y pausado; sin gestos manipuladores, ni miradas de temor, ni distanciamientos corporales propios de inseguridad". Destacando "el buen golpe de efecto de tener a sus hijas presentes (y parte de su familia sobre la que ya hablamos para saber quién es quién en el clan Rubiales)" y cómo se llevó la mano al pecho en muchos momentos, mostrando una potente implicación personal.

"La rabia contenida, la ira y el enfado"

Sobresalen también para este experto en comunicación no verbal dos momentos. Por un lado, cómo para pedir perdón levanta la cabeza, como sintiéndose orgulloso de tener que hacerlo, mientras que posteriormente baja la mirada, con lo que parece ser que son sinceras sus palabras. Por su parte, el coach Edgar Expósito analiza cómo su medio sonrisa irónica reflejaría incredulidad frente a la situación.

Asimismo, la forma en la que se acerca el micrófono con un semblante serio muestra la rabia contenida, la ira y el enfado en su rostro fruncido y con la comisura de los labios ligeramente hacia abajo, que también denota tristeza. Una gestualidad corporal que, como explican los analistas, da pistas más allá de las palabras. Aunque su labor es explicar el simbolismo de cada gesto sin entrar en sus opiniones personales. Una gestualidad que podremos seguir analizando en sus próximos actos públicos, especialmente en sus esperadas palabras tras el paso de su madre por el hospital.

El domingo 20 de agosto fue un día histórico para el deporte español. Las jugadoras de la selección femenina de fútbol ganaban la Copa del Mundo en Australia, convirtiéndose en un referente mucho más allá de lo deportivo. Contando con el apoyo de las redes sociales, de las audiencias y de todo tipo de público, incluyendo a famosos como Elsa Pataky o Antonio Banderas. Sin embargo, aunque no deba ensombrecer su gesta futbolera, un nombre ha acaparado la mayor parte de los titulares desde entonces: Luis Rubiales.

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