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Arranca el juicio contra Arantxa Sánchez Vicario: "No podrá evitar una pena de cárcel"
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POR ALZAMIENTO DE BIENES

Arranca el juicio contra Arantxa Sánchez Vicario: "No podrá evitar una pena de cárcel"

La tenista reconoció su culpa hace dos años y paga cada mes una cantidad al Banco de Luxemburgo para lograr una entente. El juicio se alargará como mínimo hasta el viernes 15

Foto:  Arantxa Sánchez Vicario. (Cordon Press)
Arantxa Sánchez Vicario. (Cordon Press)

Las vueltas judiciales de Arantxa Sánchez Vicario vienen de lejos. Muy lejos en el tiempo. Fue entre 1988 y 1989 cuando la tenista fijó su residencia en Andorra, algo que Hacienda decidió investigar. A partir de aquel momento, las demandas se cruzaron en múltiples tribunales. Hubo sentencias condenatorias contra la campeona, que peleó por su inocencia hasta llegar al Tribunal Supremo, que desestimó su recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional que la condenaba a pagar 3.487.216,50 euros.

Porque el fisco español consideró que Sánchez Vicario vivía en Barcelona, en casa de sus padres, y no en Andorra como había declarado. Para hacer frente a esa sentencia, la tenista pidió un aval al Banco de Sabadell, que fue contraavalado por el Banco de Luxemburgo. Y cuando la entidad bancaria reclamó el pago de la cantidad vía demanda judicial, empezó el calvario real.

placeholder  Arantxa Sánchez Vicario. (Getty)
Arantxa Sánchez Vicario. (Getty)

El Banco de Luxemburgo quiso ejecutar su sentencia para cobrar el aval y se encontró que aquella persona que en principio tenía un patrimonio de hasta 30 millones de euros era insolvente. No había nada. Ni una propiedad.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario, este miércoles en Barcelona. (Gtres)

Así, presentó una querella en los juzgados de Barcelona por alzamiento de bienes, que es como se conoce vulgarmente el delito de frustración de ejecución de sentencia. Cualquier movimiento de un acusado que dificulte la aplicación de una condena puede llevarlo a ser acusado de este delito. Es lo que sucedió con Arantxa, quien se enfrenta ahora a una pena de prisión por una deuda de 6,6 millones de euros en un juicio que empieza este martes 12 de septiembre y que se alargará hasta el viernes. Es más, hay fechas fijadas también a finales de octubre por si el procedimiento se alarga más de lo esperado.

Reconoce su culpa

Hace dos años, asesorada por su equipo legal de Estados Unidos, donde vive desde hace más de una década, la tenista aceptó el delito, es decir, se declaró culpable en el escrito de defensa, y hace ya tiempo que cada mes paga una cantidad al Banco de Luxemburgo. Quiere, según fuentes judiciales, lograr rebajar su pena y no tener que ingresar en prisión.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana. (Getty)

Sánchez Vicario ha ofrecido una entrevista este fin de semana a ‘El País’ en la que describe su vida en la actualidad y asegura que ha tenido que renunciar incluso a los 6.000 euros mensuales que recibe de la 'libreta de campeones', un emolumento reservado a medallistas olímpicos y que la tenista percibe por sus cuatro platas y bronces en Barcelona 92 y Atlanta 96. Entrega el 50% de todo lo que ingresa al Banco de Luxemburgo, una práctica que la ha llevado a pagar ya 1,9 millones de euros en dos años. “Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal que seguiré haciendo toda mi vida”, declaró a Jesús García, de ‘El País’, entre lágrimas.

Santacana quiere la absolución

La campeona señala a su exmarido, José Santacana, como cooperador necesario, algo que también ha hecho el Banco de Luxemburgo en su acusación. La primera querella se presentó solo contra la tenista, pero a los pocos meses la ampliaron contra su exmarido al considerar que había sido él quien se había encargado de liquidar todo el patrimonio de su entonces mujer. Con todo, Santacana luchará por la absolución.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana. (Getty)

Fuentes judiciales de solvencia informan a Vanitatis de que Arantxa “no podrá evitar una pena de cárcel". "Tiene que luchar por lograr una pena que no la obligue a ingresar en prisión”, matizan. Con todo, lo que se desconoce en este momento, informan las mismas fuentes, es cómo puede afectar una condena de prisión a su permiso de residencia en EEUU.

Paralelo en EEUU

Esta guerra judicial en territorio español tiene una hermano en suelo estadounidense. El proceso de divorcio entre Sánchez Vicario y Santacana es clave, según la tenista, para lograr desenterrar su patrimonio desaparecido. Por eso siguen legalmente casados y por eso Arantxa peleó para llevarse el procedimiento a Miami, donde ambos viven: allí, para divorciarse, un juzgado puede reclamar una investigación sobre el patrimonio de una de las dos partes. Y en eso están ahora en Miami Dade.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario. (Getty)

No podemos hablar de 30 millones de euros sin detallar de algún modo en qué se basa la acusación del Banco de Luxemburgo. Lo hizo en uno de los escritos judiciales, en el que detalló todas las propiedades de la extenista y cuándo y por cuánto se vendieron. Las cuentas estaban claras cuando la extenista, a sus casi 40 años, hizo una lista de todas sus pertenencias. Había 18 millones en efectivo en cuentas bancarias y el resto, hasta llegar a 30 millones, lo poseía en activos inmobiliarios.

De Andorra a Formentera

Tenía propiedades repartidas por todo el territorio nacional, también en Andorra, donde había fijado su residencia fiscal. Sus inversiones en inmuebles, casi siempre asesorada por gestores, fueron inteligentes y provechosas. Un ejemplo fue la casa que se compró en la Cerdanya. Se trataba de una bonita construcción de nueva planta, en pleno campo, a las afueras de uno de los primeros pueblos que hay en el valle pirenaico tras atravesar el túnel del Cadí. Compró una casa que vendió al poco tiempo, en 2010, con un aumento en el precio del 300%.

Foto: Arancha Sánchez Vicario 'se deshace' de su mansión de Formentera por 5 millones de euros

Así sucedió con casi todas las propiedades que atesoraba. Las fue vendiendo. En aquellos años, entre 2009 y 2012, Arantxa tenía, a su nombre o a nombre de sus sociedades, un piso en San Cugat, otro en Sant Just Desvern, dos apartamentos de lujo en S'Agaró (allí también tenía un solar) y dos más en Port Ginesta. También se contaba en el listado otra casa en Andorra, donde declaró vivir durante años, lo que originó sus deudas con Hacienda.

En Barcelona ciudad tenía la casa de avenida Diagonal, un piso de 200 metros cuadrados en el que vive su madre, quien es usufructuaria. Este piso lo compró el hermano mayor, Emilio Sánchez Vicario, y Arantxa se lo recompró en un momento de necesidad del también campeón de tenis. La familia se trasladó a vivir allí en los 80, cuando se construyó el edificio. Antes habían vivido en un piso en la calle Sabino Arana, cerca del actual. Ese piso también aparecía en el listado judicial.

No queda nada

En Premià de Mar tenía dos locales comerciales y en Sant Just Desvern, dos plazas de garaje. Cerca, en esta zona del Llobregat, es donde vivía con Pep Santacana tras casarse: en una casa en Ciudad Diagonal, en Esplugues, cerca de la excasa de Shakira y Gerard Piqué. A principios de 2013, ya publicado el libro '¡Aranxa, vamos!', en el que acusaba a sus padres de haberla arruinado (entre otras muchas cosas), puso a la venta el inmueble. Con unas dimensiones de 750 metros cuadrados, salió al mercado por cuatro millones de euros.

Foto: Arantxa Sanchez Vicario, en una foto de archivo. (Gtres)

Las deudas con Hacienda apretaban y la extenista también tuvo que deshacerse de la casa de Formentera, una mansión de 300 metros cuadrados y un terreno de 5.000 con vistas directas al mar. Situada en Porto Saler, salió a la venta por cinco millones de euros. En España, ya no queda nada a su nombre ni cuenta con ninguna empresa que esté activa. Y en Miami, según cuenta la extenista en la citada entrevista, paga un alquiler mensual porque no tiene siquiera la casa a su nombre.

Las vueltas judiciales de Arantxa Sánchez Vicario vienen de lejos. Muy lejos en el tiempo. Fue entre 1988 y 1989 cuando la tenista fijó su residencia en Andorra, algo que Hacienda decidió investigar. A partir de aquel momento, las demandas se cruzaron en múltiples tribunales. Hubo sentencias condenatorias contra la campeona, que peleó por su inocencia hasta llegar al Tribunal Supremo, que desestimó su recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional que la condenaba a pagar 3.487.216,50 euros.

Arantxa Sánchez Vicario
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