Las múltiples batallas de Arantxa Sánchez Vicario: demanda a su exabogado en Miami

Arantxa Sánchez Vicario ha visto como todos los ingresos de su carrera han desaparecido, como lágrimas en la lluvia, y lucha con todas sus fuerzas para poder vivir en paz. Para ello, sin embargo, tiene que librar varias guerras que desgastan su ánimo y la encierran en sí misma. Y en esa soledad en la que se ha convertido su existencia, no solo libra un juicio con el Banco de Luxemburgo, que tras llegar a un acuerdo ha quedado fuera de peligro (no ingresará en prisión).

La campeona tiene causas abiertas en Miami, donde vive, y lo decimos en plural porque a la batalla por el divorcio con Josep Santacana se suma la que libra con su anterior bufete de abogados, Kutner & Associates. Y eso que el titular de su anterior defensa en este bufete, Maurice J. Kutner, falleció en octubre de 2020.

¿Los motivos por los que Arantxa demandó a sus anteriores asesores legales? Son muy parecidos a los que la han llevado a pisar los juzgados españoles y andorranos. Acusa al bufete de mala praxis y de “engañarla” en cuestiones económicas. No es la primera vez, lo sabemos casi todos, que la extenista se enzarza en una batalla legal por su patrimonio. Demandó a parte de su familia en 2012, ha demandado a su exmarido en Estados Unidos y también al bufete en cuestión.

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Desde su entorno inmediato declaran a Vanitatis que “Arantxa ha pasado toda su vida jugando a tenis, no sabe hacer otra cosa, y ha ganado mucho dinero, lo que provoca que muchos se acerquen a ella con ánimo de lucrarse. No está preparada para tratar cuestiones económicas porque primero fue su padre y su familia quienes se encargaron de esa gestión y después su marido. Ha tenido mala suerte y ahora son sus primeros abogados americanos quienes han repetido ese patrón de engaño”.

La vía libre de Santacana

La primera queja judicial de Sánchez Vicario se produjo cuando sus abogados la asesoraron para que vendiera una propiedad que había adquirido en 2018 en el condominio Paraiso Bay. La transacción se realizó a través de la sociedad Ocean Reserve, de la que ella era socia junto a Santacana. Pero cuando se separan, los abogados del exmarido le mandaron un mail informándola de que Santacana le cedía sus acciones y que hiciera con la empresa y con el apartamento lo que considerara conveniente.

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Vanitatis ha accedido a todos los documentos de los juzgados del condado de Miami y son muy claros. Arantxa había dado ya una entrada de 727.000 dólares de los 3,2 millones que costaba el apartamento y sus abogados le dijeron que vendiera de nuevo su parte al anterior propietario, porque así podría conseguir que le devolvieran el dinero. Así fue. Y una vez cerró la operación, Kutner & Associates se quedó con todo el dinero para pagar su minuta.

"Consejo de mi abogado"

“Nuestra clienta, Aranzazu Sánchez Vicario, gestora de Ocean Reserve, ha autorizado la transferencia de 727.099,28 dólares de ingreso a la cuenta de Kutner & Associates”, señala el bufete en un documento judicializado. Ella misma, en una declaración jurada, dice: “Bajo el consejo de mi abogado, la propiedad fue vendida al propietario original. Los depósitos retornados fueron a la cuenta de mi exabogado para pagar sus minutas”.

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A partir de ese momento, llega de nuevo la guerra. Porque la defensa de Arantxa informa a los juzgados de esa transacción y Santacana, pendiente de todo, la demanda por realizar la venta de una propiedad cuando no se puede mover ni un dólar sin el permiso de la otra parte y del juzgado. Cabe recordar, además, que el Banco de Luxemburgo está también al tanto de todo y esa venta la puede perjudicar en su defensa en el jucio por alzamiento de bienes. Lo sabe Santacana, que usa esa venta en el proceso en Barcelona para asegurar que Sánchez Vicario tiene más dinero del que dice tener.

"No entregó facturas"

Así pues, Arantxa se enfrenta a sus exasesores legales y los acusa de múltiples engaños. “El demandado [su exabogado] ha actuado de forma no profesional y se ha desentendido de sus responsabilidades como abogado perjudicando a su defendida”, es uno de ellos. Según los documentos, Arantxa asegura que “el demandado ha cobrado minutas excesivas a su defendida por labores inútiles, y por trabajo no necesario y no llevado a cabo. De esta manera, ha cobrado 727.099 dólares por 13 meses de defensa”, y que “no entregó facturas mensuales, sino que mandó una sola factura una vez se había empezado a vender la citada propiedad”.

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Por todo ello, Arantxa reclama que le devuelvan el total de las minutas pagadas y todos los costes que “superan lo razonable”. Porque, además, pone en duda que las facturas sean “precisas”. Arantxa considera también que su abogado “facturó en exceso y de forma fraudulenta por trabajos nunca realizados”.

Tal como se señala en los documentos judiciales, Kutner dijo que su trabajo estaba valorado en un total de 987.684 dólares por sus servicios del 31 de enero de 2018 al 15 de septiembre de 2020. Aunque al final le pidió algo menos, justo la cantidad que le pagaron a Arantxa por la vivienda. Es lo que aduce ella, que cuando el abogado supo que su defendida había comprado una propiedad que podía vender, le recomendó que lo hiciera y el dinero fue directamente a sus arcas.

Larga historia

Fue entonces “y solo entonces”, asegura Arantxa, que supo que le debía 750.000 dólares a su abogado. La queja de Sánchez Vicario es, pues, en varias direcciones. Porque dice que fue su abogado quien le recomendó que vendiera, exponiéndola a una nueva demanda de Santacana, algo que sucedió. Y que le recomendó firmar unos documentos que finalmente la han perjudicado.

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La historia, lo advertimos, tiene muchos más capítulos. La campeona quiere sellar la paz en su vida, lo necesita, y es consciente de que para lograrlo deberá ganar primero muchas batallas. La guerra, pues, será larga.