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María Teresa de Silva, la XIII duquesa de Alba: del escándalo de su hija a Goya, un envenenamiento y el homenaje de Eugenia Martínez de Irujo
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María Teresa de Silva, la XIII duquesa de Alba: del escándalo de su hija a Goya, un envenenamiento y el homenaje de Eugenia Martínez de Irujo

Poder, cultura, dinero y títulos. Repasamos la vida de María Teresa de Silvia, la duquesa de Alba, que inspira la nueva colección de joyas de Eugenia Martínez de Irujo

Foto: 'La duquesa de Alba de blanco', cuadro de Francisco de Goya de 1795. (Palacio de Liria/ Fundación Casa de Alba)
'La duquesa de Alba de blanco', cuadro de Francisco de Goya de 1795. (Palacio de Liria/ Fundación Casa de Alba)

Las mujeres de la Casa del ducado de Alba de Tormes (de Alba, para resumir) siempre han generado un gran interés en la historia de España. Especialmente en el caso de las tres aristócratas que han portado el título principal de esta rama aristocrática. María Teresa Álvarez de Toledo, XI duquesa de Alba, fue la primera mujer que ostentó el título de grande de España. Mientras que Cayetana Fitz-James Stuart y Silva se convirtió en la noble 'rebelde' del siglo XX.

A ellas se suma María Teresa de Silva, XIII duquesa de Alba, una gran dama de la Ilustración que marcó el siglo XVIII en España. Una figura cautivadora desde diferentes ángulos a la que ahora rinde homenaje su descendiente, Eugenia Martínez de Irujo. La duquesa de Montoro se inspira en su antepasada, concretamente en el cuadro 'La duquesa de Alba de blanco', de Francisco de Goya, para su nueva colección de joyas con Tous. Por ello, queremos descubrir más sobre su faceta más privada, revelando algunos de los momentos más fascinantes de su corta, pero intensa vida.

Tras diseñar una línea de joyas con la firma española basada en un retrato de María Estuardo que se encuentra en la colección artística que alberga el Palacio de Liria; Eugenia Martínez de Irujo bucea en la historia de su familia para su nuevo proyecto.

placeholder 'La duquesa de Alba de negro' en un retrato de Francisco de Goya, en 1797. (Hispanic Society of America)
'La duquesa de Alba de negro' en un retrato de Francisco de Goya, en 1797. (Hispanic Society of America)

Conocida especialmente como María Teresa de Silva, XIII duquesa de Alba, aunque también se ha popularizado como Cayetana, su nombre completo nos lleva a coger aire. María del Pilar Teresa Cayetana Manuela Margarita Leonor Sebastiana Bárbara Ana Joaquina Josefa Francisca de Paula Javiera de Asís de Borja y de Sales Andrea Abelina Sinforosa Benita Bernarda Petronila de Alcántara Dominga Micaela Rafaela Gabriela Venancia Antonia Fernanda Bibiana Vicenta Catalina, nació en 1762 en Madrid.

La XIII duquesa de Alba fue una mujer muy conocida en su época, una fama que ha llegado hasta el día de hoy, especialmente gracias a los cuadros pintados por famosos artistas como Francisco de Goya o Guillermo Ducker, que han hecho de ella una figura inmortal. Así, aunque sea difícil de resumir, queremos destacar algunos de los puntos más relevantes de sus 40 años de vida.

placeholder Busto en mármol de María Teresa de Silvia, XIII duquesa de Alba, atribuido a Juan de Adán Morlando. ((Palacio de Liria/ Fundación Casa de Alba)
Busto en mármol de María Teresa de Silvia, XIII duquesa de Alba, atribuido a Juan de Adán Morlando. ((Palacio de Liria/ Fundación Casa de Alba)

La futura duquesa de Alba era la única hija de María del Pilar de Silva Bazán y de Francisco de Paula de Silva, quedando huérfana de padre con 8 años. Solo 3 años después se organizaría su boda con su primo, José Álvarez de Toledo, XI marqués de Villafranca del Bierzo y futuro XV duque de Medina Sidonia. Un 'sí, quiero' que llegó en 1775, uniéndose dos de las familias más importantes del momento.

Tras la muerte de su abuelo paterno, Fernando de Silva y Álvarez de Toledo en 1776, se convirtió en una de las mujeres más poderosas de Europa, como segunda duquesa de Alba, alrededor de cuya figura se entremezclan la historia y las leyendas. En una época convulsa para España, con numerosos movimientos geopolíticos, María Teresa de Silva estuvo muy vinculada a las élites intelectuales del momento, siendo mecenas de poetas, literatos, toreros, músicos y artistas.

Foto: La boda de Sofía y Pablo, ella con un vestido de novia de Lorenzo Caprile. (Click10 fotografía)

Además, hoy podríamos considerarla una auténtica influencer, ya que su forma de vestir se imponía en la corte madrileña de la época. De hecho, crónicas como las del Archivo Municipal de Madrid hacen referencia a sus luchas de poder con la duquesa de Osuna, María Josefa Pimentel, o la vizcondesa de Bearne, María Ana de Abad, para imponer su poder.

Sin embargo, a su influencia tampoco escapaba la propia reina de España, María Luis de Parma, mujer de Carlos IV. A lo largo de diferentes informaciones se asegura que la duquesa de Alba ridiculizó a la mujer de Carlos IV al copiar un vestido diseñado para la Reina, vistiendo con él a sus criadas. Aunque, detrás de estas tensiones había más de política que de crónica rosa.

"Mi negrita", de la duquesa de Alba

Una época de cambios en la sociedad donde también llama la atención uno de los inesperados regalos que recibió María Teresa de Silva. Aunque ahora mismo sería un escándalo impensable, en su momento era habitual regalar personas negras, como símbolo de excentricidad y de lujo. Así, la XIII duquesa de Alba recibió de manos de un empresario teatral de Madrid a la pequeña María de la Luz, a la que adoptó como hija.

Sin tener hijos propios con su marido, ya viuda, la niña se convirtió en su protegida. Una historia que Carmen Posadas noveló en 'La hija de Cayetana', donde narra la travesía de la pequeña junto a su madre, una esclava negra de una plantación cubana que fue víctima de la trata de seres humanos de la época. Años más tarde, ya siendo adolescente y tras la muerte de María Teresa de Silva, María de la Luz volvería a América con la gran herencia que le legó su madre adoptiva. Una relación maternofilial peculiar que llegó a inmortalizar Francisco de Goya en una de las escasas imágenes que existen de María de la Luz. A quien la duquesa de Alba llamaba "mi negrita".

placeholder 'La duquesa de Alba teniendo en sus brazos a María de la Luz', obra de Francisco de Goya. (Museo Nacional del Prado)
'La duquesa de Alba teniendo en sus brazos a María de la Luz', obra de Francisco de Goya. (Museo Nacional del Prado)

Respecto al artista aragonés, a lo largo de su vida ambos mantuvieron una gran relación de amistad y mecenazgo. Así, a pesar de los rumores sobre un posible romance, su cercanía parece que se quedó en la admiración. De hecho, las teorías que hablaban de cómo los dos cuadros de 'las majas' de Goya estarían basados en la duquesa de Alba han sido sustituidas por quienes aseguran que se trata de Pepita Tudó, entonces amante y posteriormente mujer de Manuel Godoy.

Eso sí, su amistad fue muy real, como demuestra el apoyo de la aristócrata al pintor o los "10 reales diarios" de por vida que le cedió en su testamento. Precisamente en ese testamento, uno de los documentos más valiosos de los que se encuentran en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, se pueden conocer al detalle las últimas voluntades de la Duquesa. Aunque, se tardarían 42 años en cerrar todo lo relacionado con su extenso y rico legado.

El veneno de Manuel Godoy

María Teresa de Silva falleció el 23 de julio de 1802 en Madrid, tras una vida muy intensa a nivel personal y político. A lo largo de diferentes momentos de la historia se ha llegado a afirmar que su fallecimiento no fue natural, entonces se habló de "unas fiebres", sino que había sido envenenada por mandato Manuel Godoy. Una teoría alimentada por su tenso pasado. El 5 de septiembre de 1800, en una carta conservada en el Archivo Histórico Nacional, Godoy escribe a los Reyes: "La de Alba y todos sus secuaces deberían estar sepultados en el abismo".

placeholder 'La duquesa de Alba de blanco', cuadro de Francisco de Goya de 1795. (Palacio de Liria/ Fundación Casa de Alba)
'La duquesa de Alba de blanco', cuadro de Francisco de Goya de 1795. (Palacio de Liria/ Fundación Casa de Alba)

A lo que sumar algunas de las decisiones del primer ministro de Carlos IV tras la muerte de la Duquesa, como la expropiación del Palacio de Buenavista, cuadros y joyas de la colección ducal, como 'La Venus del espejo de Velázquez' y 'La educación de Cupido' de Correggio. Sin embargo, tras la exhumación de su cuerpo y una autopsia realizada en 1945, se determinó que la causa de su fallecimiento había sido una meningoencefalitis.

Respecto al ducado de Alba, la muerte de María Teresa de Silva daría inicio a una nueva etapa para la Casa, con la adquisición del título por parte de su sobrino, Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, quien ya comparte apellido con el actual Duque. Una figura muy importante en la España del siglo XVIII y XIX a la que ahora también rinde homenaje su descendiente, Eugenia Martínez de Irujo, y que en su momento fue definida como "dulzura y amabilidad, 'generosa liberalidad' y caridad ardiente", como revela su epitafio publicado en la 'Gaceta de Madrid'.

Las mujeres de la Casa del ducado de Alba de Tormes (de Alba, para resumir) siempre han generado un gran interés en la historia de España. Especialmente en el caso de las tres aristócratas que han portado el título principal de esta rama aristocrática. María Teresa Álvarez de Toledo, XI duquesa de Alba, fue la primera mujer que ostentó el título de grande de España. Mientras que Cayetana Fitz-James Stuart y Silva se convirtió en la noble 'rebelde' del siglo XX.

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