El plan más romántico de Alberto Herrera y Blanca Llandres antes de su boda, en fotos: viaje a Marbella y look elegante premamá

La cuenta atrás para la boda de Alberto Herrera y Blanca Llandres ha comenzado. El próximo sábado, 18 de octubre, se darán el 'sí, quiero' entre amigos y familiares. Mientras ultiman los preparativos del que será, a buen recaudo, su gran día, la pareja sigue disfrutando de distintos planes sociales. Así, este viernes pusieron rumbo a Marbella para asistir a la boda de Luiza Martins de Melo, influencer brasileña afincada en España, y Pablo Pascual-Terrats, empresario y heredero de una de las empresas líderes en el sector de la construcción.

Los jóvenes, que ya cuentan los días para ser padres, no quisieron perderse este día tan especial. Para la ocasión, Blanca Llandres lució un vestido marrón chocolate de líneas depuradas, con un ligero drapeado en la cintura que resaltaba su silueta con delicadeza. Además, lo que más destacaba era su barriga premamá, que mostró con orgullo. También portó unos salones en el mismo tono, joyas minimalistas y una melena suelta con ondas suaves. En definitiva, una elección que sigue el estilo natural y elegante que le caracteriza y confirma que atraviesa uno de sus momentos más dulces.

Como se puede ver en las imágenes, Herrera y Llandres aparecen derrochando complicidad. Ambos posan sentados al aire libre, en un entorno relajado y luminoso, compartiendo una conversación distendida mientras están cogidos de la mano. Un gesto que emana cercanía y ternura. Además, la sonrisa de ella y la actitud cariñosa de él transmiten una conexión que va más allá de la foto. Y no es para menos: en los últimos meses su vida ha cambiado radicalmente, en unos días se convertirán en marido y mujer, y pronto serán padres de su primer hijo.

El 'sí, quiero' de Alberto Herrera y Blanca Llandres llegará tan solo dos semanas después de la fiesta de pedida de mano. Esta tuvo lugar el pasado sábado en Sevilla, en la que se dejaron ver de lo más felices junto a sus respectivas familias. El escenario elegido fue el restaurante Cambados, un clásico de la capital hispalense conocido por su fusión entre tradición gallega y alma andaluza. Así, como se podía ver en las instantáneas que compartieron, en la terraza del local se respiraba un ambiente festivo y familiar en el que no faltaron las risas y los brindis.

La unión matrimonial entre Herrera y Llandres tendrá lugar en la basílica menor de Nuestra Señora de la Caridad, en Sanlúcar de Barrameda. Tras la ceremonia religiosa, y ya convertidos en marido y mujer, los novios, junto al resto de invitados -se prevé que se desplacen hasta allí cerca de 250 personas-, pondrán rumbo a Finca Marbella, propiedad de Teresa de la Cierva. Allí será el convite y la fiesta. Una cita especial que estará marcada por la elegancia, la discreción y el acento andaluz. También por el hecho de casarse mientras esperan su primer hijo en común.