30 sitios y 30 platos para recordar y repetir en Madrid (III parte)

Acabamos esta serie con la tercera entrega en los que hemos recogido y señalado en una clasificación muy personal, los 30 sitios y sus 30 platos que me han marcado especialmente por lo excepcional de sus elaboraciones, la calidad de los ingredientes o, la atmosfera exclusiva y singular del restaurante, así como cualquiera de las circunstancias y vivencias que se tienen en torno a una mesa y que quedan reflejadas en la memoria, haciendo de una cena y una velada algo muy especial.

Ya comentábamos en la primera entrega que no están todos los que son, pero sin duda son todos los que están. Existen muchos otros locales en Madrid que merecerían estar en esta lista, insisto, muy personal, e incluso otros platos que pueden representar mejor a estos mismos restaurantes, pero el propósito de la misma no era otro que reflejar aquellos 30 sitios y 30 platos que han quedado grabados en mi memoria y en mi paladar por lo que me han hecho disfrutar y siguen haciéndolo.

Así, y sin más preámbulos, les confío el resto de platos y restaurantes de mi lista muy personal, en el ánimo de que si se deciden a probarlo, les sorprendan y gusten tanto como a mi.

20. Palacio de Cibeles, por ser la mesa con mejores vistas de Madrid

La cocina de Adolfo Muñoz, tanto en Toledo como en Madrid, ya se sabe que es profundamente respetuosa con la materia prima y siempre comprometida en la búsqueda de lo saludable. El Palacio de Cibeles tiene una gran carta y además la mesa con mejores vistas de Madrid. Adolfo podría cobrar por ella lo que quisiese y siempre la tendría ocupada. Suban y vean y ya me dirán.

21. Rianxo, las Xoubas con pimientos de padrón

El Rianxo de Raimundo Fernandez Villaverde es un establecimiento muy honesto con una minúscula barra en la que se pueden saborear todos los mariscos de Galicia. No obstante, yo siento verdadera debilidad por sus pequeñísimas xoubas con cachelos y pimientos de padrón.

22. Sacha, y las Chuletitas con ajetes.

Sacha es uno de esos pocos sitios en los que, aunque vayas cien veces, siempre saldrás con la misma satisfactoria sensación de haber tenido una experiencia gastronómica redonda. Sin estridencias, sin excesos, sin extravagancias. Solidez en cocina y comedor. Muchos dirán que nada como sus alcachofas fritas o su falsa lasaña de txangurro, pero yo no puedo dejar de pedir nunca sus chuletitas con ajetes. Totales.

Aunque con sus grandes trozos de huevo duro y su bonito desmigado, la ensaladilla de Samm es de las mejores de Madrid, su arroz senyoret, es, sin duda, su plato estrella. El mejor fuera de la Comunidad Valenciana.

24. San Mames y sus Callos

Minúsculo comedor, precios elevados y callos fabulosos. Eso es, sobre todo y desde hace más de 30 años: San Mamés.

25. De Támara Casa Lorenzo. la Panacota

Yo no soy muy de postres, pero por encima de la magnífica tortilla de Lorenzo y de su espectacular menestra palentina de guisantes, está la panacota, que hace años, el crítico gastronómico de Il Corriere de la Sera, calificó como la mejor fuera de Italia.

26. La Tasquita de Enfrente y su Ensaladilla con erizos

Limpieza, maestría y exquisitez en trabajar productos de primera. Me quedo con su ensaladilla de erizos o la de langostinos.

27. Las Tortillas de Gabino, La tortilla trufada.

Mucho más que tortillas en las Tortillas de Gabino, pero si hablamos de tortillas, la trufada de aquí es única.

28. Triciclo, su nuevo concepto de restaurante.

Lo clásico, lo nuevo, lo de aquí, lo de fuera, lo genuino, lo fusionado…, en raciones enteras, medias raciones y tercios de ración para no perderse nada y todo a precios más que razonables en un entorno informalmente cosmopolita.

29. Villoldo y la Perdiz escabechada y estofada

La mejor cocina palentina en Madrid. En temporada solo los mejores productos de temporada. Cuando es la de caza, la perdiz estofada y la escabechada para mi son únicas.

30. Vinoteca Moratín. Los Puerros confitados con romescu

Pequeño y coqueto Bistró. Magnífica experiencia gastronómica. Estupenda relación precio-calidad. Sus puerros confitados con romescu no admiten comparación.

Y…. Zalacain y el Muslo de pato

Desde que abriera sus puertas en 1970, este restaurante siempre ha perseguido y alcanzado la excelencia en cocina, en bodega y en comedor. Gran cocina burguesa, primorosamente ejecutada, e injustamente tratada por la Guía Michelin. Yo no puedo evitar su muslo de pato guisado. ¡Sublime!