Todos los detalles de la boda de la hija de Manuel Manrique, presidente de Sacyr

Arranca la temporada de bodas de invierno. Tal y como les venimos contando en Vanitatis, el sábado 10 de diciembre tendrá lugar en Cancún la boda de Nuño Pérez-Pla y Carlota Enseñat. Una semana más tarde, en Toledo, contraerán matrimonio Beltrán, el hermano de Sofía Palazuelo, con Eugenia Hernández-Antolín Cabello de los Cobos; mientras que en Sevilla hará lo propio María Castellanos O’Shea, hija de Jaime Castellanos, presidente del banco de inversión Lazard, con el médico británico Alastair Catto.

Pero la boda que ha dado el pistoletazo de salida a la temporada ha sido la acontecida este fin de semana en Madrid entre Carmen Manrique Sabatel y Pedro Manresa. Carmen es hija de Manuel Manrique, presidente de Sacyr y consejero exterior independiente de Repsol, y Mamen Sabatel. La pareja eligió la ciudad de Madrid para contraer matrimonio el pasado sábado 3 de diciembre.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en la basílica de la Milagrosa, decorada impecablemente con flores de Aquilea, una floristería que capitanean las hermanas Marta, Cristina y María Barreiros, y que, asimismo, ha participado en otras bodas de renombre como la de Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini, condes de Osorno, en el palacio de Liria. Como banda sonora, el prestigioso coro del Grupo Alborada. Ante ellos y alrededor de unos 300 invitados, se dieron el 'sí, quiero' Carmen Manrique Sabatel y Pedro Manresa.

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Cierto es que esos 300 invitados nada tienen que ver con los casi 500 asistentes que, el 10 de junio de 2017, acudieron a la boda de su hermano Gonzalo Manrique con Pía Domecq. Fue en las bodegas de la familia Domecq y se reunió lo más granado de la sociedad andaluza, así como miembros de la nobleza y grandes empresarios del Ibex. Esta vez, los novios han querido reducir al máximo el número de invitados, sobre todo a lo que compromisos de los padres se refiere.

Tras la ceremonia religiosa, los novios y sus invitados se trasladaron a la finca Los Cuadros, ubicada en Colmenar Viejo, para juntos disfrutar de la celebración. Allí, el catering del Grupo La Blonda sirvió un exquisito banquete en mesas con una decoración de inspiración navideña adornadas con plantas altas de estética invernal. El menú consistió en un primer plato de alcachofas confitadas, crema de cacahuete y cecina; mientras que el segundo fue un roastbeef de solomillo cocinado en su jugo acompañado con puré de boniato trufado y verduritas 'baby'. En el postre se sirvió la popular tarta árabe, compuesta por obleas, crema pastelera, fresas y un crujiente de almendras.

Como en cualquier boda, el secreto mejor guardado era, sin duda, el traje de la novia. Para el día más importante de su vida, Carmen confió en el buen hacer de Jorge Vázquez, al que conocía por crear el look de madrina de su madre, Mamen Sabatel, para el enlace de uno de sus hermanos.

La novia lució un espectacular vestido confeccionado en gazar triple de seda, talle ceñido y cuello chimenea. Más detalles: manga larga ajustada con abertura en los puños y falda tipo tulipán de inspiración años 50. El bordado floral, en el mismo tono del gazar, representaba pequeñas rosas. Un motivo 3D realizado a mano en muselina y colocado sobre el escote y los hombros que caía en degradé hacia la cintura. El traje de Jorge Vázquez, forrado en crepé de seda, llevaba una enagua de organza triple y encaje valencienne en las costuras finales. Carmen completó su vestido con una cola de tres metros y un velo rígido fabricado en tul francés de seda de cuatro metros y medio.

La novia recogió su pelo en un moño clásico a media altura y, como protagonista indiscutible del look nupcial, una tiara de la joyería San Eduardo. El resto de joyas fueron obsequio de sus suegros y el anillo de pedida que le regaló Pedro.

La madre de la novia, Mamen Sabatel, fue una de las más elegantes. Vestida por la firma española Cherubina, Sabatel llevó un favorecedor look morado compuesto por un abrigo y un vestido de escote cuadrado. Remató su outfit con un tocado y joyas de San Eduardo. También asistieron las mellizas Finat, Ana y Casilda, ambas vestidas por The IQ Collection, la marca de Inés Domecq, ya que Ana está casada con Fabio Manrique, hermano de la novia. Otros invitados ilustres fueron el periodista Josemi Rodríguez-Sieiro, el psiquiatra Enrique Rojas o el joyero Miguel San Eduardo, conocido por ser el padrino del hijo de María Zurita.

Pese a la popularidad de su padre en el mundo empresarial, Carmen es una joven discreta a la que no le gusta nada figurar en los medios de comunicación ni en eventos. Tras estudiar administración de empresas en ICADE, trabajó en el banco Société Générale y en la consultora Ernst & Young. Actualmente, trabaja en la firma de capital Everwood.

Pedro Manresa, su ya marido, es abogado y trabaja en un despacho inglés, Eversheds Sutherland. Juntos comienzan una nueva vida y una ilusionante luna de miel por África que les llevará a disfrutar primero de un safari y más tarde del relax de sus paradisiacas playas.