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La boda destino de Monti: enclave campestre, vestido de novia con mangas abullonadas y lista de invitados multitudinaria
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La boda destino de Monti: enclave campestre, vestido de novia con mangas abullonadas y lista de invitados multitudinaria

María, Monti para sus íntimos, le dijo 'sí, quiero' a Luis, su prometido, en un bonito enlace celebrado al aire libre y enfundada en un look nupcial que es pura inspiración

Foto: La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)
La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

A María, Monti para sus familiares y amigos, no le falló la intuición el primer día que vio a Luis, el que hoy es su marido. "Nos conocimos durante la primavera de 2016, en la despedida de soltera de mi hermana en Córdoba, ciudad natal de Luis. Nos dimos los números de teléfono, pero ahí quedó todo, ambos creíamos que no era el momento, aunque ese mismo día yo supe que era el hombre de mi vida", confiesa para Vanitatis.

Tuvo que pasar un año para que esa sospecha, esa intuición, llegase a buen puerto: "Empezamos a conocernos y a quedar esporádicamente, pues Luis vivía en Córdoba y yo en Madrid. Tras otro año más de viajes entre Madrid y Córdoba, poco a poco, fue en septiembre de 2018 cuando decidimos formalizar nuestra relación e ir a por todas a pesar de los kilómetros que nos separaban. En esa época Luis vivía en Sevilla y yo seguía en Madrid".

placeholder La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)
La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Un noviazgo cocinado a fuego lento que acabó con la mudanza de Monti a Sevilla en enero de 2021. En junio de ese año, Luis le pidió matrimonio. "Fue en una escapada a Mallorca, viendo el atardecer en Sa Foradada. Él siempre me dijo que nunca me regalaría un anillo de pedida, decía que era un gesto muy moderno, Luis es un chico muy de tradiciones. En pleno atardecer, me regaló una vitola (la anilla que llevan los puros, Luis es un disfrutón de fumar puros) y sacó el móvil para grabárselo a sus amigos. Y mientras grabábamos el vídeo, con la vitola en el dedo anular y yo muerta de vergüenza, sacó un anillo ideal de diamantes con un zafiro. Es el vídeo más bonito del mundo", explica la novia.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Con el compromiso oficial y público del abogado y la ortodoncista, tenían que fijar la fecha de su enlace. Ni Madrid, donde ella había vivido muchos años, ni Córdoba, la ciudad de nacimiento del novio, o Sevilla, el lugar donde residen. La pareja cambió de ubicación para celebrar una boda destino en Cáceres. "A Luis le encanta el campo y la dehesa extremeña, no podíamos casarnos en otro sitio".

El gran día tendría lugar el 10 de junio de 2024 ante casi 500 invitados. Primero, la ceremonia religiosa en la Concatedral de Santa María; y después, festejos en el Palacio de Santa Cristina, una finca ubicada a medio camino entre Cáceres y Trujillo.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Monti sí que se quedó en su ciudad de residencia para confeccionar el traje más importante de su vida. "Había estado viviendo muchos años en Madrid y me encantaban varias diseñadoras de allí. Pero viviendo en Sevilla y con mi familia en Cáceres, probé en visitar algunos ateliers en Sevilla, por comodidad para todas. Conocí a las Maza, a la firma Carmen Maza, y no lo dudé", cuenta Monti.

Todo un referente entre las novias de Andalucía y con un equipo liderado por tres mujeres, Carmen y María Maza y Ana Rojas Maza, la ortodoncista acertó con su elección. "Tienen un taller ideal, en una cabañita en el jardín de su casa, donde vivimos momentos superdivertidos, con sus dos perritos que siempre te acompañan a las pruebas".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Con tres premisas fundamentales, comodidad, sencillez y ser ella misma, Monti jugaba con ventaja extra respecto a cuando otras mujeres se enfrentan al reto de idear su vestido de novia. "Gracias a una amiga que se dedica al mundo bodas, ya me había vestido de novia en dos ocasiones, incluso salí en alguna revista de moda", confiesa entre risas.

Para ella, el objetivo primordial era "no sentirme disfrazada en ningún momento y que no me impidiese darlo todo el día de nuestra boda".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

El vestido de novia de Monti resultó ser mucho más de lo que ella había imaginado: elegante, femenino, delicado y, aunque atemporal, no le faltan guiños de tendencia.

Confeccionado con una cuidada variedad de tejidos nobles, el traje presentaba un escote en pico perfecto decorado con un volante fruncido por toda la silueta, mangas abullonadas muy ligeras y semitransparentes rematadas en puños más estructurados, drapeados en la zona del pecho y una falda recta con abertura trasera. En pocas palabras, una preciosidad que esconde un trabajo de costura impecable.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

"Cuando estábamos en pleno proceso del diseño del vestido, se nos ocurrió usar unas joyas de mi bisabuela que mi madre guardaba como oro en paño en casa. Nunca pensé que las usaría el día de mi boda y que serían el complemento perfecto para mi vestido de novia", explica. Pues sí, esas joyas antiguas, un collar y unos pendientes con una estética típica de Extremadura, bordaron su puesta en escena nupcial.

Del taller de Carmen Maza también salió el velo que lució. Velada en la ceremonia y después retirado del rostro, era un diseño de tul voluminoso.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Para el calzado, Monti siguió los pasos de la gran mayoría de novias y escogió un par de Flordeasoka. En concreto, el modelo Chiara en color piedra con tacón en forma de trapecio, pulsera con cierre de hebilla en los tobillos y acabado en punta.

El ramo cierra el apartado de los complementos. "Tuve dudas hasta la última semana. Dudaba entre ramo de una mista flor o de diferentes. Fue 10 días antes de la boda y a través de una videollamada con Almudena, nuestra wedding planner de Bambarela, y Manu Fernández, nuestro florista, cuando decidimos las flores del ramo y del resto de la boda. La verdad es que no las cambiaba por nada, me parece el ramo más bonito del mundo. Además, en el ramo llevaba una cita bordada, hecha a mano por Mummade, dedicada a mi padre, con la medalla del Sagrado Corazón que me regalaron unos buenos amigos el día de su boda".

Por su parte, Luis escogió un chaqué de Camisería Galán, zapatos de Meermin y unos gemelos de un mercado vintage de Nueva York regalo de la novia.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

El día había llegado. "Me arreglé en el parador de Cáceres, muy cerquita de la iglesia. Quería aprovechar lo bonita que es la parte antigua para las fotos. La verdad es que fue muy buena elección. Vinieron a verme antes de salir los pajes y tengo unos recuerdos preciosos de los minutos antes de salir hacia la iglesia".

Monti vivió el momento beauty rodeada de las mujeres de su vida. "Tanto a mi madre, mi hermana, mi suegra y cuñadas nos maquillaron Belleza Absoluta. Recuerdo estar supertranquila, con muchas ganas de que llegase la hora y aparecer en la iglesia, creo que he sido la novia más puntual de la historia. Quería entrar en la iglesia y ver a Luis al final del pasillo. También recuerdo no parar de mirar el cielo y dar gracias por el pedazo de día que tuvimos".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

La novia hace así referencia a los malos pronósticos que vaticinaban lluvia. "Los últimos meses estuvimos un poco nerviosos con el tiempo. La primavera del 2023 fue bastante lluviosa y no habíamos pensado un plan B. Era una boda bastante grande y teníamos miedo a que los invitados estuvieran incómodos bajo una carpa. Al final, no cayó ni una gota y tuvimos el mejor atardecer de nuestras vidas".

Después de tanto esperar, la ceremonia que convertiría a Luis y Monti en marido y mujer había llegado. "Fue oficiada por el Padre Fernando Alcázar, pero él quiere que le llamen Padre Fer. Hizo una homilía que jamás olvidaremos, recordándonos que no estábamos allí por pura coincidencia, sino porque Dios lo había elegido así, o como lo llama él, por la Providencia".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Continúa relatando: "Hizo una misa especialmente bonita y no porque lo digamos los novios... Todos los invitados nos felicitaron. El Padre Fer nos invitó a todos a subir las fotos de ese día a las redes sociales con el hashtag #providencia. A día de hoy, todos nuestros más allegados nos recuerdan el significado tan importante que tiene esa palabra y la de veces que se acuerdan del día de nuestra boda gracias a ello".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Tanto para llevar a Monti a la iglesia como para luego los recién casados trasladarse a la finca, la pareja llevó un coche antiguo desde Sevilla hasta Cáceres. "Nuestro deseo era tener el Land Rover familiar en la boda. Tras varios días en el taller para la puesta a punto, yo pude llegar a la iglesia acompañada de los pajes, de mi padrino y de mis cuñados. Aún recuerdo cuando, saliendo de la parte antigua de la ciudad donde está ubicada la iglesia, Luis me dijo: 'Solo por este momento ha merecido la pena usar el Land Rover'. Lo que no nos esperábamos es que nos dejase tirados unos minutos después. Al final tuvimos que pedir un taxi de urgencia y el pobre conductor ni nos cobró porque no llevábamos dinero suelto", cuenta la novia como anécdota.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

La pareja conoció el Palacio de Santa Cristina gracias a otra boda. "Estuve en esa finca en la boda de una amiga hace años y me encantó. Por la carretera de Trujillo se ve el palacio rodeado de encinas y desde que pasamos en coche por allí la primera vez, ya le advertí a Luis que la celebración de nuestra boda será allí".

Organizaron cada detalle ayudados por su wedding planner, Almudena de Bambarela. "Siempre me ha encantado ver novias y bodas en Instagram, pero cuando me tocó a mí, se me hizo bola. Pensábamos casarnos en septiembre de 2022, pero por motivos personales y familiares la pospusimos hasta junio de 2023. Fueron dos años donde tenía mis redes sociales llenas de novias, bodas, flores... y la verdad, terminé algo saturada", revela Monti.

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Lo que si tenían claro Luis y Monti es que "queríamos una boda donde se comiese bien y donde la gente se divirtiese, nada más".

Con ese punto de partida, "decidimos contar con el catering La Ermita de la Candelaria, y lo volvería a elegir mil veces. No sabes la ilusión que hace que los invitados de todas las edades recuerden tu boda por lo bien que comieron. Algo que no es nada fácil con más de 500 invitados. Además, el entorno y el día de primavera que tuvimos hizo que todo fuese perfecto".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Tuvieron que sortear otro escollo en el aperitivo. "Dos meses antes, al grupo que contratamos para el aperitivo dos años antes le surgió un imprevisto... Pero no hay mal que por bien no venga. Nos ayudaron a buscar otro grupo y sin duda fueron la sensación de la boda, Rola Rolinga, unos chicos encantadores de Madrid. Hubo un momento que Luis cogió el micrófono en la canción de los Beatles, 'Hey, Jude', y ambos nos subimos a la tarima. Jamás olvidaré lo motivados que estaban todos los invitados siguiéndonos el ritmo con las manos en alto".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

La ortodondista recuerda también con especial emoción la entrega de los ramos a sus amigas, "con la canción de 'Viva la vida' de Coldplay, un instante que está grabado en mi retina para siempre".

Para abrir el baile, "lo tenía claro desde que tengo uso de razón: 'Be my baby', de The Ronettes", detalla. "De la fiesta se encargó nuestro amigo Perico, de Mysound. Fue insuperable. Aún recuerdo la última canción, 'Turnedo', de Iván Ferreiro, rodeados de los más fiesteros, de todos nuestros hermanos y cuñados dándolo todo y el sol empezando a parecer por el horizonte. Fue brutal".

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La boda de Monti y Luis. (Mónica Ortega)

Decimos adiós a la boda de Monti y Luis con el consejo de la novia para futuras 'bride to be': "Que se preocupen por cosas que no dependen de ellas, que todo siempre sale bien. Que si la actitud de los novios es buena, todo sale rodado. Que no derramen lágrimas por el tiempo, si el grupo del aperitivo te cancela con dos meses de antelación o si el coche de tu boda se avería en mitad del camino. Te acabas de casar, lo mejor está siempre por llegar".

A María, Monti para sus familiares y amigos, no le falló la intuición el primer día que vio a Luis, el que hoy es su marido. "Nos conocimos durante la primavera de 2016, en la despedida de soltera de mi hermana en Córdoba, ciudad natal de Luis. Nos dimos los números de teléfono, pero ahí quedó todo, ambos creíamos que no era el momento, aunque ese mismo día yo supe que era el hombre de mi vida", confiesa para Vanitatis.

Vestido novia Bodas
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