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La pollería 'low cost' que convenció primero a Bonnie Tyler y después al Rey Felipe
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Tradición regatista

La pollería 'low cost' que convenció primero a Bonnie Tyler y después al Rey Felipe

Se llama Nitos y es un modestísimo asador de pollos. Abrió en 1969 y su salsa es famosa entre los naturales de la isla y algunos pocos fieles

Foto: Don Felipe, en un montaje realizado por 'Vanitatis'
Don Felipe, en un montaje realizado por 'Vanitatis'

El primer fin de semana de verano presentó una ensalada de pollo. Estrenó la primavera con paletilla de cordero al horno con salsa negra y para Semana Santa la especialidad fue empanadas de carne. En invierno, costillejas al horno y pollo al curry. Juan Jiménez no deja de improvisar talento sobre los fogones de su modesto asador de pollos. Nitos, 40 metros cuadrados y más años aún a sus espaldas, no pasaría de anodina rosticería de no ser uno de los últimos refugios secretos que le quedan al Rey Felipe VI en Palma de Mallorca. Un local pequeño frecuentado por parroquia local, turistas de paso y algunos vips fieles a la isla. Entre los últimos, Kyril de Bulgaria. Entre los más veteranos, Danny Daniel, Lorenzo Santamaría y Mari Trini, que llegó a trabajar buena amistad con el dueño.

Don Felipe se reunió con dos regatistas compañeros del Aifos tras la entrega de los premios correspondientes a la 34ª edición de la regata Copa del Rey Mapfre y con su íntimo en la isla, el cantautor Jaume Anglada. Lo hicieron el verano pasado y han repetido este. “No puedo atender, que se me quema el aceite”, farfulla al otro lado del teléfono el señor Jiménez. Cuando está en su negocio, no deja de trabajar. En cuanto termina, se marcha a echarse la siesta. Es un hombre escurridizo. Sin embargo, damos con él. Aunque prefiere no conceder entrevistas, Juan nos confirma un dato interesante que ha podido saber Vanitatis: “Hace 30 años que los regatistas se llevan pollos de aquí. Están navegando y como son gente joven, con hambre y el pollo es bueno…”.

¿Recuerdan las costillas del viejo Freddy's BBQ Joint que tango gustaban al Frank Underwood de House of cards? Nitos es lo mismo para su dueño. Juan Jiménez explica a Vanitatis que su receta de salsa tiene en realidad más de misterio que de secreto: “Esa es la pregunta del millón, pero yo lo hago delante de la gente. Lo que hay que hacer es trabajar con mimo, como se hacía en las cocinas antiguamente. Yo podría vender cada día 50 pollos, con esas máquinas girando, media horita y ya está. Pero no sería ni la sombra de lo que son. Lo hago con calma, pongo fuego, quito fuego, quema el vino… En fin. Si tú vienes y no has encargado, pues tendrás que esperar media hora. Mira que han venido periódicos, hasta uno alemán, y prefiero vivir así. Tranquilo. Si esto empieza a salir en los periódicos, dejarán de venir”.

“Son los mejores pollos del mundo”, sentenció la cantante Bonnie Tyler. La artista visitaba la discoteca Barbarela y paraba en Nitos a reponer fuerzas. También a tomar “cubalibres”, como continúa diciendo Juan Jiménez. “Una vez entró un cliente y dijo al ver a la cantante: Mira, se parece a la Tyler. Pero si es ella, le dije. No me creyó y se fue pensando que estaba loco”, recoge la periodista Lourdes Durán en el Diario de Mallorca. Juan Jiménez viajó a Barcelona con 14 años para estudiar peluquería, no acabó de convencerle el arte de Fígaro y volvió a Palma para trabajar como ayudante de fotografía hasta que cogió el local que hoy regenta. Nitos abrió el 13 de agosto de 1969 y el auge de la discoteca Barbarela en los 70 fue su época dorada: extranjeros deseosos de gastar su dinero en la zona –hoy en decadencia– usaban Nitos como parada y fonda para reponer fuerzas.

Nitos, en la avenida Joan Miró, junto a la plaza Gomila, descubrió pronto el negocio de la comida para llevar; no solo pollos asados, sino también hamburguesas y perritos. Su cocina se volvió un tanto exótica cuando Juan (al que todo el mundo llama Nitos) incluyó en su bar y en su vida a Ana Kim Kam Tai, la hongkonesa que estaba a cargo del restaurante de al lado. Llevan juntos camino de 25 años. “No es un sitio turístico, afortunadamente, pero se ha internacionalizado por el boca a boca. La zona de Gomila sigue siendo cosmopolita y quien prueba repite. Lo suyo es el pollo para llevar y la salsa. También las patatas, pero la salsa es una receta especial. Y secreta”, explica a este diario Lourdes Durán. “Dudo que haya probado su cocina Don Juan Carlos, pero han estado en Nitos, además de Don Felipe, la infanta Cristina y seguramente la infanta Elena, que no era regatista pero sí habitual del cercano bar Casablanca”.

Nitos presume de elaborar cocina “fresca y casera” y no aceptan tarjetas de crédito. El Rey, si no fue invitado, pagó en efectivo. No mucho, poco más de diez euros cuesta una ración de pollo asado con pimientos. Jiménez no presume, pero Felipe comenzó a dejarse caer de vez en cuando por allí con los amigotes siendo un joven príncipe. Entre ellos, el cantante Jaume Anglada, uno de los cantautores preferidos de la Reina Letizia y buen amigo de Nitos. La siguiente foto que querríamos mostrarles sería a la propia Doña Letizia devorando un muslo de pollo con las manos desnudas. Será difícil.

El primer fin de semana de verano presentó una ensalada de pollo. Estrenó la primavera con paletilla de cordero al horno con salsa negra y para Semana Santa la especialidad fue empanadas de carne. En invierno, costillejas al horno y pollo al curry. Juan Jiménez no deja de improvisar talento sobre los fogones de su modesto asador de pollos. Nitos, 40 metros cuadrados y más años aún a sus espaldas, no pasaría de anodina rosticería de no ser uno de los últimos refugios secretos que le quedan al Rey Felipe VI en Palma de Mallorca. Un local pequeño frecuentado por parroquia local, turistas de paso y algunos vips fieles a la isla. Entre los últimos, Kyril de Bulgaria. Entre los más veteranos, Danny Daniel, Lorenzo Santamaría y Mari Trini, que llegó a trabajar buena amistad con el dueño.

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