Es noticia
Menú
40 años del compromiso de Carlos y Lady Di: 10 datos curiosos del anillo más icónico
  1. Casas Reales
EL MÁS IMITADO

40 años del compromiso de Carlos y Lady Di: 10 datos curiosos del anillo más icónico

Si algo ha quedado para el recuerdo de ese 24 de febrero de 1981, es el anillo con el que el príncipe de Gales pidió matrimonio a Diana y que hoy pertenece a Kate Middleton

Foto: El príncipe Carlos y Diana de Gales, el día del anuncio de su compromiso. (EFE)
El príncipe Carlos y Diana de Gales, el día del anuncio de su compromiso. (EFE)

Han pasado 40 años desde que el príncipe Carlos, heredero -entonces y aún hoy- al trono británico, anunciara quién se iba a convertir en su prometida y, por tanto, princesa de Gales. Muchos detalles de aquella presentación a la prensa de la joven Diana Spencer quedaron para el recuerdo, pero hay uno en especial que es imposible de olvidar: el anillo de compromiso. Es casi con total seguridad una de las joyas más famosas en el mundo, desde que Lady Di lo luciera orgullosa aquel 24 de febrero de 1981 hasta hoy. Especialmente porque el príncipe Guillermo lo rescataba en 2010 para ponerlo en el anular de su novia, Kate Middleton, otra futura reina, donde lo ha lucido desde entonces. Y aunque se ha hablado mucho de este icónico anillo de compromiso, hay muchas historias y datos curiosos que lo rodean, y hoy los hemos querido recordar para celebrar sus cuatro décadas.

Foto: El príncipe Carlos y Diana de Gales, el día del anuncio de su compromiso. (EFE)

1. Un anillo de catálogo

Es, quizá, una de las características que más llaman la atención de él. Aunque los royals suelen escoger para sus prometidas anillos del joyero familiar o con determinada historia, el príncipe Carlos eligió este del catálogo de la joyería Garrard, que surtía a los Windsor desde hacía años. Fue una elección criticada en su momento. Se consideraba que la futura reina británica debía lucir una pieza exclusiva y no un anillo que cualquiera con dinero suficiente podía comprar. Se aseguró de no cometer el mismo error con su actual esposa, Camilla.

2. Inspirado en una joya familiar

No es una pieza extraída del joyero real, pero sí está inspirada en una. El zafiro ovalado de Ceilán y los 14 diamantes que lo rodean recuerdan mucho a un broche muy querido por la reina Isabel II. Originalmente, fue un regalo del príncipe Alberto a la reina Victoria para su boda, en 1940, y la entonces monarca lo escogió como el algo azul para su enlace, colocándolo en la parte delantera de su vestido. Cuando murió su amado Alberto, se aseguró de llevarlo siempre cerca de su corazón y en su testamento lo designó como una reliquia de la Corona, haciendo que solo pudiera pertenecer al monarca reinante. Su tataranieta, la actual reina Isabel, lo recibía en 1952 y lo ha lucido en muchas ocasiones.

placeholder La reina Isabel, en la Navidad de 2019, con el histórico broche. (Reuters)
La reina Isabel, en la Navidad de 2019, con el histórico broche. (Reuters)

3. Muy preciado por Diana

Aunque en un principio la versión oficial es que lo escogió el príncipe Carlos, también hay quien dice que Diana tuvo mucho que ver en la elección y se fijó en él porque le recordaba mucho al anillo de compromiso de su propia madre, Frances Roche. Incluso después de separarse, se vio a Diana luciéndolo en su mano. Distinto fue una vez que los príncipes de Gales firmaron el divorcio: el anillo desapareció hasta que una joven Kate Middleton lo rescató del olvido.

4. Perteneció a Harry

Lo curioso es que el destinatario del anillo cuando Lady Di falleció no fue el príncipe Guillermo, sino su hermano Harry. Pero parece que el zafiro estaba destinado a sentarse en el trono, ya que cuando su hermano mayor le anunció que tenía intención de proponer matrimonio a su actual esposa, el actual duque de Sussex -para el que aún se presentaba lejana la posibilidad de comprometerse- creyó que lo más apropiado sería que su cuñada tuviera el anillo que perteneció a su madre.

placeholder Kate Middleton, con su anillo de compromiso. (EFE)
Kate Middleton, con su anillo de compromiso. (EFE)

5. Incómodo

Según contó Paul Burrell, el mayordomo y confidente de Diana en un documental, en 2017, Harry siempre se quejaba de que no le gustaba el anillo siendo niño, ya que al cogerle su madre de la mano, le llegaba a hacer daño por su tamaño y características. Fue, precisamente, el motivo por el que el mayordomo se lo entregó a él tras el fallecimiento de Diana.

6. Escondido en una mochila

El príncipe Guillermo no tuvo dudas sobre cuál sería el lugar apropiado para poner rodilla en tierra y pedir matrimonio a la que había sido su novia durante años. Así que se llevó el anillo para declararse durante un viaje a Kenia. Mientras encontraba el momento adecuado, Guillermo lo ocultó en su mochila durante tres semanas, siempre con miedo de poder perder una joya tan especial.

7. Efecto Kate

El conocido hoy como 'efecto Kate' comenzó con el anuncio del compromiso de los actuales duques de Cambridge, hace ya más de una década. Todo el atuendo que lució la novia del príncipe Guillermo se convirtió en lo más buscado y el anillo, en uno de los diseños más imitados por las joyerías.

placeholder Guillermo y Kate, el día de su compromiso. (Reuters)
Guillermo y Kate, el día de su compromiso. (Reuters)

8. Kate quería ser la única

El éxito del anillo fue tal que incluso desde el propio Palacio de Bukingham se lanzó una línea de imitación para la tienda de regalos. Años después, la duquesa de Cambridge pidió que se retirara de la venta por la importancia sentimental que la joya tenía para ella y su marido.

9. Revalorizado

Cuando Carlos lo compró, se cree que desembolsó unas 47.000 libras, unos 55.000 euros. Su valor se duplicaba cuando Kate Middleton lo lució por primera vez, llegando a los 368.000 euros solo unos años después. Se calcula que hoy en día podría alcanzar el medio millón de euros.

10. Adaptado a su mano

Poco después de que los actuales duques de Cambridge se comprometieran, se informó de que Kate había hecho leves modificaciones al diseño, ya que cuando lo recibió, era algo grande para su dedo anular, por lo que le bailaba y se le giraba. La solución fue incorporar unas pequeñas bandas de platino en el interior para garantizar un ajuste perfecto. Tanto es así que muy rara vez se la ha visto sin este brillante e icónico recuerdo.

Han pasado 40 años desde que el príncipe Carlos, heredero -entonces y aún hoy- al trono británico, anunciara quién se iba a convertir en su prometida y, por tanto, princesa de Gales. Muchos detalles de aquella presentación a la prensa de la joven Diana Spencer quedaron para el recuerdo, pero hay uno en especial que es imposible de olvidar: el anillo de compromiso. Es casi con total seguridad una de las joyas más famosas en el mundo, desde que Lady Di lo luciera orgullosa aquel 24 de febrero de 1981 hasta hoy. Especialmente porque el príncipe Guillermo lo rescataba en 2010 para ponerlo en el anular de su novia, Kate Middleton, otra futura reina, donde lo ha lucido desde entonces. Y aunque se ha hablado mucho de este icónico anillo de compromiso, hay muchas historias y datos curiosos que lo rodean, y hoy los hemos querido recordar para celebrar sus cuatro décadas.

Kate Middleton Príncipe Carlos de Inglaterra
El redactor recomienda