Las lágrimas de Matilde de Bélgica en el aniversario de los atentados de Bruselas
Los reyes Felipe y Matilde han participado en los diferentes homenajes que se ha hecho a las 32 víctimas de aquellos ataques terroristas, de los que este lunes se cumplen cinco años
Han pasado ya cinco años desde aquellos atentados terroristas que paralizaron Bruselas un 22 de marzo de 2016. La capital belga amanecía aquella mañana con dos ataques, uno en el aeropuerto de Zaventem y otro, poco después, en la estación de metro Maelbeeck, en pleno centro de la ciudad. El balance, más de 300 heridos, 32 fallecidos y otras tantas familias destrozadas a los que hoy se les ha rendido homenaje en todo el país, coincidiendo con el quinto aniversario de aquel horror. Un homenaje que han encabezado los reyes belgas, Felipe y Matilde, quien a duras penas ha podido contener las lágrimas en una mañana de mucha emoción y en la que hemos visto la faceta más sensible de la reina, con una imagen muy alejada de la frialdad con la que se la describía hace unos años.
Los homenajes empezaban a primera hora de la mañana en la Rue de la Loi, donde está situado el monumento en recuerdo de las víctimas de estos ataques terroristas. Los reyes Felipe y Matilde llegaban acompañados del primer ministro, Alexander De Croo, mientras sonaba el himno nacional, que daba comienzo a un acto emotivo y bastante reducido, debido al contexto sanitario. El mandatario belga fue el encargado de pronunciar un discurso, en el que recordó a todos los fallecidos y sus familias, además de aprovechar para poner en valor la labor de todos los trabajadores sanitarios en las más difíciles situaciones. Unas palabras que el rey Felipe y la reina Matilde escucharon con las manos entrelazadas, ofreciéndose apoyo mutuo y conteniendo la emoción, que luchaba por salir.
Tras las palabras de Alexander De Croo, los reyes depositaban una corona de flores en el monumento y guardaban un minuto de silencio en recuerdo de todas las víctimas. Venía después la parte aún más difícil, y es que al terminar lo más formal del acto, han podido estar con algunos de los heridos y familiares de las víctimas, que han querido contarles sus testimonios, algunos tan desgarradores que Matilde no podía contener las lágrimas escuchándolos, mostrando su lado más sensible y que pocas veces saca a la luz. De hecho, en sus primeros años acompañando a su marido en el trono, se la conocía más por su carácter fuerte y su actitud perfeccionista, por las que en la prensa se la llegó a colocar el sobrenombre de 'la reina de hielo'.
Pero la 'reina de hielo' también tiene momentos para derretirse y no es la primera vez que se derrumba en público, ignorando etiquetas y el hecho de que no sea muy frecuente ver a los royals bañados en lágrimas. Aún recordamos cómo lloró en el funeral de la reina Fabiola o la emoción de Matilde durante la celebración de los 18 años de su hija mayor, la princesa Elisabeth, quien pronunció un conmovedor discurso en el que sus padres y sus hermanos fueron los grandes protagonistas. Este lunes, la reina de los belgas se ha vuelto a olvidar de los protocolos y se ha dejado llevar por la emoción. Unas lágrimas que ni su sombrero ni la mascarilla, ambos en color negro para completar su look de riguroso luto, han podido camuflar.
Han pasado ya cinco años desde aquellos atentados terroristas que paralizaron Bruselas un 22 de marzo de 2016. La capital belga amanecía aquella mañana con dos ataques, uno en el aeropuerto de Zaventem y otro, poco después, en la estación de metro Maelbeeck, en pleno centro de la ciudad. El balance, más de 300 heridos, 32 fallecidos y otras tantas familias destrozadas a los que hoy se les ha rendido homenaje en todo el país, coincidiendo con el quinto aniversario de aquel horror. Un homenaje que han encabezado los reyes belgas, Felipe y Matilde, quien a duras penas ha podido contener las lágrimas en una mañana de mucha emoción y en la que hemos visto la faceta más sensible de la reina, con una imagen muy alejada de la frialdad con la que se la describía hace unos años.