Desembarco de los Urdangarin en la costa vascofrancesa: de los americanos al bailarín
Varios sobrinos del marido de la infanta Cristina están ya en Bidart y San Juan de Luz. El exduque de Palma ha ido varias veces a la casa familiar a prepararla para las vacaciones
Hace ya tiempo que Iñaki Urdangarin 'sube y baja' de Vitoria a Bidart. Allí pasa las vacaciones estivales toda la familia y, por primera vez en años, el marido de la infanta Cristina podrá disfrutar de los suyos en casi libertad. El cuñado del rey Felipe VI está en régimen penitenciario de tercer grado y solo tiene que ir a prisión una vez a la semana para firmar un documento. Así que ha dedicado su tiempo a poner la casa familiar a punto.
Porque el desembarco de ‘urdangarines’ en la costa vascofrancesa ya ha comenzado y no solo en Bidart. El único hermano de Iñaki, Mikel, su compañero del alma, tiene una casa en San Juan de Luz, donde está estos días instalado su hijo Diego.
Este sobrino de Urdangarin es una estrella del baile de la compañía South Bohemian Theatre, de České Budějovice, en República Checa, desde 2018. Estudió en el conservatorio de danza José Uruñuela de Vitoria y, en 2015, completó su formación en el Ballett-Akademie Hochschule für Musik und Theater de Múnich, Alemania, donde ha participado en algunas aplaudidas producciones.
Los sobrinos ya están
Estos días descansa en la costa vasca, donde coincide con otros de sus familiares. Son los Flood Urdangarin, los hijos de Cristina, la hermana del exduque que vive en Estados Unidos. Cristina es médico y está casada con otro profesional de la medicina, Sean Flood, a quien conoció mientras estudiaba en la Universidad de Minnesota, estado en el que vive desde hace décadas. La cuñada de la infana Cristina se licenció en Medicina en el País Vasco y estudió después sendos másteres en Leeds y en Minneapolis, donde decidió quedarse a vivir.
Cristina llegó a Minneapolis en 1987 para estudiar un máster en la Universidad de Minnesota y allí se quedó. Médico de profesión, como su marido, la hermana de Iñaki Urdangarin ejerce en el centro médico St. Mary’s Health Clinics, un centro destinado a atender a personas con pocos recursos y sin seguro médico. La clínica está situada en una de las zonas más bonitas de St. Paul, una ciudad verde de edificios clásicos, cuna de figuras tan populares como Scott Fitzgerald, cuya casa todavía se conserva en el lugar.
Juntos tiene cuatro hijos, jóvenes que suelen viajar a España de manera regular. Sus vínculos con nuestro país son intensos y uno de los hijos de Cristina Urdangarin Flood, llamado Iñaki, se ha prometido con su novia precisamente en su visita a Bidart, donde pasa unos días de descanso. La boda de uno de los Flood, en concreto de Aitor, saltó a la prensa porque supuso una escapada de la infanta Cristina con varios de sus hijos a Estados Unidos, donde se casó su sobrino. Y fue en plena tormenta por el caso Nóos y todos esperaban ver la imagen de la hermana del Rey en las playas de la costa vascofrancesa sin su marido.
¿Vacaciones de ensueño?
La vida de los Urdangarin en este enclave es tranquila y muy sencilla, tal y como insisten en decirnos desde el círculo de la pareja. “No hay nada de lujo, que quede claro, son vacaciones muy sencillas, familiares, de casa y playa, sin complicaciones, la casa es muy pequeña y sencilla y son mucha gente, están todos siempre juntos… Vamos, que no son las típicas vacaciones con las que uno sueña”.
Quizás no, cuando hablamos del común de los mortales, pero si hablamos de Iñaki Urdangarin, que ha vivido los últimos tres años preso, pasar unos días con toda su familia se antoja más que un sueño. Por eso, nos dicen, se ha dedicado con esmero a poner la casa a punto.
La familia Urdangarin solía ofrecer una imagen ya tradicional cada verano. Cargados con sillas de plástico, sombrillas y todos los útiles necesarios, la mayoría de miembros de la familia suele llegar a la playa en pandilla, con hermanos y sobrinos por doquier. Por la mañana clavan el parasol en una de una de las siete preciosas playas que tiene este pueblo del Atlántico y allí pasan las horas.
Playas infinitas
Largas, de arena fina, muchas olas y poca profundidad, son perfectas para acudir con niños. La familia practica deportes acuáticos como el bodysurf, la modalidad más sencilla de surf, en la que se apoya el cuerpo entero en una tabla corta y se ‘vuela’ sobre las olas, muy codiciadas por estos lares. Otra modalidad deportiva, mucho más ‘plebeya’, son las palas en la arena. Con el tic-toc de la pelota pasan la jornada, jugando con los hijos y los sobrinos de Iñaki. Porque los Urdangarin Liebaert acuden a la zona en grupo, juntos, como la familia tradicional que son.
No se les ha visto jamás, por motivos obvios, en zonas de moda. Ni siquiera en Biarritz, donde la cantidad de españoles que veranean allí les haría pasar poco desapercibidos. Son más de salir alguna tarde a tomar un helado al vecino San Juan de Luz, quedarse en casa o mejor, antes de cenar, tomarse unas cañas en algún lugar cercano. Algo que seguramente repitan juntos este verano, por fin.
Hace ya tiempo que Iñaki Urdangarin 'sube y baja' de Vitoria a Bidart. Allí pasa las vacaciones estivales toda la familia y, por primera vez en años, el marido de la infanta Cristina podrá disfrutar de los suyos en casi libertad. El cuñado del rey Felipe VI está en régimen penitenciario de tercer grado y solo tiene que ir a prisión una vez a la semana para firmar un documento. Así que ha dedicado su tiempo a poner la casa familiar a punto.