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Los dos problemas que Rania de Jordania ha solventado en Catar gracias a su maleta
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DISCRETO SEGUNDO PLANO

Los dos problemas que Rania de Jordania ha solventado en Catar gracias a su maleta

En un discreto segundo plano y con el truco perfecto para que sus estilismos en el país no estuvieran fuera de lugar. Así ha sido el viaje a Catar junto al rey Abdalá

Foto: Rania de Jordania, en una imagen de archivo. (EFE)
Rania de Jordania, en una imagen de archivo. (EFE)

Abdalá y Rania de Jordania llegaban este martes a Doha, la capital de Catar, para una visita de trabajo de dos días. Pero no se puede decir, desde luego, que la reina hachemita haya tenido mucha visibilidad. Aunque es cierto que en su país ella y su marido afrontan actos por separado, su agenda en Doha ha sido prácticamente independiente, por no decir nula. Con un conservadurismo más que arraigado, el papel de la mujer, por muy reina consorte que se sea, es poco visible. Este es uno de los dos problemas que Rania ha solventado en Catar gracias a su maleta. El otro, las altas temperaturas.

De momento, en su llegada al aeropuerto de Doha apenas se la vio. El emir de Catar, el jeque Tamim Bin Hamad Al Thani, fue el encargado de recibir a la pareja a pie de pista, pero Rania tuvo que caminar unos metros por detrás de su anfitrión, que sí se hizo acompañar del monarca hachemita. Un vídeo de apenas unos segundos y las fotografías de ambos con la reina muy por detrás de ellos nos ha permitido ver que Rania lucía un vestido de rayas de Self-Portrait, con manga larga y con la parte de arriba superpuesta, creando un efecto engañoso, ya que parece que se trata de un conjunto de camisa y falda, pero no es así.

A partir de entonces, Abalá y Rania han tenido agendas paralelas casi por completo, ya que el monarca ha participado en numerosas reuniones y encuentros con su homólogo catarí, mientras ella era invitada por la esposa del emir, la jequesa Jawaher bint Hamad bin Suhaim Al Thani, que organizó un encuentro y posterior cena en su honor en el Palacio de las Perlas, en Doha. Una pena que no haya imágenes de esta 'cena de chicas', puesto que es probable que Rania luciera los mejores estilismos de su maleta.

Sí ha habido un acto en el que pudo acompañar a su marido y al jeque Tamim bin Hamad Al Thani, que ella misma ha querido compartir en redes sociales, dando las gracias a sus anfitriones por su hospitalidad. Gracias a esta publicación, podemos ver que Rania luce un conjunto de Erdem, con blusa y pantalón de seda y estampado jacquard en color mostaza. El conjunto se puede encontrar en varias webs de venta por unos 1.500 euros, aunque blusa y pantalón se pueden adquirir por separado.

Y vemos que tanto un estilismo como otro son de manga larga, a pesar de las altísimas temperaturas que hay en Doha la mayor parte del año. Una opción con la que Rania solventa dos posibles problemas. Uno, el sol y el calor, para los que se protege tanto con la manga larga como con los tejidos frescos y livianos de sus looks. Y dos, el conservadurismo propio del país. Las mujeres, por lo general, visten de negro, casi siempre con velo o incluso con el llamado niqab, que solo deja ver los ojos. No se obliga a llevar este tipo de prendas, pero sí se pide a los visitantes que vistan "de forma decente". Es decir, nada de ombligos, piernas, escotes u hombros al aire.

De ahí que Rania de Jordania haya apostado por prendas holgadas, con manga larga y pantalones o falda muy por debajo de la rodilla en su maleta. Una forma de respetar las tradiciones y costumbres del país más rico del mundo, pero también uno de los más conservadores y en el que no ha podido tirar de los espectaculares estilismos a los que nos tiene más acostumbrados.

Abdalá y Rania de Jordania llegaban este martes a Doha, la capital de Catar, para una visita de trabajo de dos días. Pero no se puede decir, desde luego, que la reina hachemita haya tenido mucha visibilidad. Aunque es cierto que en su país ella y su marido afrontan actos por separado, su agenda en Doha ha sido prácticamente independiente, por no decir nula. Con un conservadurismo más que arraigado, el papel de la mujer, por muy reina consorte que se sea, es poco visible. Este es uno de los dos problemas que Rania ha solventado en Catar gracias a su maleta. El otro, las altas temperaturas.

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