Mette-Marit, con su primer look con tiara tras la pandemia, se prepara para su encuentro con Máxima

Se avecina un otoño-invierno movidito en cuanto a compromisos reales porque los viajes de Estado se retoman tras la pandemia, lo que nos permitirá ver grandes encuentros y looks de gala. Como antesala, acabamos de ver a Mette-Marit con tiara por primera vez en mucho tiempo, preparándose para su próximo encuentro con Máxima de Holanda. El 9 de noviembre, el rey Guillermo Alejandro y su esposa aterrizarán en Oslo para una visita de tres días al país escandinavo, en el que serán recibidos por Harald y Sonia de Noruega y también por el príncipe heredero Haakon y su esposa.

Ya está todo preparado y el encuentro programado en las agendas oficiales de ambas casas reales, pero hasta llegar a ese día la vida institucional continúa. Así, el jueves 28 de octubre volvió a Oslo la tradicional cena del Storting con los miembros del Parlamento noruego, que el año pasado tuvo que cancelarse a causa de la pandemia. Es una cita con una tradición de más de 100 años, pues la primera se celebró en tiempos del rey Haakon, concretamente el 4 de mayo de 1906, y solo se ha suspendido durante los años de la Segunda Guerra Mundial y en 2020 por el covid.

En este regreso tan esperado, la princesa Mette-Marit fue una de las que acaparó las miradas (al menos la nuestra). Eligió para la ocasión un elegante vestido blanco con bordados y pedrería del diseñador italiano Emilio Pucci que ya lució en 2012 durante la celebración del 40 aniversario en el trono de la reina Margarita de Dinamarca. En aquella ocasión no llevaba tiara, pero en esta sí, y una muy especial, por cierto.

Se trata de la tiara Amatista, que fue un regalo del rey Harald a su esposa, realizada en los años 90 con amatistas y diamantes talla brillante. En realidad, la emblemática joya forma parte de un conjunto de varias piezas que puede combinarse de muchas maneras. Consta de un collar convertible en tiara, un par de pendientes con gotas extraíbles, dos pulseras que se pueden llevar juntas como un segundo collar, y un broche que también se puede enganchar como parte de la pulsera-collar. ¡Una pieza de joyería multiusos!

Mette-Marit la llevó por primera vez en el año 2004, en la gala previa a la boda del príncipe Federico de Dinamarca. Su cuñada, Marta Luisa de Noruega, también la luciría en el año 2010 para la boda de la princesa Victoria con Daniel. No descartamos que Mette-Marit se la vuelva a poner para recibir a los reyes de Holanda en palacio, ya que es una de sus favoritas.

Esta visita de Estado es muy especial para ella y también para Máxima, debido a los fuertes lazos que las unen. La actual reina de Holanda fue una de las invitadas a la boda de la princesa con Haakon, en 2001. Entonces era la prometida del príncipe Guillermo (todavía no había sido coronado) y supuso su gran debut ante la realeza europea. ¡Cómo olvidarlo! En 2013 las veíamos juntas de nuevo en otro viaje oficial de los holandeses a Noruega y en 2016 ambos matrimonios pasaban unos días de vacaciones juntos en el municipio noruego de Tromsø, donde se las pudo ver charlando y tomando cerveza entre risas y confidencias.

La cena del Storting le sirve a Mette-Marit para volver a disfrutar de los grandes eventos de gala y prepararse para el reencuentro con Máxima. Pero, además de su vestido de Pucci y su tiara, el auténtico protagonista de la velada fue el rey Harald y su discurso frente a los miembros del Parlamento. “¡La Reina y yo estamos muy felices de poder finalmente darles una cálida bienvenida a todos aquí en el castillo!”, empezó diciendo para luego hablar de cómo había afectado la pandemia a sus vidas y a la forma de comunicarse.

“Muchos de nosotros probablemente hemos necesitado varios buenos deseos durante el tiempo que nos queda. Y si hay algo que realmente hemos aprendido desde marzo del año pasado, es la importancia de la tecnología informática moderna para poder estar en contacto. Grande fue, por tanto, la alegría en la familia cuando obtuve un teléfono móvil. Solo me llevó 40 años”, confesó. Toda una novedad, el rey de Noruega sin smartphone hasta hace muy poco.