La reina Sofía destaca por su cercanía en esta visita a Badajoz (con un dulce regalo incluido)

La reina Sofía ha visitado la sede de la Fundación Banco de Alimentos de Badajoz y aunque no mucha gente pudo ser testigo de este encuentro, quienes sí pudieron pasar unos instantes junto a ella parecen haber quedado encantados. No es ningún secreto que la emérita es cercana, amable, educada y paciente, y si como en este caso hablamos de una causa solidaria, con mayor motivo.

Se mostró con ganas de saber más, de aprender cómo realizan su trabajo los voluntarios que cada día dan lo mejor de sí mismos en este banco de alimentos, que ni siquiera paró su labor en lo más complicado de la pandemia, cumpliendo con su misión sin dejar que la situación adversa les superara. Ahora la reina Sofía ha querido mostrarles su apoyo y el de la fundación a la que da nombre, y que colabora con bancos de alimentos de toda España, con esta visita.

Una larga visita en la que doña Sofía tuvo tiempo para todo, para reunirse con los patronos de la fundación y las autoridades, para encontrarse con Carmen Aguirre, fundadora hace 25 años de esta institución, pero también para conocer el trabajo de los voluntarios de primera mano, pues no han dudado en contestar las preguntas de la Reina y resolver las dudas que esta pudiera tener sobre el trabajo que se encontraban realizando en el momento en el que ella ha recorrido las oficinas y el almacén.

Todos han quedado encantados, y así lo han recogido los medios de la zona, que no han dudado en destacar su cercanía con todos los presentes. “Es sencilla y muy amable. Me ha gustado mucho conocerla”, afirmaba una de las voluntarias para ‘La Crónica de Badajoz’. Una visita en la que también hubo tiempo para las bromas, pues, tal y como recoge ‘Hoy’, uno de los voluntarios bromeó asegurando que a la Reina se le había caído un pendiente. Ella no picó y le dedicó una sonrisa. “La he visto estupenda”, decía el voluntario para el citado medio, confirmando que no era la primera vez que tenía la opción de verla en persona.

Sí lo fue para muchos otros, que no dejaron pasar la oportunidad de estar presentes durante el ratito que doña Sofía dedicó a recorrer las instalaciones. Gracias a eso terminó la visita colmada de cariño, pero también de algunos regalos muy interesantes, pues dos clarisas del monasterio de Santa Ana le entregaron una bolsa de dulces artesanos, con tejas tradicionales, pero también con algunas de las novedades de este año. Un regalo que ella recibió con gran cariño.

De esta manera, aunque la visita no fue un baño de multitudes, la reina Sofía pudo sentir el cariño de todos los asistentes, que quedaron encantados con su presencia. Seguramente no echó de menos los vítores y aplausos habituales, pues antes de acudir al polígono El Nevero, donde está la sede de este banco de alimentos, los había recibido por parte de los curiosos que se habían acercado al restaurante Marchivirito, donde doña Sofía comió, “posiblemente uno de los locales de hostelería más antiguos de Badajoz y con más historia”, según reza su página web.

“Un honor y un privilegio recibir la visita de S.M. Doña Sofía”, escribían en la cuenta de Instagram del local, junto a una fotografía de grupo en la que se puede apreciar cómo la madre del rey Felipe sonríe incluso bajo la mascarilla, obligatoria en espacios cerrados, un protocolo con el que todos cumplieron a rajatabla.

Un día muy completo para doña Sofía, que pudo disfrutar de la gastronomía pacense, descubrir parte del trabajo de este importante banco de alimentos -que en el 2020 repartió casi dos millones de kilos de comida- y compartir con los voluntarios unos momentos cargados de respeto mutuo y cariño, el que demostraron sentir todos los presentes por ella y que ella no dudó en corresponder con su amabilidad y cortesía habituales.