La reina Sofía coincide con su nieta Victoria Federica y vuelve a triunfar en el Teatro Real

La reina Sofía tiene sus actos fijos aunque no aparezcan en la agenda oficial. Una de estas citas, y donde se siente más cómoda, es la entrega de los Premios BMW de pintura que se dan desde hace 36 años en el Teatro Real. Unos galardones que se han convertido en los principales activos tanto por su influencia en el mundo cultural como por la repercusión mediática y económica.

La parte crematística es muy importante porque da la posibilidad de continuar con una carrera que no siempre es bien entendida. El primer premio está dotado con 25.000 euros y ha recaído en Silvia Cosío. Hay becas que oscilan entre los 8.000 euros, que en esta edición fue para Francisco Mayor; los 6.000, en la categoría innovación, esta vez para Ana Barriga, y una tercera categoría de 4.000 euros para la ganadora infantil, que ha sido Ginevra Maglia, de nueve años, con la obra ‘Niño Tigre’. Todos ellos seleccionados entre más de 3.000 obras.

Tras la entrega de los galardones, doña Sofía se ha trasladado al palco y desde allí ha disfrutado del concierto que en cada edición es diferente. En 2018 tuvo una sorpresa inesperada. Recibió por adelantado las felicitaciones por su cumpleaños, que era el 2 de noviembre. Aquella vez fue Ángela Molina la encargada de felicitarla. En la siguiente edición, Imanol Arias fue el maestro de ceremonias y este año ha sido el actor Luis Tosar. Bajo el título 'Arte+arte+arte', el acto incluía un recital de poesía, la danza de la compañía de Antonio Najarro y la Orquesta Sinfónica de Extremadura.

La Reina emérita llegó a las 20 horas. En el hall del teatro Real la esperaban el presidente de la firma BMW Ibérica, Manuel Terroba, y su responsable de Comunicación, Pilar García de la Puebla. Por primera vez, Victoria Federica acudía a esta convocatoria. Llegó con su amigo Tomás Paramo y posó en el photocall. Una vez que doña Sofía apareció en la sala, la saludó con un beso igual que hizo la tía abuela Irene de Grecia.

Doña Sofía acude a estos premios acompañada de su hermana. La razón de esta presencia familiar tiene que ver con un tema solidario. La recaudación está destinada a la fundación Mundo en Armonía, la ONG que fundó en1986 doña Irene, a la que todos los sobrinos llaman tía Pecu. Este apodo surge por las peculiaridades en su manera de ser de la princesa griega.

Uno de sus proyectos que más repercusión tuvo hace años, y que aún se recuerda, fue transportar vacas lecheras de Cantabria que iban a ser sacrificadas a la India, donde tendrían una larga vida. Estos animales son sagrados y, por lo tanto, su existencia estaba asegurada. La hermana y confidente de la Reina pasó tiempo en este país igual que antes lo había hecho su madre, la reina Federica de Grecia. Ahora ya no hay vacas, pero sí muchos proyectos en los que esta fundación colabora con instituciones como Unicef, Cruz Roja o Naciones Unidas. Esta vez el dinero que se obtenga por la venta de entradas y la donación de la firma alemana irá destinado íntegramente para la ayuda a los destrozos causados por la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma.

Entre los invitados que han querido participar en este acto solidario se encontraban Paloma Segrelles, Naty Abascal, Andrés Velencoso, las hermanas Toledo, Lidia Torrent, Isabel González (subdirectora del programa de Federico Jiménez Losantos), Esther Pérez Cabezo, el exministro José Guirao y Cayetano Martínez de Irujo, entre otros muchos asistentes. El hijo de la duquesa de Alba, en conversación con Vanitatis, explicaba que le emocionó el domingo ver a su sobrina Cayetana Rivera en la misa recordatorio por la duquesa en Sevilla: “No tenía ni idea de que fuera a venir y la verdad es que fue una alegría. Mi sobrina no tiene complejos como sí otros de mis hermanos”.

Una vez que finalizó el concierto, premiados e invitados brindaron en la fiesta posterior, en la que también participó doña Sofía. A diferencia de otros años, que charla un momento con los medios, esta vez simplemente saludó y se ausentó.