Descubre a Elizabeth-Ann de Massy: la prima favorita y confidente de Carolina de Mónaco
A lo largo de los años, Carolina de Mónaco ha contado con un gran apoyo, su prima Elizabeth-Ann de Massy. Una mujer muy recordada en el principado
La dinastía Grimaldi se remonta a la Italia feudal y a la ciudad de Génova en el siglo XIII. Sin embargo, su nombre desde hace generaciones está ligado al de Mónaco. El pequeño principado del Mediterráneo es un importante foco de atención mediática, no solo por sus ilustres visitantes, sino también por los miembros de Casa Real.
Así, de la mítica Grace Kelly, con sus raíces irlandesasa las nuevas generaciones como Camille Gottlieb, que tanto se parece a su abuela o Pierre Casiraghi, todo lo que rodea a los habitantes Grimaldi del Principado de Mónaco genera gran expectación. Sin embargo, aún existen miembros más desconocidos para la mayoría del gran público, como es el caso de la (casi) baronesa Elizabeth-Ann de Massy.
Nos remontamos a 1947, con una Europa saliendo de las cenizas de la II Guerra Mundial y Mónaco como oasis que comenzaba a resurgir. Una nueva era para la que muchas noticias (ahora comunes) seguían siendo un escándalo social, más viniendo de la realeza, como fue el nacimiento de Elizabeth-Ann de Massy.
La hermana mayor del príncipe Raniero III de Mónaco (entonces heredero), Antonieta Grimaldi, baronesa de Massy, y el abogado y campeón de tenis Alexandre Athanase Noghès (que estaba casado) mantenían una relación de la que nació una hija fuera del matrimonio: Elizabeth-Ann.
Convirtiéndose en la primera nieta de Carlota Grimaldi y Pierre de Polignac. Una pequeña que no estaba destinada a formar parte del principado de forma oficial, pero cuyo destino cambió cuando sus padres finalmente se casaron en 1951. Entrando junto a sus hermanos a formar parte de la línea de sucesión.
Sin embargo, más allá de los regios papeles, la vida de Elizabeth-Ann de Massy siempre ha estado muy vinculada a su familia en lo sentimental. Así, fue una de las damitas de honor de la boda de Grace Kelly y Raniero de Mónaco, y mantuvo una excelente relación con su tía política.
Un detalle que no sería destacable con otros apellidos, pero que aquí cambió la vida de Elizabeth Ann. Su madre, la princesa Antonieta, y su abuela, la (temida) princesa Carlota de Mónaco, no mantenían una buena relación con Grace Kelly. Una decisión que la alejó de su madre, quien optó incluso por no dejarla en herencia el título de baronesa de Massy (aunque en la práctica todo el mundo la llamó así).
Tras la muerte de la princesa Grace en un accidente de tráfico, Elizabeth Ann se convirtió en una figura casi materna para sus primos pequeños. El príncipe Alberto, quien le dio potestad para sustituirle en eventos muy relevantes; la princesa Estefanía, de quien era madrina de bautismo, y de la princesa Carolina.
Más que familia: la amistad de Elizabeth-Ann y Carolina
Precisamente la princesa de Hannover encontró en su prima mayor un gran apoyo para todos los sinsabores de su vida. Dado el máximo hermetismo que siempre rodea a Carolina de Mónaco en lo personal, de Massy era su gran confidente y amiga a lo largo de las décadas.
Su divorcio de juventud de Philippe Junot, la traumática pérdida de Stéfano Casiraghi, con quien celebró su segunda boda y su complicada situación con Ernesto de Hannover son solo algunos de los ejemplos. Aunque, más allá de los malos momentos, también las unieron muchos buenos como vacaciones y actos en común. Siendo una de sus aficiones compartidas más conocidas por el público su pasión por la moda.
A la par que Grace Kelly, y antes que Carolina de Mónaco y que Carlota Casiraghi, la princesa Elizabeth-Ann de Massy fue todo un icono de estilo desde los años 60. Tocados, pañuelos a la cabeza, chaquetas de tweed de corte masculino eran algunos de sus sellos de identidad en la época con firmas como Dior y Chanel entre sus favoritas.
Un armario que fue evolucionando con los años hacia los diseños en color liso y líneas minimalistas atemporales, pero siempre con la sofisticación por bandera. Respecto a su vida sentimental, estuvo casada en primeras nupcias con el barón Bernard Alexandre Taubert-Natta, con quien se casó en 1974 y tuvo a su hijo, Jean-Léonard Taubert-Natta de Massy.
Tras seis años de relación, la pareja se rompió y la princesa volvería a casarse diez años después con Nicolai Vladimir Costello dit de Lusignan, un reconocido coreógrafo británico. Una boda que duró exactamente 365 días, y de la que nació su segunda hija Mélanie-Antoinette Costello de Massy.
Al lado de sus dos hijos ha sido muy habitual verla en diferentes eventos y celebraciones de Mónaco, desde obras sociales hasta deportivas. Madrina de la Federación Monegasca de Tenis y del Monte Carlo Country Club, su familia recibió mensajes de cariño de numerosos deportistas como el tenista mallorquín Rafa Nadal o Novak Djokovic tras su fallecimiento.
La baronesa de Massy (de reconocimiento aunque no legalmente) falleció a los 72 años a causa de una leucemia en junio de 2020. Un golpe muy duro para toda la familia Grimaldi, especialmente para sus hijos y sus primos.
Un funeral marcado por las restricciones del coronavirus que no pudo celebrarse como les hubiera gustado, pero que no quitó peso al hecho de lo importante que Elizabeth Ann había sido para todos ellos en todos los ámbitos de su vida.
La dinastía Grimaldi se remonta a la Italia feudal y a la ciudad de Génova en el siglo XIII. Sin embargo, su nombre desde hace generaciones está ligado al de Mónaco. El pequeño principado del Mediterráneo es un importante foco de atención mediática, no solo por sus ilustres visitantes, sino también por los miembros de Casa Real.