Carolina de Mónaco vuelve a ocupar el papel de Charlène en la fiesta de Santa Devota

Aunque se había rumoreado que la princesa podría reaparecer en el día de la patrona, no fue así. El príncipe contó con el apoyo de su hermana Carolina, de nuevo volcada en los niños.

Se trataba más de deseos que de evidencias, y se ha demostrado que las cosas en palacio siguen igual y que el regreso de la primera dama no está cerca en absoluto. El 26 de enero es una fecha muy importante en el calendario de los Grimaldi, y Alberto de Mónaco y sus hijos aparecían solos para celebrar Santa Devota, acabando así con las especulaciones sobre una posible vuelta a la vida pública de Charlène.

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Maite Torrente

Seguimos sin noticias de las princesa. La festividad de la patrona del principado, mientras, tuvo nuevamente como absolutos protagonistas a Jacques y Gabriella. Los mellizos nos regalaron tiernos y divertidos momentos, y acapararon toda la atención. Tanta que casi olvidamos que faltaba alguien en la estampa familiar… A sus 7 años, han tenido que aprender a vivir temporalmente sin la presencia de su madre, estudiando en casa y no en el colegio, y teniendo un papel muy destacado en la agenda real, pero ellos cumplen con todo de una manera tan natural que sorprende por su corta edad.

El soberano monegasco ya se está acostumbrando a no contar con la presencia de su esposa en los actos institucionales. De hecho, ha pasado justo un año desde que Charlène cumplió con su agenda real por última vez, precisamente en la celebración de Santa Devota de 2021. Aunque luego en marzo asistía el funeral de rey zulú Goodwill Zwelithin en Sudáfrica… Como viene siendo habitual desde que la primera dama está ausente, la princesa Carolina acompañó a su hermano y también lo hizo Louis Ducruet, hijo de Estefanía, y Melanie-Antoinette Costello de Massy, familiar de los Grimaldi.

Jacques y Gabriella tuvieron un papel destacado en la fiesta, que se celebra desde 1874. Ambos ayudaron a encender el fuego de la pequeña barca que se quema cada año para cumplir con la antigua tradición. Él lo hizo acompañado de su padre y ella de su tía; ambos portando una vela con mucho cuidado para no quemarse. La pequeña volvió a demostrar su carácter espontáneo y divertido, aunque se asustó un poco al ver las enormes llamas y buscó refugio en su hermano abrazándole con cariño. La especial unión de los mellizos es más que evidente. La mini primera dama monegasca lucía para la ocasión un vestido camisero estampado, un abrigo de peluche azul y unas bailarinas. También llevaba una boina de lana, muy parecida a la que su madre había lucido en Santa Devota el año pasado. Aunque no esté, su influencia se hace evidente… Lo que sí ha llamado un poco la atención este 2022 es que los estilismos de los mellizos hayan sido mucho más sobrios y formales, pues en 2021 el niño llevaba ropa informal y deportivas, y la niña, un conjunto rosa con gorrito tipo pescador, también con unas llamativas sneakers.

En cuanto a Carolina de Mónaco, una vez más, estuvo muy pendiente de sus sobrinos en todo momento y ocupó el lugar de Charlène en el encendido del fuego. Elegante como siempre, llevaba un vestido estampado, un abrigo tipo trench con cinturón y unas botas altas, como las que adora Letizia. Antes de la típica quema del barco, todos habían asistido al servicio religioso en la iglesia de Santa Devota y para terminar el día disfrutaron del espectáculo de fuegos artificiales. Los festejos continúan este 27 de enero con la tradicional misa.

Tampoco estará la princesa en ellos y todo parece indicar que el regreso no se producirá pronto, todavía le queda terapia por delante. No hay novedades en cuanto a su estado de salud, solo sabemos que continúa ingresada en la clínica suiza. Desde Navidad no se ha dado más información desde palacio de cómo se encuentra y tampoco si su marido y sus pequeños fueron a visitarla el pasado día 25 cuando cumplió 44 años. Nada de fotos compartidas en las redes sociales, ni comunicados, así que de haberse producido ese reencuentro se mantiene en la más estricta intimidad.