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Los detalles sobre los escoltas de Urdangarin: nuevo dispositivo al salir de prisión
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FAMILIA DEL REY

Los detalles sobre los escoltas de Urdangarin: nuevo dispositivo al salir de prisión

Cuando se mudaron a Ginebra, cambiaron algunos de los agentes. Ahora tiene dos a su servicio. El marido de la infanta Cristina solía salir en bicicleta y a correr con ellos

Foto: Iñaki Urdangarin, en Vitoria. (EFE/David Aguilar)
Iñaki Urdangarin, en Vitoria. (EFE/David Aguilar)

Cuando Iñaki Urdangarin salió de prisión, se encontró con un cambio, uno de tantos, aunque este le tocaba directamente. Le habían cambiado los escoltas. Los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que le habían escoltado hasta entonces ya no estaban. No era la primera vez que el marido de la infanta Cristina sufría un cambio de guardias, porque cuando se fueron a vivir a Ginebra, algunos de sus escoltas pidieron su traslado también. Pero esta vez era diferente.

La decisión no fue de los exduques de Palma, y los nuevos agentes asignados a Urdangarin eran chicos jóvenes y con menos experiencia. Además, Iñaki perdía también la confianza que siempre había tenido en sus hombres, con quienes compartía carreras en las montaña, salidas en bicicleta, de compras y hasta confidencias.

placeholder La Infanta y Urdangarin, con sus hijos y su escolta en Vitoria. (EFE/David Aguilar)
La Infanta y Urdangarin, con sus hijos y su escolta en Vitoria. (EFE/David Aguilar)

Quienes le han estado acompañando hasta la frontera francesa en los últimos meses no son hombres de su máxima confianza. Aunque Urdangarin es un tipo muy abierto y simpático, y puede que haya logrado, nos dicen, entablar una buena relación con sus nuevos guardianes. Desde Vanitatis hemos intentado saber si estos dos policías han sido amonestados y apartados de su puesto de trabajo por no haber informado del paradero del exduque de Palma el día en el que se tomaron las fotografías con otra mujer, pero no hemos podido confirmarlo. Fuentes de Interior nos dicen que es muy extraño que suceda algo similar y que, hasta lo que ellos han podido saber, los escoltas de Urdangarin siempre han informado sobre su paradero, sin excepción.

Foto: La infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y sus hijos y escoltas detrás. (EFE)

Si Urdangarin viajaba a Francia era por motivos personales, algo que la jueza de Vigilancia Penitenciaria autorizó el pasado mes de mayo. Además, no lleva pulsera telemática, tal y como confirmó en su momento la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Con esos permisos para viajar al extranjero, el excampeón olímpico ha viajado en varias ocasiones a Ginebra; la última, como hemos visto, el pasado fin de semana para visitar a su mujer, con quien decidió entonces comunicar esa “interrupción” de su matrimonio. Cuando Urdangarin viaja a Ginebra sí que cuenta con escoltas, porque viaja a ver a una alteza real. Lo hace, además, en coche, y suelen ser los escoltas quienes conducen las 10 horas que dura el trayecto.

Foto: Iñaki Urdangarin, a la salida de los juzgados de Palma. (EFE)

Ahora que su matrimonio pasa por una fuerte crisis que podría acabar en divorcio, muchos se preguntan si el marido de la Infanta seguirá teniendo a dos personas a cargo de su seguridad. Y sí, así será mientras no se separen oficialmente, algo que por el momento no va a pasar. Que Urdangarin tenga escoltas no es nada extraño si tenemos en cuenta que todos los miembros de la familia del Rey disponen de seguridad.

Todos tienen escoltas

Solo sus sobrinos, es decir, los Marichalar y los Urdangarin, dejan de tener escolta cuando pasan a ser mayores de edad. De este modo, Irene, la única hija del matrimonio Urdangarin de Borbón, cuenta con su propios escoltas porque todavía tiene 16 años. También tienen escolta los tíos del rey Felipe VI. La infanta Margarita, hermana de Juan Carlos I, cuenta con un dispositivo propio, así como la princesa Irene, hermana de la reina Sofía.

Foto: Iñaki Urdangarin, en una foto de archivo. (Getty)

La infanta Elena y la infanta Cristina son quienes más escoltas tienen a su servicio, hasta 15, puesto que deben turnarse. Sobre todo los de Cristina de Borbón, por vivir en Suiza. Cabe recordar que, durante el primer confinamiento de la pandemia, varios miembros del equipo de seguridad de la Casa Real denunciaron a Vanitatis que sus responsables directos no estaban tomando medidas sanitarias, algo que cambió en cuanto publicamos la información. En esas denuncias contaban, por ejemplo, que la infanta Cristina les había pedido en Ginebra a algunos de sus escoltas que le fueran a comprar pizzas a su restaurante favorito. Y que doña Elena, que nunca paseaba al perro, empezó a hacerlo para poder salir a la calle. Pequeños detalles que les complicaron la vida y que quisieron denunciar en este medio.

Foto: La infanta Cristina, en una imagen de archivo. (Reuters)

Desde el Ministerio de Interior nunca informan sobre los dispositivos de seguridad precisamente por eso, por seguridad. Cuando se les ha requerido esta información, incluso a través del Portal de Transparencia, se acogen a la Ley de Secretos Oficiales, aprobada en 1968 y que prevé que no se informe de datos relativos a la Casa Real. En el Congreso se han presentado varias propuestas para reformar esta ley en diversas legislaturas, pero nunca ha salido adelante.

Así pues, cuando en 2021 se preguntó a Interior sobre el dispositivo que acompañaba a la princesa Leonor a Gales para estudiar en el UWC Atlantic, se acogieron a esta ley para no informar ni siquiera a través del Portal de Transparencia. No obstante, desde Vanitatis hemos podido confirmar, con fuentes no oficiales del Ministerio de Interior, toda la información que aquí publicamos.

Cuando Iñaki Urdangarin salió de prisión, se encontró con un cambio, uno de tantos, aunque este le tocaba directamente. Le habían cambiado los escoltas. Los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que le habían escoltado hasta entonces ya no estaban. No era la primera vez que el marido de la infanta Cristina sufría un cambio de guardias, porque cuando se fueron a vivir a Ginebra, algunos de sus escoltas pidieron su traslado también. Pero esta vez era diferente.

Iñaki Urdangarin Infanta Cristina
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