El idilio de ida y vuelta de Letizia y Armani: una pedida, un bolso y un vestido de gala

¿Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? La del idilio -aunque sea de ida y vuelta- de Letizia con Armani lo es, y mucho, como dejó claro este lunes en el Teatro Real, al escoger un little black dress de la firma italiana para asistir a la gala inaugural de los actos conmemorativos del V centenario del fallecimiento de Antonio de Nebrija. Una demostración de que lo suyo ha sido una historia de amor en toda regla que dura ya más de 18 años. Un tiempo en el que hemos visto desde el traje que escogió para su pedida hasta un vestido de gala, pasando por un bolso o una chaqueta de tweed.

La relación de Letizia y la casa Armani empezó en 2003, cuando veíamos a la prometida del entonces Príncipe de Asturias enfundada en un traje de chaqueta en color blanco con cuello chimenea para el anuncio oficial de su compromiso. No fue una elección de poca importancia. Al fin y al cabo, era la prenda con la que la futura reina consorte se daba a conocer al mundo. El dos piezas se convirtió desde aquel momento casi en una pieza icónica de su vestidor, precisamente por el momento para el que lo lució.

Y pensábamos que ella misma lo tenía guardado como si de una reliquia se tratara, porque no lo volvimos a ver hasta más de 15 años después, cuando Letizia lo metió en su maleta para una visita de Estado a Marruecos, en febrero de 2019. Lo hizo coincidir además con el Día de los Enamorados, por lo que muchos vieron en esta elección un claro guiño romántico a don Felipe.

Lo curioso es que, al igual que este vestido se quedó durante años guardado en el armario, el amor de Letizia por las prendas de la firma italiana también parecía haber sido enterrado. Afortunadamente, no ha sido así, porque después ha lucido algunos diseños de la casa que han sido auténticos éxitos. Eso sí, hay que irse hasta 2017 para volver a ver a Letizia vestida de Armani. Fue durante su visita de Estado a Japón y ya convertida en Reina. Para una cena con el primer ministro, Shinzo Abe, y su esposa, doña Letizia estrenó un dos piezas de terciopelo negro con motivos florales y claras referencias orientales. La segunda oportunidad que le daba a su idilio con Armani no podía empezar de mejor forma.

Tras un largo paréntesis de trece años, el idilio se retomó con ganas, porque desde ese viaje a Japón en 2017 ya no sorprende que la reina Letizia escoja diseños de la casa para sus apariciones públicas. De hecho, para su siguiente oportunidad no hubo que esperar tanto: en octubre de 2018, para el concierto previo a la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, la Reina estrenaba un vestido negro de líneas sencillas, abertura en la falda y un pequeño volante en un lateral. Lo reutilizaba dos años después para la entrega del Premio Francisco Cerecedo y lo volvía a lucir este lunes para su cita en el Teatro Real.

Letizia volvía a confiar en la marca solo tres meses después, concretamente para la Pascua Militar de 2019. Una chaqueta de tweed en tonos azules, acompañada del broche del lote de las joyas de pasar, daba un toque diferente al vestido de terciopelo azul que ya había lucido en 2012 y 2014. Pero no sería el único Armani del año. En septiembre, en la inauguración de la temporada del Teatro Real, combinó su vestido tipo esmoquin en color blanco de Lola Li con una cartera negra de raso con efecto rayado, también de la firma italiana.

Pasó el tiempo y continuó esta historias de amor. En febrero de 2019, los Reyes visitaron la localidad de Almonte y el Parque Nacional de Doñana. Para la primera cita, lució un Armani muy 'andaluz', ya que escogió un vestido en color blanco con lunares irregulares de diferentes colores. Sería uno de sus últimos estrenos antes de que la pandemia llegara a nuestras vidas y también al armario de Letizia. A partir de entonces, la sostenibilidad es la que ha mandado en su armario, con muy pocos estrenos, especialmente de firmas internacionales, por lo que el hecho de que escogiera Armani para la primera cita de gala poscovid en el Palacio Real tiene doble mérito.

Fue el pasado noviembre, cuando lució un diseño negro ajustado, con tirantes y un pronunciado escote, liso con un drapeado en la cintura para la vuelta a las cenas de gala con tiaras incluidas. Una elección que seguramente fue como guiño a sus invitados, ya que recibía al presidente italiano, Sergio Mattarella, y su hija Laura.

Como vemos, han sido 18 años de un idilio interrumpido, pero que está teniendo una segunda oportunidad con más amor que la primera. Armani se coló con mucha fuerza en el armario de la Princesa de Asturias al ser el diseñador que escogió para presentarse al mundo y, aunque tuvieron que pasar más de 14 años, queda claro que Letizia nunca lo olvidó. De hecho, ha llevado todas las líneas de la casa italiana, desde Armani Privé, con el vestido del viaje a Japón, hasta Giorgio Armani, con el vestido de la cena de gala con el presidente de Italia, pasando por la línea Emporio, con el vestido negro que llevaba este lunes en el Palacio Real como ejemplo.