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El problema de Carlos Felipe con la policía: interrogado y multado por una imprudencia
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El problema de Carlos Felipe con la policía: interrogado y multado por una imprudencia

El único hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia ha tenido que asumir las consecuencias de sus imprudencias al volante y de su amor por la velocidad

Foto: El príncipe Carlos Felipe, en una imagen reciente. (Getty/Michael Campanella)
El príncipe Carlos Felipe, en una imagen reciente. (Getty/Michael Campanella)

Parece que, como dijo el rey Juan Carlos en aquel célebre discurso de Navidad, la justicia sí es igual para todos, al menos en Suecia. Y es que uno de los miembros de la familia real sueca ha tenido que rendir cuentas ante la ley, sin que importen ni sus títulos ni su rango. Hablamos del príncipe Carlos Felipe, que se ha enfrentado a un serio problema con la policía: no solo ha sido interrogado, sino que también ha sido multado por una imprudencia al volante.

De todos es sabido que el único hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia es un gran amante de la velocidad y de los coches. De hecho, participa en numerosos rallies. Y aunque lo dejó durante un tiempo por la corta edad de sus hijos, al final le pudo su afición por el volante y volvió a competir. Y parece que la velocidad a la que va en esas competiciones la tiene bastante metida en la cabeza, ya que el príncipe ha pisado el acelerador de más y ha tenido que asumir las consecuencias de ir más rápido de lo permitido.

placeholder El príncipe Carlos Felipe. (Getty/Michael Campanella)
El príncipe Carlos Felipe. (Getty/Michael Campanella)

Fue el pasado 4 de diciembre, cuando un radar detectó a un Volvo en Estocolmo a 89 kilómetros por hora, conduciendo por una vía a la que está permitido un máximo de 70 km/h. Eran poco más de las siete de la mañana, por lo que apenas había vehículos en la carretera. Como seguro saben, los dispositivos actuales, además de detectar un exceso de velocidad, pueden hacer una foto del vehículo e incluso del conductor, que en este caso no era otro que el príncipe Carlos Felipe. Y además de que la foto es nítida y se le puede ver perfectamente, es una de las personas más conocidas del país. No tenía escapatoria.

Así, se hizo un informe que le llegó al propio príncipe, para avisarle de que tenía que declarar en dependencias policiales para ser interrogado por el delito de exceso de velocidad, un "acto con negligencia", según decía el informe. Así que allí que se fue Carlos Felipe, sin mucho ánimo de rebatir los hechos, tal y como afirman los medios suecos. Su excusa, que pensaba que era una vía por la que se podía circular a 80 kilómetros por hora, aunque aún así hubiera superado el límite permitido. También se le preguntó si había alguna causa externa que le hiciera ir tan rápido, a lo que no pudo contestar de forma afirmativa porque realmente no existía ningún motivo.

placeholder El príncipe Carlos Felipe, en el Prince Carl Philip Racing Trophy. (Getty/Michael Campanella)
El príncipe Carlos Felipe, en el Prince Carl Philip Racing Trophy. (Getty/Michael Campanella)

En resumen, que el hijo de los reyes no pudo ni quiso cuestionar lo que le estaban diciendo los polícías y asumió las consecuencias de su imprudencia al volante. El resultado ha sido una multa de 2.400 coronas suecas, que vienen a ser unos 240 euros. Una cantidad que el príncipe Carlos Felipe ya ha pagado, tal y como ha apuntado la portavoz de la Casa Real, Margareta Thorgren, que no se ha molestado en desmentir nada de este problema, obedeciendo así a la transparencia habitual de Palacio.

Una afición por herencia

El príncipe Carlos Felipe es un gran apasionado del mundo del motor, pero tiene a quien parecerse, ya que es el rey Carlos Gustavo el primer amante de los coches y la velocidad desde hace mucho tiempo. Solo entre la flota de vehículos de la que se tiene constancia, se encuentra un BMW M8 Competition Coupé, un Mustang Shelby, un AC Cobra, un Ferrari De Tomaso Pantera 599 GTB y un Porsche 911 Targan. Todos de alta gama y muy potentes y con algo más en común, ya que le han traído algún que otro disgusto.

placeholder El rey Carlos Gustavo. (EFE/Juanjo Martín)
El rey Carlos Gustavo. (EFE/Juanjo Martín)

Por ejemplo, ha sido muy criticada una de sus últimas compras, al gastarse más de un millón de coronas en un nuevo coche. Pero también durante una entrevista que concedió con motivo de su 75º cumpleaños, el pasado abril, no tuvo ningún problema en admitir que le gustaba mucho la velocidad y correr, a veces en exceso: "Es lo mejor que conozco. Es una libertad, controlo donde voy y lo que quiero. Para mí es una experiencia maravillosa". Unas palabras que no tardaron en ser criticadas, puesto que, para los ciudadanos, el rey tiene que dar ejemplo y además ya tiene antecedentes en este tema, puesto que, como su hijo Carlos Felipe en esta ocasión, ha sido sorprendido varias veces conduciendo demasiado rápido, lo que también le ha valido alguna que otra multa.

Parece que, como dijo el rey Juan Carlos en aquel célebre discurso de Navidad, la justicia sí es igual para todos, al menos en Suecia. Y es que uno de los miembros de la familia real sueca ha tenido que rendir cuentas ante la ley, sin que importen ni sus títulos ni su rango. Hablamos del príncipe Carlos Felipe, que se ha enfrentado a un serio problema con la policía: no solo ha sido interrogado, sino que también ha sido multado por una imprudencia al volante.

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