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Una familia menguante y un rifirrafe real: la misa de Pascua, un acto en peligro de extinción
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¿UNA TRADICIÓN PERDIDA?

Una familia menguante y un rifirrafe real: la misa de Pascua, un acto en peligro de extinción

Los Reyes no asistirán el domingo de Pascua al tradicional servicio religioso en la catedral de Palma, produciendo la fotografía más reducida de la Casa Real de las últimas décadas

Foto: La familia real, en la misa de Pascua de 2019. (EFE/Lliteres)
La familia real, en la misa de Pascua de 2019. (EFE/Lliteres)

Es toda una sorpresa que Vanitatis ha podido confirmar: los reyes Felipe y Letizia no asistirán al tradicional servicio religioso que cada año cierra la Semana Santa en la catedral de Palma de Mallorca. Con este, ya son tres los años que no vemos al monarca y su familia protagonizando la tradicional fotografía a las puertas del templo. Solo veremos a la reina Sofía, incondicional de esta cita, produciendo así la imagen más reducida de los Borbón en las últimas décadas. No sabemos si el rifirrafe real de 2018 tuvo algo que ver, pero sí está claro que la misa de Pascua es un acto en peligro de extinción, al menos en el calendario oficial de la Casa Real.

La catedral de Palma se ha convertido en el escenario de una radiografía permanente de la familia real y sus diferentes circunstancias a lo largo de las décadas en las que se ha mantenido la tradición. En 2006 tuvo lugar el posado más multitudinario, con la presencia de los reyes Juan Carlos y Sofía, los entonces príncipes Felipe y Letizia con su recién nacida, la infanta Leonor, además de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin con sus cuatro hijos y la infanta Elena y Jaime de Marichalar con los dos suyos. Se mostraban como una familia grande y unida. Lo primero lo sigue siendo. Lo segundo no.

placeholder La familia real, en la misa de Pascua de 2004. (Cordon Press)
La familia real, en la misa de Pascua de 2004. (Cordon Press)

Ese año se habían incorporado dos caras nuevas en la fotografía familiar, las de Leonor e Irene Urdangarin, que habían nacido unos meses antes. Sería la última vez que veríamos tantas caras en la imagen. A medida que unas fueron entrando, otras fueron saliendo por diferentes circunstancias. En 2007 salieron de esta particular radiografía los entonces Príncipes de Asturias, aunque fue solo de forma eventual, puesto que doña Letizia se encontraba embarazada de su segunda hija y, de hecho, la infanta Sofía nacería un par de semanas después.

Pero ese mismo año dio comienzo una nueva fase en esta celebración, ya que fue el año en el que la infanta Elena y Jaime de Marichalar anunciaron el "cese temporal de la convivencia". O, en palabras más llanas, su separación. Ya se eliminaba una cara definitivamente del posado familiar. Y aunque en 2008 hubo otro 'fichaje', el de la infanta Sofía, no fue una foto tan multitudinaria como las anteriores: que la duquesa de Lugo y sus hijos prefirieron evitar entonces a los fotógrafos.

A partir de entonces, esa imagen se ha ido reduciendo cada vez más: en ocasiones posaba solo la que hoy es la familia real, es decir, los reyes Juan Carlos y Sofía, Felipe y Letizia y sus dos hijas, con apariciones eventuales de las infantas Elena y Cristina. Pero llegó el 2011 y, con él, el escándalo del caso Nóos. Y, como si fuera el efecto dominó, la presencia de Iñaki Urdangarin también desapareció del posado. Pasaba de ser el yerno perfecto a repudiado. Y a su lado, la infanta Cristina, que permaneció leal a su marido también en estas citas semioficiales. Una vez más, la fotografía en la catedral de Palma escenificaba la situación familiar.

placeholder La misa de Pascua en 2011. (Limited Pictures)
La misa de Pascua en 2011. (Limited Pictures)

En esta nueva etapa, solo permanecieron fieles a la cita don Felipe y doña Letizia, sus dos hijas y la reina Sofía, para la que este acontecimiento era y es sagrado, como veremos también en este 2022. Y llegábamos así a otra nueva fase y otra nueva radiografía de la familia real: la que comenzaba en 2014, con la abdicación del rey Juan Carlos y la subida al trono de su hijo y heredero. En esta nueva fase, la infanta Elena no ha aparecido y su padre, el rey Juan Carlos, se ha incorporado de forma aleatoria, siendo su última vez en 2018, cuando se produjo ese rifirrafe entre las dos Reinas que tantas vueltas ha dado.

Pero dentro de diez días ni siquiera eso: solo veremos en la catedral de Palma a la Reina emérita, la gran incondicional a su cita con Mallorca, respetando así una tradición que dura ya décadas. De hecho, el lunes ya hará su primera aparición oficial, en el mismo escenario, ya que presidirá el concierto que cada año organiza Projecte Home Balears, al que nunca falla.

placeholder La reina Sofía, en Mallorca en 2018. (EFE/Cati Cladera)
La reina Sofía, en Mallorca en 2018. (EFE/Cati Cladera)

¿Ha tenido algo que ver aquel tenso desencuentro entre Sofía y Letizia en que la misa de Pascua sea hoy en día un acto en peligro de extinción? Oficialmente no. De hecho, aún hubo un posado más, el de 2019, aunque no se puede negar que el recuerdo del rifirrafe permanecía intacto y muy vivo. Pero si hacemos caso a algunas voces entendidas en la cita y sus asistentes, no es un acto que la reina Letizia tenga entre sus favoritos, más bien todo lo contrario. Así que para ella puede haber sido un alivio en estos dos últimos años que la pandemia haya impedido la celebración de la misa.

Lo cierto es que en este 2022 todo estaba a favor para tener de nuevo la foto familiar. La princesa Leonor tiene vacaciones en el UWC Atlantic College de Gales a partir del 14 de abril, por lo que su viaje hasta Mallorca supondría su reaparición en nuestro país, siempre teniendo en cuenta que, como es habitual, sus planes sean secretos hasta entonces. Y además la pandemia y las restricciones sanitarias ya están más que relajadas. Es decir, no tendría que haber ningún motivo para que la familia real casi al completo no asistiera a la misa en la catedral de Palma. O eso pensábamos: la explicación de este año es que la movilización que hay que hacer para que los Reyes y sus hijas permanezcan en la isla solo unas horas es complicada, además de costosa, por lo que se ha decidido prescindir del viaje.

Así, si confiamos en los que aseguran que no es la cita más obligada para doña Letizia, parece que se ha salido con la suya: este año tampoco visitará Palma de Mallorca en Semana Santa y quién sabe si será un acto que desaparecerá por completo de su calendario anual.

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Es toda una sorpresa que Vanitatis ha podido confirmar: los reyes Felipe y Letizia no asistirán al tradicional servicio religioso que cada año cierra la Semana Santa en la catedral de Palma de Mallorca. Con este, ya son tres los años que no vemos al monarca y su familia protagonizando la tradicional fotografía a las puertas del templo. Solo veremos a la reina Sofía, incondicional de esta cita, produciendo así la imagen más reducida de los Borbón en las últimas décadas. No sabemos si el rifirrafe real de 2018 tuvo algo que ver, pero sí está claro que la misa de Pascua es un acto en peligro de extinción, al menos en el calendario oficial de la Casa Real.

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