Es noticia
Menú
Por qué Urdangarin puede convertirse en la Corinna Larsen de la infanta Cristina
  1. Casas Reales
FAMILIA DEL REY

Por qué Urdangarin puede convertirse en la Corinna Larsen de la infanta Cristina

Desde su ruptura con la hermana del Rey, el exjugador de balonmano no ha escondido las demostraciones de amor público con su nueva pareja. ¿Por qué? ¿Para qué?

Foto: Ilustración: E. E.
Ilustración: E. E.

Iñaki Urdangarin ha vuelto a repetir su puesta en escena con Ainhoa Armentia. Esta vez, los arrumacos en Formentera han sido más explícitos y aparentemente sin importarle la trascendencia que las fotos puedan tener en la familia directa. No ya en sus hijos, sino en su madre, que siente un gran cariño por la Infanta y a la que la nueva vida amorosa de su hijo no la convence. El exduque de Palma sigue sin divorciarse. Por tanto, legalmente, mantiene el vínculo con la mujer con la que se casó en la catedral de Barcelona el 4 de octubre de 1997.

Las primeras fotos que aparecieron en ‘Lecturas’ fueron el desencadenante de la ruptura matrimonial que aún no se ha hecho efectiva. En sus últimas apariciones públicas, Cristina de Borbón llevaba su alianza. Hubo comunicado conjunto el 24 de enero donde anunciaban la “interrupción” y en esa tierra de nadie quedó el trámite. Como se ha visto, más de cara a la galería que a una realidad.

placeholder Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en una imagen de archivo. (Getty)
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en una imagen de archivo. (Getty)

En el famoso reportaje inicial de hace unos meses se veía al cuñado de Felipe VI paseando con su compañera de trabajo por una playa cercana a Bidart. En esa localidad francesa, los Urdangarin tiene una casa familiar donde se reúnen cada verano en torno a la madre Claire. Por lo tanto, es una zona que conoce muy bien el protagonista de esta información porque ha surfeado con sus hijos y sobrinos cuando no hay olas en su playa. En aquel momento se llegó a decir que el exduque no tenía ni idea de que le estaban fotografiando, que era una pillada en toda regla y que la relación con Ainhoa era flor de un día.

Resulta que en esas fechas se estaba celebrando un campeonato de surf y hasta era posible que alguno de sus amigos o sus hijos estuvieran compitiendo. Así que la posibilidad de encontrarse con alguien conocido era factible. Pero Urdangarin ya había puesto en funcionamiento su agenda de vida que no pasaba por volver con la Infanta a Ginebra. A partir de esa decisión, el exdeportista comenzó su cuenta atrás para rehacer su existencia. Y no solo en el plano amoroso, sino en el profesional y el económico. Este último, el más importante. Oficialmente, Urdangarin no tiene trabajo, ni dinero propio. La hermana pequeña del Rey corría con todos los gastos familiares y los suyos mientras estaba en prisión. Parece que sigue haciéndolo.

De Ginebra a Vitoria

El primer apartado ya lo había resuelto, aunque en un principio llegó a decir que era un efecto colateral de su paso por la cárcel. Una especie de “enajenación transitoria” que algunas de las amistades comunes de su círculo creyó. Pensaban que, una vez repuesto, volvería la estabilidad matrimonial. La diferencia con otras aventuras era que esta vez había constancia gráfica. Las humillaciones son difíciles de borrar.

No solo no volvió con la Infanta a Ginebra, sino que se instaló definitivamente en Vitoria en la casa familiar. La diferencia con Ainhoa era que ella sí tuvo un divorcio exprés de mutuo acuerdo con su marido. Por lo tanto, era libre para relacionarse con quien quisiera.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

En este tiempo, la situación se ha complicado. Una vez que Cristina viajó a Abu Dabi para informar presencialmente a su padre que no había vuelta atrás, el rey emérito le dio todo su apoyo y además un aviso a navegantes. Él había tenido el ‘corinnagate’ por la 'donación' de 65 millones de euros a la que era su amante y que después quiso que se los reembolsara. Ahí empezó la ruina mediática para el ex jefe del Estado.

placeholder Ainhoa Armentia, preguntada por los reporteros a la entrada de las oficinas en las que compartía trabajo con Urdangarin.(Gtres)
Ainhoa Armentia, preguntada por los reporteros a la entrada de las oficinas en las que compartía trabajo con Urdangarin.(Gtres)

El reportaje de Urdangarin y Ainhoa en una playa de Formentera donde aparecían abrazados en la arena y besándose sin preocuparse de nada es otro aviso subliminal. Entre otras cosas porque el que se denominó a sí mismo duque “empalmado” tiene aún escolta. Dos, para más señas en turno de ocho horas. Estos profesionales están al tanto de lo que sucede en el entorno de su protegido. Y se entiende que avisarían de la cercanía de los paparazzi. Y más en una playa donde en esta época también hay mucha gente.

La lectura que se hace de estas puestas en escena del que fuera yerno preferido de los reyes eméritos parece clara: va a seguir mostrando su amor hasta que no consiga el divorcio. Y este divorcio puede traer complicaciones más allá de las emocionales. Las empresas que controlaba el duque y su socio, además de Nóos Consultoría Estratégica, formaban parte de un holding con una facturación que parece haberse evaporado. En la actualidad, y como ya se ha explicado más arriba, Iñaki Urdangarin necesitaría dinero para vivir en nuevo capítulo de su vida. ¿Y si hay dinero? ¿Dónde está?

Iñaki Urdangarin ha vuelto a repetir su puesta en escena con Ainhoa Armentia. Esta vez, los arrumacos en Formentera han sido más explícitos y aparentemente sin importarle la trascendencia que las fotos puedan tener en la familia directa. No ya en sus hijos, sino en su madre, que siente un gran cariño por la Infanta y a la que la nueva vida amorosa de su hijo no la convence. El exduque de Palma sigue sin divorciarse. Por tanto, legalmente, mantiene el vínculo con la mujer con la que se casó en la catedral de Barcelona el 4 de octubre de 1997.

Iñaki Urdangarin Infanta Cristina