El divorcio económico y legal de la Infanta del que no nos enteraremos
Tras el comunicado en el que confirman su separación, la familia tendrá que tomar decisiones. La primera, si deciden romper su matrimonio ante la jurisdicción suiza o la española
Las imágenes de Iñaki Urdangarin de la mano con una contable vitoriana han dado la vuelta al mundo y se han convertido en la exclusiva del año. No tanto por las fotos en sí (un inocente paseo junto al mar) o porque impliquen una infidelidad, algo que está a la orden del día, sino porque el balonmanista y la hermana del Rey se habían convertido a lo largo de los años en una referencia de la capacidad del amor para enfrentarse a todos y a todo. En una relación que ha vivido tantas vicisitudes como la de doña Cristina y el medallista olímpico, nadie calculaba que al final el motivo más viejo de todos sería el que lograría quebrar la roca.
Tras una semana en el huracán mediático, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han remitido un comunicado a la agencia Efe anunciado su decisión de "interrumpir su relación matrimonial" de común acuerdo. "El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", reza el texto del breve comunicado en el que formalizan su decisión.
Tras el shock inicial e (imaginamos) el dolor causado por la constatación de que no hay vuelta atrás, la familia tendrá que decidir cómo organizarse, y esto incluye en qué términos rompen el matrimonio, si es que así lo deciden, claro. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin están casados en régimen de separación de bienes y no tienen ninguna propiedad inmobiliaria compartida, lo que lo hace todo más sencillo desde el punto de vista económico. Además, antes de pasar por el altar firmaron unas capitulaciones matrimoniales para, en el caso de que su proyecto en común se fuera al garete, saber a qué atenerse.
El divorcio tendría que dirimirse en el país donde se encuentre el último domicilio del matrimonio, es decir, Suiza. "Aunque al ser ellos españoles y haberse casado en Cataluña, podrían elegir someterlo a la jurisdicción española", explica Manuel Hernández, de Vilches Abogados. La opción ginebrina es quizá la más adecuada si buscan discreción. "En este caso, al haber una menor de 16 años implicada, en España tendrían que pasar por un juez, un fiscal... Se multiplican las opciones de filtraciones", apunta. Precisamente para evitar la exposición pública, lo deseable sería que el suyo fuera un divorcio de mutuo acuerdo.
"En cualquier tribunal lo primero que te van a decir, sea cual sea tu situación, es que los niños comen todos los días y eso es lo primordial", apuntan desde Vizuete y Mora Abogados. Así pues, la prioridad será establecer los términos económicos para sostener a los cuatro hijos, que aún son dependientes de sus padres. En el caso de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, tendrán que hacer un cálculo de costes y repartir equitativamente los gastos, aunque es obvio que la situación financiera de cada uno es muy diferente. Urdangarin lleva años sin trabajar por el proceso Nóos, y aunque ahora está empleado en Imaz Abogados, percibe un salario básico. Por su parte, doña Cristina tiene un cargo de alta dirección en la Fundación La Caixa y en la Fundación Aga Khan, y ella ha sido quien ha mantenido económicamente a la familia en los últimos años.
"Aquí es donde yo pelearía más", expone Hernández. "La pensión alimenticia de los chicos incluye sus estudios, la vestimenta, la comida, transporte... En la situación de la Infanta y su marido, tiene sentido que la distribución de esos gastos no sea equitativa. Si la Infanta puede aportar un mayor porcentaje del coste global, es normal que este sea un punto a negociar entre las partes". El Tribunal Supremo ha establecido en unos 24-25 años la edad máxima a la que los hijos tienen derecho a esa pensión. Juan Urdangarin tiene 22 años, Pablo 21, Miguel 19 y la pequeña, Irene, 16.
El medallista olímpico saldría más perjudicado en un futuro divorcio. "Presenta una situación más necesitada de protección dentro del matrimonio", admiten los abogados consultados. ¿Hasta el punto de poder solicitar una pensión compensatoria a la Infanta? Teniendo en cuenta que Urdangarin se encuentra en esta situación por una condena penal, es muy improbable, "sería como premiarle", matizan. Aunque no todos los expertos están de acuerdo.
"La pensión compensatoria es, fundamentalmente, una prestación económica que uno de los cónyuges tiene que proporcionar a otro tras producirse la separación o el divorcio del matrimonio y que viene a compensar, valga la redundancia, una situación de desigualdad o desequilibrio entre ambos. Esta es la definición que se puede extraer de las sentencias judiciales habidas hasta la fecha. La finalidad de la pensión compensatoria no es que la parte con menos recursos económicos, una vez disuelto el matrimonio, mantenga el nivel económico y el poder adquisitivo del que gozaba durante su vida en pareja. Asimismo, tampoco puede entenderse como una garantía vitalicia ya que no tiene carácter perpetuo. Solo se trata de compensar un desequilibrio y solo puede obtenerse mediante una sentencia judicial firme", describen desde Mundojuridico.info
En la práctica, y aunque la ley no dice nada al respecto, "apenas se otorga a los hombres". "Esto funciona como una indemnización por haberse dedicado a la familia, para compensar el enriquecimiento del cónyuge mientras la otra persona cuidaba del entorno familiar y así ayudarla a reengancharse con una nueva vida. No es un sueldo Nescafé y tiene carácter transitorio, pero hay muy poca jurisprudencia en la que los jueces se lo hayan reconocido a los maridos", explican desde Vilches Abogados. "Me cuesta mucho pensar que vaya a pelear esto porque es muy difícil que lo consiga. Entre otras cosas porque si él no ha trabajado no ha sido por dedicación familiar, sino por sus vicisitudes legales", agregan.
"Podría pelearlo"
En Vizuete y Mora, sin embargo, son de otra opinión. "Podría pelearlo perfectamente porque hay un desequilibrio importante en las situaciones financieras de ambos. Se puede pactar que sea una cantidad periódica o se establece un pago único, eso formará parte de la negociación. De lo que no se puede 'librar' es de la pensión alimenticia de los hijos; aunque sea poco, siempre va a tener que aportar algo", advierten.
Desde este despacho madrileño recuerdan que cuando Urdangarin cumpla completamente su condena, podría solicitar una prestación por excarcelación que ronda los 400 euros. Actualmente el deportista no tiene ninguna propiedad a su nombre en territorio español, como tampoco la infanta Cristina, que vive a las afueras de Ginebra con su hija Irene. El deportista reside en casa de su madre en Vitoria y parece que así será por mucho tiempo.
Pero este divorcio, además, tiene ciertas peculiaridades por ser la infanta Cristina la hermana del Rey. "Se debería firmar en un documento aparte del convenio regulador algún tipo de cláusula de confidencialidad para proteger a la Casa y a la familia real de lo que haya podido ver u oír Iñaki mientras ha formado parte", apunta una abogada que conoció los pormenores del divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. De hecho, es probable que ya estuviera previsto. "Es normal en patrimonios altos que se firmen antes de casarse unas capitulaciones patrimoniales que incluyan estas cláusulas de confidencialidad respecto a terceros. Es más habitual en otras legislaciones, como la de Estados Unidos, pero aquí también sucede", añade Hernández. Las capitulaciones estarán en el Registro del Estado Civil de la Familia Real, dado que cuando se casó, la Infanta Cristina pertenecía a la Familia.
Como sucedió con Jaime de Marichalar y si el Ministerio del Interior no valora otra cosa, una vez que deje de ser miembro de la familia del Rey, Iñaki Urdangarin perderá su escolta y podrá recuperar su vida como ciudadano de a pie.
De aquella separación, por cierto, nunca trascendieron los detalles, y es muy probable que tampoco suceda en esta ocasión. "A ninguno le interesa entrar en un contencioso, habrá negociación, sobre todo en lo referente a los hijos, pero será privada", vaticinan.
Las imágenes de Iñaki Urdangarin de la mano con una contable vitoriana han dado la vuelta al mundo y se han convertido en la exclusiva del año. No tanto por las fotos en sí (un inocente paseo junto al mar) o porque impliquen una infidelidad, algo que está a la orden del día, sino porque el balonmanista y la hermana del Rey se habían convertido a lo largo de los años en una referencia de la capacidad del amor para enfrentarse a todos y a todo. En una relación que ha vivido tantas vicisitudes como la de doña Cristina y el medallista olímpico, nadie calculaba que al final el motivo más viejo de todos sería el que lograría quebrar la roca.