Exclusiva: Urdangarin y la infanta Cristina, juntos en Ginebra con su hija Irene esta semana

Superadas las etapas de sentimientos intensos, de momentos en los que la infanta Cristina hacía lo posible por no toparse con Iñaki Urdangarin tras haberle sido infiel, ambos dan pasos a diario para acercar posiciones y lograr cierta estabilidad familiar.

El último gesto de esta ‘nueva normalidad’ de la pareja los ha llevado a estar juntos estos días en Ginebra. Tal como ha podido saber Vanitatis, Urdangarin ha viajado a Suiza esta semana, donde visita a su exmujer y a su hija, Irene, en una muestra más de que las cosas ya están encauzadas.

El viaje del exduque de Palma se enmarca dentro de esa nueva fase en la que está sumida la pareja y en la que todo va dirigido a restablecer la relación. Aunque sea en mínimos. Por los hijos, por sus familias y por ellos mismos, nos dicen desde su entorno inmediato. Además, en estos momentos negocian también las condiciones de su divorcio, por lo que este encuentro, nos comentan, está enfocado a este objetivo.

Inaudito

Es la tercera vez, pues, que se ven en poco más de un mes. La frecuencia de los encuentros es, cuando menos, inaudita, porque antes de separarse no se veían con tanta frecuencia. Eso sí, Urdangarin no viajaba a Ginebra desde hace meses.

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Cuando estalló el escándalo al publicarse las fotografías en las que aparecía con otra mujer, una de las primeras cosas que hizo Urdangarin fue ponerse al volante y conducir hasta Ginebra para hablar con la Infanta. Ambos decidieron separarse y el exduque volvió en alguna ocasión, pocas, a la ciudad suiza. Hay que tener en cuenta, además, que la infanta Cristina se mudó de casa mientras Urdangarin estaba en prisión, por lo que la vivienda en la que ahora residen no es la misma en la que vivían cuando estaban juntos. Esto es, que Urdangarin no vuelve a su hogar, sino que vuelve al hogar de su exmujer.

En Viladrau en verano

Hablábamos de etapas en su nueva relación. Lo que ha marcado un antes y un después fue la visita a Bidart, el pasado mes de agosto. Allí coincidieron unas horas, largas horas, y mientras la Infanta ponía rumbo a Estados Unidos para acudir a las bodas de dos sobrinos de Iñaki, él se iba unos días a la montaña barcelonesa. Urdangarin ha pasado un tiempo en Viladrau, donde su hermana mayor, Ana, tiene un apartamento, el mismo en el que se escondían los exduques de Palma cuando empezaron su relación.

A principios de septiembre, el primer fin de semana, volvían a coincidir en Jaca, donde estuvieron juntos en el funeral de Eduardo Roldán, exdirector de la estación de esquí de Candanchú y amigo íntimo de ambos. Tras la ceremonia, se fueron a tomar algo a un bar cercano con algunos conocidos y charlaron de forma educada y cordial, lo que deja claro que las aguas se han calmado.

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Porque puede parecer un detalle nimio, pero define en qué momento está su relación. Sobre todo después de los primeros meses de separación, en el que la crisis entre ellos era tan grave como una quemadura de tercer grado. En primavera, sin ir más lejos, habían coincidido ambos en la misma ciudad, en Barcelona, y habían hecho todo lo posible por no encontrarse. Sobre todo la infanta Cristina, que parecía que escapaba de su marido como un ratón escapa de un gato.

El divorcio

Desde Vanitatis hemos intentado concretar las etapas que van a seguir al proceso de divorcio, aunque las dudas son muchas. Ha habido numerosas informaciones que apuntan a diferentes momentos en el desarrollo de su proceso de separación, pero lo único que parece claro por ahora es que Irene seguirá viviendo con su madre mientras sea menor de edad.

También queda claro que las grandes aportaciones económicas en la pareja las hacía la Infanta y que Iñaki Urdangarin, en estos momentos, no tiene ningún tipo de ingreso. Podría, acaso, recibir ayuda de parte de su familia política, es decir, de su exmujer e incluso de su exsuegro, por quién él asegura que ha sacrificado casi toda su vida.

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Según fuentes cercanas, Iñaki Urdangarin está enfadado con la que fuera su mujer y con su ex familia política porque considera que no le han apoyado y no le han dado todo lo que le prometieron después de entrar en prisión.

Las imágenes en las que pudimos verle llorando dentro de un coche, siendo consolado por Ainhoa Armentia, hicieron saltar las alarmas. Porque quedó en evidencia que el exmarido de la Infanta estaba sufriendo. Entonces, tanto doña Cristina como su padre, el rey Juan Carlos, y hasta su hermana, la infanta Elena, están pendientes para que algo similar no vuelva a suceder.

Padre de sus hijos

La infanta Cristina recuerda a los suyos que Urdangarin es el padre de sus hijos y su compañero de vida durante más de 25 años. El rey Juan Carlos, por su parte, quiere que su hija esté tranquila y quiere que Urdangarin esté tranquilo para que no se convierta en una molestia para la Casa Real.

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Y es en este contexto en el que se enmarca el viaje que el rey Juan Carlos hizo hace pocas semanas a Ginebra, donde se reunió con sus dos hijas y algunos nietos Urdangarin. Querían hablar de cómo quedará el futuro de la infanta Cristina tras su divorcio además de tratar, claro está, la herencia que podrían recibir ambas hermanas tras la muerte de su padre. Pero eso ya es otra historia.