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Charlotte, protagonista del nuevo (y polémico) movimiento de Carlos III
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FAMILIA REAL BRITÁNICA

Charlotte, protagonista del nuevo (y polémico) movimiento de Carlos III

El recién estrenado monarca británico estaría barajando asignar a su nieta el título de duquesa de Edimburgo, a pesar de habérselo prometido a su hermano pequeño Eduardo

Foto: La princesa Charlotte, con su perro Orla. (Reuters)
La princesa Charlotte, con su perro Orla. (Reuters)

Reino Unido vuelve a experimentar el clima de crispación ante una decisión convulsa. Sin embargo, en esta ocasión, el pueblo no es el afectado. El principal damnificado es un miembro de la propia familia real: concretamente, Eduardo, actual conde de Wessex. De manera obvia, tras la muerte de Isabel II, los cambios, también de título, eran un hecho esperado por los miembros de la monarquía. A pesar de ello, parece que ninguno de los royals contemplaba que la llegada al poder de Carlos III cambiaría algunos de sus planes.

Foto: Kate Middleton, con la insignia de Orden de la Familia Real. (Getty)

Con el fallecimiento del duque de Edimburgo, todos presupusieron que el título pasaría a su hijo pequeño, el príncipe Eduardo, y su mujer, Sophie, pero ahora esta decisión podría haber cambiado. El ducado de Edimburgo sigue sin tener dueño un año y medio después, y no solo eso, sino que parece haberle salido una nueva candidata. Según las informaciones del diario inglés ‘Mail on Sunday’, este retraso en cubrir el puesto se debería a que el actual rey estaría debatiéndose entre asignarlo a su hermano o reservarlo para su nieta, la princesa Charlotte.

placeholder La princesa Charlotte. (Reuters/Ashley Crowden)
La princesa Charlotte. (Reuters/Ashley Crowden)

La hija de los príncipes de Gales saldría beneficiada, al igual que sus padres, en este nuevo reparto de ocupaciones propuesto por el primogénito de Isabel II, que no estaría atendiendo al 100% los deseos de su madre. Los motivos de esta decisión también han sido desvelados en el tabloide británico de la mano de un informador, que se encontraría dentro de la vida de palacio.

La fuente protegida explica que Carlos III preferiría optar por su nieta para dar una mayor relevancia a su posición preferente en la línea de sucesión al trono. Recordemos que la pequeña de siete años ocupa el tercer puesto tras la figura de Guillermo y su hermano mayor George. Además, tal y como explica este sujeto que permanece en el anonimato, “la princesa Charlotte es la primera mujer de la familia real cuyo puesto en la línea de sucesión no fue reemplazado por un hermano varón más joven”.

placeholder La princesa Carlota, en su cuarto cumpleaños. (EFE)
La princesa Carlota, en su cuarto cumpleaños. (EFE)

Precisamente, la familia real británica quiso hace poco más de una década realizar un ejercicio de comulgar con unos valores más contemporáneos y eliminar la norma de preferencia de los hombres sobre las mujeres en la línea de sucesión británica. Gracias a ella, la pequeña no se vio adelantada por el hijo pequeño de los príncipes de Gales; su tía abuela Ana no corrió con la misma suerte.

A pesar del proceso de pensamiento lógico seguido por Carlos III, la decisión parece no haber sentado nada bien a Eduardo, el conde de Wessex. Así lo desvela el texto de ‘Mail on Sunday’: "Las discusiones están en marcha, pero el resultado favorable para el Rey es que este título debería ir a la princesa Charlotte". El hijo pequeño de Isabel II ya tenía asumido cuál sería su nuevo cargo; es más, en un momento llegó a ser anunciado por la propia institución, e incluso lleva siete años presidiendo el Duke of Edinburgh Award, y este nuevo giro de guion no es en absoluto de su agrado.

placeholder El príncipe Eduardo, en su último acto oficial. (EFE)
El príncipe Eduardo, en su último acto oficial. (EFE)

Sin embargo, toda la potestad recae en estos momentos en su hermano mayor, que al heredar la Corona también asumió la capacidad de otorgar los títulos nobiliarios sin dueño de manera libre. Además, como dato curioso, el ducado de Edimburgo jamás ha sido asumido hasta la fecha por una mujer.

No obstante, las dudas generadas alrededor de la vacante no implican el no reconocimiento por parte de Carlos III de la gran labor de los condes de Wessex. Es más, estos llegaron a ser incluidos por el monarca en el último retrato oficial de la familia junto a su mujer, la reina Camila, y su hermana, la princesa Ana, mostrando así a la población quiénes son los miembros actualmente activos.

placeholder Los condes de Wessex, en un acto oficial. (EFE)
Los condes de Wessex, en un acto oficial. (EFE)

Por otro lado, hay quienes se han aventurado a ofrecer una explicación alternativa a la tardanza de la Casa Real británica en ocupar la vacante del ducado de Edimburgo. Dentro de la nobleza es tradición que el rey emplee como regalo de bodas este tipo de títulos; por lo tanto, podría ser la baza del primogénito de Isabel II en el enlace de su nieta Charlotte. Si esto fuese verídico, el vacío del cargo se prolongará de forma indeterminada en el tiempo.

Más allá de este tipo de especulaciones, lo que sí queda claro es la intención de la monarquía inglesa de convertir a Charlotte en una de sus futuras bazas. Probablemente, la hija de Guillermo y Kate asumirá en el futuro el puesto de Princess Royal, habitualmente otorgado por un monarca británico a su hija mayor, y aunque sea puramente honorífico, es el más alto honor que se puede otorgar a un miembro femenino de la familia. En la actualidad es su tía abuela Ana la encargada de regentarlo.

Reino Unido vuelve a experimentar el clima de crispación ante una decisión convulsa. Sin embargo, en esta ocasión, el pueblo no es el afectado. El principal damnificado es un miembro de la propia familia real: concretamente, Eduardo, actual conde de Wessex. De manera obvia, tras la muerte de Isabel II, los cambios, también de título, eran un hecho esperado por los miembros de la monarquía. A pesar de ello, parece que ninguno de los royals contemplaba que la llegada al poder de Carlos III cambiaría algunos de sus planes.

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