‘ET’ o el día que Spielberg enseñó a Drew Barrymore a hacer la reverencia ante Diana

Cuando era pequeño y tras el divorcio de sus padres, Steven Spielberg inventó un amigo imaginario para escapar de la soledad. Años después, siendo ya adulto, cineasta y director, le contó esta idea a la guionista Melissa Mathison y de ahí salió uno de los relatos sobre extraterrestres más icónicos (y rentables) de todos los tiempos.

El 9 de diciembre de 1982, ese canto a la amistad, a lo diferente y a lo que hay ‘ahí fuera’ llegó al Empire Theatre de Leicester Square. Se celebraba esa noche la premier de la película en el Reino Unido y al estreno asistieron, además de parte del elenco, el príncipe Carlos y la princesa Diana. Así que se produjo el encuentro de dos supernovas: Lady Di (el personaje más fotografiado, seguido y querido del momento) y Drew Barrymore, que gracias a este filme se convertiría en niña prodigio, estrella del celuloide y, durante un tiempo, juguete roto (aunque esa es otra historia).

“Conocí a Lady Di y pude regalarle un muñeco de E.T”, recordaba la actriz en su libro ‘Wildflower’. Por cierto, y como dato numérico: en aquellas primeras navidades tras el estreno se convirtió en el juguete más vendido. Bertram T. Knight, biógrafo de Spielberg, estima en más de mil millones las ventas generadas por el merchandising de la película.

“Mi sensación era la de cualquier niño de 7 años que conoce a una princesa de verdad. Intentaba mantener la mandíbula en el suelo y los ojos en la cabeza. Me encantaba. Y Steven se aseguró de que me inclinara correctamente mientras le entregaba este peluche simbólico”. Unos años después, en 2018, volvía a hablar de aquel encuentro durante una visita al popular programa 'Jimmy Kimmel Live!': “Ella fue tan amable y tan agradable. Tengo que decir que crecer con ella como princesa fue un gran ejemplo”.

Lágrimas reales

John Williams, uno de los mejores y más premiados compositores de música para el cine, ya había trabajado con su amigo Spielberg en bandas sonoras como 'Tiburón' y 'En busca del arca perdida' (1981). Sin embargo, el director quedó especialmente maravillado con la partitura que compuso para 'E.T., el extraterrestre': cuando la escuchó por primera vez no pudo reprimir las lágrimas y le pidió que no cambiara ni una sola nota. El músico lograría un Oscar por esa pieza y el resto del mundo no dejó de llorar desde entonces. Hay muchos informes que recogen las cifras de taquilla, las ventas de VHS, el dinero generado desde su estreno, pero muy pocas que hablen de la cantidad de kleenex usados. La empresa debió notar un repunte en ventas aquel año.

La historia de Elliot y su amigo alienígena se encuentra en todos los listados de ‘mejores películas para llorar a moco tendido’. Y a juzgar por lo que contaron algunos de los que estuvieron aquella noche en el Empire Theatre, los príncipes de Gales tampoco pudieron evitar que se les escapara alguna lagrimilla. Al día siguiente, la agencia de noticias norteamericana UNI recogía las palabras de Drew y Spielberg. "La princesa lloró y creo que el príncipe Carlos también tenía una lágrima en el ojo", explicaba el director, "pero ambos se rieron tanto como lloraron".

La actriz que da vida a la pequeña Gertie en la película explicaba que Diana “necesitaba mis pañuelos”. La princesa se sintió especialmente afectada por la escena en la que ET parece estar muriendo. El actor Harrison Ford, que también estuvo en el estreno del filme, corroboraba las palabras de su gran amigo Spielberg: "El príncipe Carlos lloró". ¿Y quién no?

Diana y Spielberg

‘E.T., el extraterrestre’ fue el primer estreno de Spielberg que contó con la presencia de Lady Di, pero no sería el último. De hecho, hasta tres veces más volverían a compartir butaca y palomitas (es una fantasía, no hay constancia de que lo hicieran, pero habría sido tan ‘chic’): el rey Midas de Hollywood y la princesa del pueblo vieron y vivieron juntos los estrenos de ‘Regreso al futuro I y III’ y ‘Parque Jurásico’, de las que Steven es productor. De hecho, en el estreno de la saga jurásica, Diana volvió a coincidir con otra niña actriz: Ariana Richards.

Sin embargo, es con la saga retrofuturista con la que la princesa guarda un extraño (y desgraciado) vínculo, no tanto con la primera de las entregas sino con la segunda. En el debut de la saga en tierras británicas, Spielberg y Diana volvieron a coincidir en el Empire Theatre de Leicester Square. En aquella ocasión, Michael J. Fox contó: “Estábamos sentados en el cine esperando a que llegaran ellos y me di cuenta de que el asiento a mi lado estaba vacío y de repente se me ocurrió que la princesa Diana se sentaría a mi lado. La película comenzó y pensé que estaba a un bostezo falso y un estiramiento de brazo de tener una cita con la princesa de Gales”. Aquello pasaba en 1985 y Diana volvería para la tercera parte, que se estrenó en 1990. Pero la vinculación con las aventuras de Marty McFly están en la segunda.

En una de las escenas de 'Regreso al futuro II' (estrenada en 1989), vemos al protagonista viajar hasta el año 2015 y coger un periódico (un ejemplar del 'USA Today') de ese día. En la portada, la noticia principal se hace eco de su propia detención, pero entre los otros titulares que completan la primera página del ejemplar aparece este: “La reina Diana visitará Washington”. Los guionistas creyeron que para ese 2015 de ficción, la reina Isabel ya habría fallecido, Carlos ocuparía el trono y junto a Diana formaría una pareja de ensueño. Y por fantasear, fantasearon con la idea de que Diana no solo seguiría viva, sino que sería reina 26 años después. Pero por desgracia para la princesa, los guionistas se equivocaron.